En medio del paro de la UOM, dictan la conciliación obligatoria

La Unión Obrera Metalúrgica, con Abel Furlán al frente, sigue en pie de guerra tras la última audiencia frustrada de paritarias de casi 12 horas. Luego de una jornada de presiones cruzadas, Trabajo intervino en las dos ramas del sector. Los argumentos cruzados y cuándo será la próxima cita

EL PAIS21 de julio de 2023
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La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) sigue en pie de guerra tras una nueva audiencia frustrada de paritarias de casi 12 horas. Acorde al plan de lucha acordado y luego de la primera jornada de cese de actividades y movilización del martes 18, el gremio ejecutó la segunda etapa con un paro de 48 horas que se extiende desde el jueves 20 hasta el viernes 21 de julio. En respuesta y tras una jornada de tensión, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria para evitar que se profundice el conflicto con los empresarios, tanto a nivel de los metalúrgicos como de los siderúrgicos.

 "Dar por iniciado un período de conciliación obligatoria por el término de SEIS (6) días, de acuerdo a lo establecido en el Artículo 11° de la normativa preindicada, debiendo retrotraerse la situación a la existente con anterioridad al inicio del conflicto y por el plazo de duración del presente procedimiento conciliatorio", decidió la cartera que comanda Kelly Olmos, para ambas ramas de la actividad. 

El objetivo es frenar la tercera y última etapa del plan de lucha, un paro por 72 horas entre el miércoles 26 y el viernes 28 de julio, y alcanzar un acuerdo en el interín. En la misma resolución, citó a las partes a comparecer en el ministerio para una nueva audiencia presencial el lunes 24 de Julio a las 11.

Durante toda la jornada circuló la versión de una posible medida en esta dirección por parte del Gobierno, tanto entre la UOM como los empresarios. Unos y otros presionaban en sentido opuesto y la discusión ascendió hasta lo más alto de las esferas ministeriales con cruces de mensajes. Detrás de la medida de fuerza, se ponía en juego, por un lado, el liderazgo de uno de los sindicalistas más fuertes del kirchnerismo, Abel Furlán. Pero del otro lado está también un sector clave de las exportaciones argentinas, con Techint a la cabeza.

"Ratificamos la continuidad del Plan Nacional de Lucha dispuesto por la Unión Obrera Metalúrgica y el PARO NACIONAL POR 48 HS DISPUESTO PARA LOS DÍAS JUEVES 20 Y VIERNES 21 DE JULIO, con único y central objetivo: PONER EN VALOR LA DIGNIDAD DE QUIEN TRABAJA", había destacado, en letra mayúsculas, el comunicado que la UOM difundió en la noche del miércoles.

 
Hasta poco antes, habían estado negociando en las oficinas donde acudieron para avanzar en las paritarias tanto con el sector metalúrgicos como el siderúrgico, sin éxito. En respuesta, el Gobierno activó ayer una serie de gestiones para contener la conflictividad y evitar que escale. ¿De qué modo? Una posibilidad era dictar la conciliación específicamente con Techint en lugar de involucrar a todo el sector. Pero eso no borraría la cuestión de fondo que es el pedido de la UOM de una revisión de su primer acuerdo paritario 2023, la negociación del próximo trimestre y un bono de refuerzo. 

Al final, Trabajo resolvió dictar la conciliación obligatoria en ambas ramas para retrotraer la situación, exhortar a las partes a sentarse en la mesa y alcanzar un acuerdo. El pedido se había formulado tanto en las negociaciones con la rama metalúrgica como la siderúrgica. Pero es sobre esta última, y en particular su actor más gravitante, Techint, donde la UOM pone el foco y denuncia presiones sobre los empresarios metalúrgicos para que no cedan a sus demandas.

 "Para comprender las razones de fondo que forzaron este conflicto, es imprescindible caracterizar a las Cámaras Empresariales que participaron de la negociación. Todas ellas representan empresas que comparten un denominador común: su costo de producción está determinado por el valor de los insumos difundidos que les provee única y exclusivamente las empresas del Grupo Techint", señalan en un documento difundido desde el gremio.

Asimismo, acusan a la contraparte de no atender el pedido de incremento salarial del gremio que comanda Abel Furlán a lo largo de la última audiencia. El planteo que llevaron a la mesa desde las primeras citas en Trabajo, a comienzos de mes, gira en torno a una mejora del 10% del ingreso de junio a partir del 18,8% negociado en el trimestre pasado a lo que aspiran sumar un 30% más para el trimestre en curso, de julio a septiembre.

"En innumerables idas y vueltas que pretendieron modificar los plazos de negociación, establecer como único indicador válido el índice de inflación y reducir con diversos argumentos la recomposición y actualización hacia el salario digno, EL SECTOR EMPRESARIO SE NEGÓ A PAGAR SALARIOS QUE EQUIPAREN LA CANASTA BÁSICA ALIMENTARIA ARGENTINA A LAS TRABAJADORAS Y LOS TRABAJADORES QUE APORTAN 186 HORAS MENSUALES A LA PRODUCCIÓN INDUSTRIAL", cuestiona la UOM en su comunicado.

Qué responden desde las empresas siderúrgicas y metalúrgicas

 Tanto la cámara de las empresas metalúrgicas como las siderúrgicas emitieron en horas de la tarde y la noche sendos comunicados exhortando al Gobierno a dar "garantías" para seguir negociando en medio de un plan de lucha de la UOM y, en particular, al Ministerio de Trabajo para avanzar con una conciliación obligatoria. En ambos casos apuntaron contra la responsabilidad sindical a la hora de avivar el conflicto.

"Desde el inicio de la negociación, la Cámara del Acero propuso al Sindicato no sólo recomponer el salario tomando como referencia la inflación del trimestre anterior sino que, además, propuso un mecanismo de seguimiento del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) para la inflación futura, entendiendo que esto da previsibilidad a los aumentos salariales alineados a la inflación y otorga también confiabilidad para la actividad siderúrgica y toda la cadena metalmecánica", informó la Cámara del Acero Argentina (CAA).

Añadieron que ante el reclamo de la UOM, la industria siderúrgica había ofrecido también aumentar el ingreso mínimo global de referencia u resaltaron que contrario a los planteos de los representantes sindicales, el pedido de incrementar el acuerdo del primer trimestre en un 10% y sumar un 30% en el trimestre siguiente daba un 43% acumulado, "muy por encima de la inflación del trimestre anterior, según el IPC, y de la inflación proyectada, según el REM".

Consultadas por El Cronista, fuentes vinculadas a las empresas de la rama siderúrgica respondieron a los posicionamientos públicos de la UOM acerca de la negativa a negociar por parte de las empresas, remarcando que el gremio apenas se había reunido una vez con ellos -el resto de las audiencias habían sido con las metalúrgicas- cuando lanzaron su plan de lucha. Lo calificaron de una "medida intempestiva" para negociaciones salariales que "siempre tuvieron más instancias de diálogo".

Extraoficialmente, también advirtieron que el plan de lucha de la UOM ya estaba afectando el abastecimiento normal a toda la industria metalmecánica (autopartista, automotriz, agroindustria, envases, construcción y otros). Sin dudas, uno de los argumentos que el Gobierno sintió como de mayor peso para intervenir.

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