Desgarradora marcha en Frontera pidiendo justicia por Zamir

El Camino interprovincial estaba lleno de dolor y rabia. Una multitud de personas, hombres y mujeres humildes, marchaban en silencio con fotos de Zamir, un pequeño inocente que había sido arrebatado de la vida en un ataque mortal al auto en que viajaba junto a su madre y su padrastro.. Los rostros estaban marcados por la tristeza y la desesperación, quizás faltó mas gente, pero los que fueron se hicieron sentir 

Entre la multitud, se veían bicicletas y motos que avanzaban lentamente, llevando a familiares y amigos del pequeño Samir. Las fotos del niño sonreían desde las pancartas y carteles, mientras que los gritos de "¡Justicia!" y "¡No más violencia!" resonaban en el aire, la siesta se pareció mucho a via crucis que vivió ese mismo camino cuando hace años atrás, asesinaron  a cuatro integrantes de la familia Paz.

La marcha llegó hasta el edificio de la municipalidad de Frontera , un símbolo de la autoridad y la justicia que parecía vacío y ausente. La multitud se detuvo frente al edificio, y el silencio se hizo más profundo. La gente miraba hacia arriba, esperando alguna respuesta, alguna señal de que alguien estaba escuchando su pedido.

Pero solo encontraron el vacío. El vacío de la indiferencia, el vacío de la inacción. La multitud se quedó allí, parada, esperando algo que nunca llegó. La sensación de desesperanza y frustración era palpable.

En ese momento, la multitud se convirtió en una sola voz, un grito desgarrador que resonó en la ciudad: "¡Justicia para Zamir! ¡Justicia por Zamir ". La marcha se convirtió en un clamor, un pedido desesperado de que alguien, cualquiera, hiciera algo para detener la violencia y la injusticia que había arrebatado la vida de un niño inocente.

La ciudad se quedó en silencio después de la marcha, pero el dolor y la rabia seguían allí, latentes, esperando a que alguien los escuchara y respondiera. La pregunta seguía siendo la misma: ¿Cuántos más tendrán que morir antes de que se haga justicia?

" Mi hijo no murió en una guera de narcos"

Rocío Funes  es la madre que no tiene más a Zamir  y lo partir ,Una vez más reiteró"“Mi hijo era un niño inocente y unos cobardes, porque no son sicarios, son unos cobardes que a mi hijo me lo mataron de atrás. No voy a parar hasta verlos a todos que terminen de la peor manera, como se lo merecen. Voy a hacer justicia por mi hijo"

Un detenido y dos prófugos acusados de matar al gauchito de Frontera , el  aire  tiene el sabor amargo de la injusticia de la propia  justicia de Santa Fe.