Industriales cordobeses en alerta y preocupados porque el Gobierno "esté improvisando”

La Nueva Mañana dialogó con Luis Macario, presidente de la Unión Industrial de Córdoba (UIC), quien se refirió a las medidas de emergencia lanzadas por el gobierno. ¿Cómo impacta en el tejido productivo el Rodrigazo del ministro Luis Caputo?

CÓRDOBA18 de diciembre de 2023
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El ministro de Economía, Luis Caputo, comenzó a aplicar un ajuste clásico. Lo anunció en la semana, ya aplicó algunas medidas y buscará implementar otras desde el parlamento. Al momento, las primeras medidas están lejos de las extravagancias con las que el anarcolibertario copó la escena política. Más bien, es un paquete de medidas análogas a las implementadas por el Rodrigazo en 1975. El encarecimiento del dólar del gobierno libertario va en línea con la devaluación del 100% de Celestino Rodrigo. Como en aquel entonces, los combustibles también van en ascenso y no sabemos cuánto escalarán los servicios públicos a partir del 1 de enero.

Por su parte, en el afán de conseguir en lo inmediato equilibrio fiscal, el gobierno de quien se dio a la fama rezongando de los impuestos, definiéndolos como “confiscatorios” y coactivos, ahora los aumenta. Son de “corto plazo”, es un “paquete de emergencia” para enfrentar la “dura herencia”, se excusan los libertarios. Lo cierto es que se reimplanta el impuesto a las Ganancias y las retenciones para muchas manufacturas industriales a las que le habían quitado el gravamen. A este ajuste lo paga la producción se quejan desde no pocas unidades productivas.

“Me preocupa que se esté improvisando”

Los aumentos de impuestos “nos afecta en la competitividad porque nos obliga a aumentar los precios”. Para las economías regionales, especialmente, “que están a miles de kilómetros del puerto, las retenciones son un problema mayor”, enfatizó el presidente de la Unión Industrial de Córdoba Luis Macario en diálogo con LNM. Frente a derechos de exportación que pasaron de 0% a 15% intempestivamente, algunos pueden “absorber más y otros menos el impacto de la medida”, señaló Macario. Quien reconoció que “nadie del sector privado estaba pensando en suba de impuestos” que afectan la planificación productiva. 

Los productores de maní o del complejo autopartista de Córdoba, por ejemplo, deben afrontar muchos gastos logísticos, muchos de los cuales se encarecen por el incremento del combustible. Con lo cual, los beneficios de exportar a un tipo de cambio alto se contrarrestan con la suba de las retenciones que en algunos casos pueden hacer que peligren mercados. El presidente de la UIC caracterizó a los anuncios no como un plan de estabilización, sino como medidas de emergencia “a la espera de los dólares de la cosecha gruesa”. 

Macario: “Nadie del sector privado estaba pensando en suba de impuestos” que afectan la planificación productiva. 

El diagnóstico que el gobierno hace de la inestable situación económica es compartido por el empresario molinero: “el principal problema es el déficit fiscal. No es sustentable estar gastando más de lo que estás capacitado para recaudar”. Las medidas que buscan corregir precios relativos, así como la búsqueda del equilibrio de las cuentas fiscales son valoradas por el sector privado en general. La lectura del presidente de la UIC se resume en: acompañar los anuncios, siempre y cuando el incremento de la presión impositiva sea provisorio. 

Por otro lado, la mayor preocupación viene por el lado de la apertura importadora. Aspecto sobre el que aún no se conoce qué hará el gobierno. ¿Primará una estrategia pragmática, como ocurriera con las retenciones y los gravámenes aplicados a la compra de dólares, o, contrariamente, tomarán fuerza los dogmas liberales con los que el ganador del ballotage evangelizó durante los últimos años? Se comenta que Federico Sturzenegger (de paso por los gabinetes económicos de los gobiernos de De La Rúa y Macri) está definiendo un plan de desregulación estatal. Seguramente en la próxima semana habrá novedades respecto a la apertura importadora y empresas del Estado. 

Si hay apertura importadora se achica el tejido productivo

Si las medidas generaron zozobra en muchos exportadores, la preocupación es aún mayor en las industrias que viven del mercado interno. El oxígeno que respiran no es otro que la demanda puertas adentro. Una demanda que languidece al calor de una recesión que comienza a profundizarse. En el sector diferencian el contexto económico del año pasado de alta inflación con alto nivel de actividad del actual, en donde la inflación es mayor y la actividad se deprime. Sobre esto, el industrial bonaerense Daniel Rosato comentó a este medio que se agrava el acceso a las importaciones de insumos para las pymes.

Daniel Rosato: La ecuación es simple, “cuando un trabajador consume menos, el industrial produce menos porque vende menos”.

Rosato, que está al frente del parque industrial Plátanos en la localidad de Berazategui, explicó que las medidas recaen sobre los trabajadores y la economía doméstica. En efecto, “la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, los lleva a consumir menos”, afectando a muchas pymes industriales. La ecuación es simple, “cuando un trabajador consume menos, el industrial produce menos porque vende menos”. Para el empresario en diciembre la dinámica económica seguirá activa porque es un mes de consumo. Pero los efectos recesivos del Caputazo se verán “fuertemente” a partir del año próximo.  Además, el dirigente industrial enfatizó que si hay apertura importadora “podemos perder fábricas”. 

Hoy el tipo de cambio es menos competitivo que ayer, pero mayor que mañana

Una de las preguntas que surgen es cuánto durará competitivo el tipo de cambio. Es decir, cuanto tiempo transcurrirá para que nuevamente el dólar esté atrasado. Ocurre que, si bien brusca, la devaluación de Caputo es una medida aislada, sin acuerdos integrales que contengan los precios. En efecto, la repercusión en precios es inmediata y alimenta el combustible que la terminará consumiendo: la inflación. Desde el triunfo libertario tanto los combustibles como alimentos de primera necesidad subieron en torno a un 100%.

El anterior salto de la divisa yanki, anunciado por el ex ministro de Economía Sergio Massa tras las elecciones primarias, fue de un 22%. El efecto en los precios no se hizo esperar y en solo dos meses, por el efecto inflacionario de la devaluación, el tipo de cambio había perdido competitividad. Ahora, con la inflación galopando a un nivel mayor, cuando aún falta el efecto que tendrá el encarecimiento de la energía, en menos de cuatro meses la devaluación perdería la mitad de su atractivo.  

Como siempre, a esta altura del año, gran parte de la expectativa está puesta en los agrodólares de la cosecha gruesa. Pero con un presidente que estima en 15 mil por ciento la inflación “plantada” y un ministro de Economía aclarando que la bandera de la dolarización sigue flameando es difícil que los precios se estabilicen (aún en niveles altos). Asimismo, estas declaraciones desalientan a los productores a cambiar bienes dolarizados por pesos, incluso luego de una devaluación del cien por ciento.

Fuente: La Nueva Mañana

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