27 de mayo Día de la Prevención de la Violencia en el Noviazgo.

El 27 de mayo es el Día de la Prevención de la Violencia en el Noviazgo en memoria del femicidio de #CarolinaAlo, ocurrido en 1996.  Es muy probable que alguna vez hallas escuchado alguna de estas frases "con esa pollera vas a salir?"; "dame la clave del celular solo quiero ver algo ¿o tenes algo que esconder?". Quizás aluna vez te convencieron de alejarte de ese amigo porque seguro quería otra cosa, o después de una pelea muy fuerte te convenció para que lo perdonaras llorando y diciendo que todo eso que te gritó no es verdad. 

Tal vez alguna vez te sacó a la fuerza agarrándote del brazo de una fiesta. Todas estas cosas parecen estar naturalizadas en las relaciones adolescentes, pero son parte de una conducta violenta que no debe ser pasada por alto. Es comportamiento posesivo y dominante que si no se frena tiempo podría causar un daño irreparable.

Ya sea violencia simbólica, física o sexual hay comportamientos evidentes pero naturalizados que ayudan a identificar noviazgos violentos.  Defensoría del Pueblo realizó una encuesta donde trazó un diagnóstico sobre cómo afectan estas conductas en las relaciones de parejas en todas las edades. Además alertó que 4 de cada 10 mujeres son víctimas de un noviazgo violento.

Este apartado hace referencia, en primer lugar, a toda forma de maltrato o agresión que afecte la integridad física de las personas. En este caso, 2 de cada 10 manifestaron haber vivido alguna situación de violencia física, y el 86% de quienes afirmaron haberse encontrado en una circunstancia de estas características son mujeres.

Además, 2 de cada 10 personas, en su mayoría mujeres, afirmaron que en alguna oportunidad su pareja mencionó que le dieron ganas de golpearla o matarla. El 16% señaló que al menos una vez fueron golpeadas o lastimadas por su pareja, ya sea con alguna parte de su cuerpo o con un objeto. Dentro de este grupo, el 86% son mujeres.

Por otro lado, 2 de cada 10 personas que completaron la encuesta, y un 87% mujeres, señalaron que en alguna oportunidad su pareja mencionó intenciones de lastimarse o matarse, responsabilizándolas de la situación.

El ciclo de la violencia tiene tres etapas que se reiteran a lo largo del tiempo. La primera etapa se denomina "acumulación de la tensión", donde la violencia es sutil (agresiones verbales o psicológicas), cuesta que las mujeres comprendan la gravedad del maltrato y justifican lo sucedido esperando que el agresor cambie. En la segunda etapa, llamada "episodio agudo de la violencia", las tensiones y agresiones llegan a su punto máximo manifestándose con violencia física y provocando parálisis y miedo. La última, conocida como "luna de miel", se caracteriza por el arrepentimiento del hombre ante la posibilidad de que la mujer lo abandone o denuncie. Entonces, el violento se volverá afectuoso para que la mujer lo perdone.

Reconocer las señales

Es necesario reconocer las señales  de alerta que se presentan y comenzar a construir lazos afectivos saludables. Hay que prestarle atención a frases como 'sin vos mi vida no tendría sentido' o 'lo hago porque te amo'. Estas expresiones ponen en evidencia que algo no está funcionando bien porque el amor no duele, no controla y mucho menos en nombre del amor se maltrata. Es necesario terminar con los mitos del amor romántico. 

Un denominador común en los noviazgos violentos es el aislamiento de los seres queridos y los círculos sociales, la baja autoestima o depresión. Pero incluso si se detectan las señales a tiempo el proceso real es mucho mas complicado. Es necesario trabajar en una separación psicológica, analizar las condiciones internas que llevaron a elegir a una persona violenta, para así elaborar estrategias para lograr un corte definitivo desde el costado emocional, que es el más difícil de superar. 

Hablar con en las escuelas

Uno de los cambios sociales más significativos que podemos realizar sobre este tema, es llevar el debate a los ámbitos donde se tiene llegada a los adolescentes. Por eso es importante que se aplique la Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos de todo el país, porque se incluyen estos contenidos para la igualdad de géneros en forma trasversal.