Córdoba: Carlita, la cóndor liberada en diciembre ya se desplazó por un área de 2500 km2

Alta en el cielo

CÓRDOBA27/02/2025Pérez Darío EduardoPérez Darío Eduardo
AGUILAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

 

Carlita, una cóndor rehabilitada, al momento de ser liberada en diciembre de 2024. (Foto: Prensa).
WhatsAppFacebookTelegramTwitterLinkedInEmailCompartir
En diciembre del año pasado, fue liberada Carlita, una cóndor rehabilitada- de aproximadamente siete meses de edad- con un rastreador satelital. Desde entonces se desplazó por un área de 2.500 km2, revelando los comportamientos de los cóndores en las sierras cordobesas.   EN REDACCIÓN 

El rastreador colocado que lleva Carlita se encuentra integrada a otros grupos de cóndores y desde su liberación recorrió casi todo el Parque Nacional Quebrada del Condorito y la Reserva Hídrica Provincial de Achala; la Quebrada del Batán; el nacimiento del río Mina Clavero; San Clemente; el lago Los Molinos; Athos Pampa; y el cerro Champaquí, entre otros sitios.

 
El registro indica que desde diciembre a hoy, se desplazó por un área aproximadamente de 2.500 km2 (250.000 hectáreas), lo que equivale a cinco veces el tamaño de la ciudad de Córdoba.

“La semana pasada detectamos que pasó mucho tiempo en el Baño de los Cóndores, que es un lugar en donde esta especie socializa, entonces esto nos indica que fue aceptada por el grupo. La información que nos brinda es muy valiosa, porque es la primera vez que podemos estudiar su comportamiento y por eso valoramos mucho el trabajo conjunto entre todas las instituciones, porque tiene buenos resultados y todos tenemos los mismos objetivos”, dijo Fernanda Fabbio, bióloga del Departamento de Conservación y Manejo del Parque Nacional Quebrada del Condorito.

 
Carlita, como la nombraron los cuidadores de la reserva Tatú Carreta, porque fue rescatada en la localidad de San Carlos Minas, al principio volaba en las proximidades del Parque Nacional Quebrada del Condorito, lugar elegido para su liberación. Sin embargo, a medida que se integró a un grupo de cóndores adquirió mayor experiencia y sus vuelos comenzaron a ser más extensos y de mayor altitud.

Estos vuelos más prolongados, a una altura superior a los 2.500 metros, fueron posibles porque al unirse a una familia de cóndores aprendió más sobre el comportamiento de su especie, como por ejemplo a alimentarse, buscar refugio cuando el tiempo atmosférico se torna peligroso y a compartir baños en charcos cuando las temperaturas son elevadas.

 
Los datos de desplazamiento, rutas de vuelo, velocidad, altitud, sitios de descanso y zonas en las que se abastece de alimento se obtuvieron gracias al dispositivo que se colocó en la espalda del animal y transmite un gran volumen de información que permite tomar decisiones y pensar acciones que apuntan a la conservación tanto de la especie como de sus hábitats.

“La información recolectada está haciendo posible la generación de conocimiento científico y datos para la conservación de la especie en Córdoba. Esto nos permite reforzar políticas públicas que preserven las áreas donde habitan”, explicó Victoria Flores, ministra de Ambiente y Economía Circular.

 
Pero además, según indicó Adrián Rinaudo, secretario de Policía Ambiental, este tipo de trabajo colectivo entre las distintas reparticiones es muy provechosos porque brinda la posibilidad de evaluar el proceso de recuperación de un ejemplar y su estado luego de regresar a su hábitat: “Gracias a un esfuerzo conjunto entre los distintos actores podemos conocer el estado del animal y de esta manera poder comprobar si la rehabilitación y posterior liberación fue exitosa. Si bien en Córdoba ya hemos realizado varias liberaciones de cóndores, esta es la primera que lleva un rastreador y eso nos traza una hoja de ruta para futuras liberaciones de esta especie”.

 
Carlita es la primera cóndor liberada con un rastreador satelital en Córdoba, una acción impulsada por el Ministerio de Ambiente y la Policía Ambiental, que participaron en el rescate del ejemplar; el centro de rescate del Tatú Carreta, que realizó la rehabilitación de la cóndor; personal del Parque Nacional Quebrada del Condorito, que propició el lugar adecuado para liberarla; y la Universidad Nacional de Comahue (Neuquén), a través de Sergio Lambertucci y el equipo de investigación, que donó el dispositivo y analiza los datos para su seguimiento.

“Desde nuestro centro de rescate -que se especializa en la recuperación de grandes aves- sabemos que el individuo se liberaba en óptimas condiciones físicas y con el peso adecuado, pero al ser un ejemplar juvenil teníamos dudas de su integración y aprendizaje de vuelo. Poder monitorearla casi a diario y de manera compartida con esta red de trabajo nos da tranquilidad, porque nos permite evidenciar que el trabajo de recuperación en cautiverio se ve reflejado en lo que ocurre en la naturaleza”, expresó María Ahumada, veterinaria de la reserva Tatú Carreta.

Te puede interesar
Lo más visto