Rafaela tiene una escuela que enseña sin libros, sin evaluaciones y de a una materia por vez

Sus integrantes aseguran que este sistema de enseñanza, que lleva más de 100 años, apunta a la formación integral de los niños, respetando sus tiempos y capacidades. "Los chicos aprenden, pero a su debido moment

REGIONALES01 de septiembre de 2024Pérez Darío EduardoPérez Darío Eduardo
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 Hace 8 años atrás  en  San Francisco  se intentó  abrir  una " escuela Waldorf". pero no  prosperó, si acaba de comenzar  en  Rafaela  y  llama la atención.

La pedagogía Waldorf surgió en el año 1919 de la mano del filósofo alemán Rodolf Steiner y se fundamenta en la Antroposofía, la cual considera al hombre como un ser tripartido (cuerpo - alma- espiritu) y por lo tanto, cuando de la adquisición de conocimiento se trata, tiene en cuenta al estudiante en todos estos aspectos. En Argentina hay más de 30 escuelas que ofrecen este tipo de educación, una de las cuales se encuentra en Rafaela desde el 2021, en calle D' Agostino al 500, pero que empezó a funcionar en Susana durante el 2019.

Por Julio Armando

Rodeados de un ambiente natural, espacios amplios y silenciosos, Josefina y Vanesa recibieron a RAFAELA NOTICIAS. Son docentes de Casa Luna, como se llama esta institución, donde no existen las jerarquías tradicionales de una escuela, como cargos directivos. Al lugar - que es de índole privado y se sostiene mediante el aporte de los padres- asisten 20 niños al Jardín, que se divide en la sala maternal y en la sala integrada de 3, 4, 5 y 6 años. En tanto la Primaria está integrada por 18 niños que conforman el primer grado, el segundo y tercer grado que se encuentran juntos, y el quinto grado. Si bien la pedagogía Waldorf abarca hasta séptimo grado, e incluso hay escuelas de este tipo en el país que tienen secundaria, todavía en Rafaela no hay niños que hayan llegado a los grados superiores por el poco tiempo de vida que lleva la institución.

 
 Los niños permanecen en Jardín hasta los 7 años.
El desarrollo en septenios y la importancia del aprendizaje vivencial
En la pedagogía Waldorf, el desarrollo humano se estructura en septenios, es decir, ciclos de siete años. "En los primeros siete años, se forman los órganos y el cuerpo físico del niño, por lo que en Jardín nos enfocamos en actividades que protejan y fortalezcan este desarrollo, evitando la intelectualización precoz", comentó Vanesa. Los niños ingresan al Jardín cuando tienen un año y lo cursan hasta los 6 años. Recién a los 7 pasan a la Primaria, lo que marca la primera diferencia con el sistema tradicional de educación, donde esa etapa se inicia un año antes.

Josefina destacó la importancia del aprendizaje vivencial en este enfoque: "En esta escuela, los niños aprenden a leer y escribir, pero en su debido momento, cuando observamos que han desarrollado su cuerpo físico y que las fuerzas etéricas están disponibles para aprender de manera más abstracta. El aprendizaje sucede de manera vivencial; los niños experimentan el conocimiento a través del cuerpo antes de recurrir al pensamiento abstracto. Las letras pasan por el cuerpo, las hacemos con el cuerpo, las pintamos, las saltamos, las caminamos, los números lo mismo. Después hay un rato para plasmar todo lo que se hizo en los cuadernos", comentó.

En Casa Luna, las actividades diarias en Jardín incluyen canciones, cuentos, y labores manuales como cortar frutas, preparar meriendas, tejer y cuidar de la naturaleza. "De esta manera amorosa, los niños se integran a la vida y adquieren herramientas para la vida misma", agregó Vanesa.

Sin evaluaciones ni libros de texto y una materia a la vez
En la Primaria de Casa Luna, no hay evaluaciones ni boletines de calificaciones, sino informes pedagógicos que los docentes elaboran para los padres. El mismo maestro tutor acompaña al grupo durante siete años, conociendo profundamente a cada niño. "No necesitamos evaluaciones puntuales porque en el día a día observamos su progreso y sus necesidades", explicó Josefina.

Los contenidos que se enseñan son similares a los del sistema tradicional, pero la forma de transmitirlos es distinta. Las materias se dan en épocas, no mezclando lengua, matemáticas y ciencias en un mismo día. Durante tres semanas se enfocan en una sola materia, al considerar que ésa es la forma de aprender de los niños. Las materias especiales, como arte, música, inglés, labores (tejido), y movimiento, se enseñan en la última hora todos los días. El horario escolar es de 8 a 12.

Una particularidad de la educación Waldorf es la ausencia de libros de texto (para los niños) y materiales impresos como láminas. "Todo lo que enseñamos lo creamos nosotros en la pizarra, incluso hasta cuando estudiamos los sistemas del cuerpo. Los niños no tienen manuales ni libros de ejercicios, todo se construye en sus cuadernos, que se convierten en su propio libro", señaló Josefina. Recién en quinto o sexto grado cuando "los niños están más en el pensar" el docente puede proveer algún tipo de material bibliográfico para alguna investigación en particular con la supervisión del docente. Lo que sí se utiliza mucho es la literatura infantil, pero recién a partir de primer grado, "cuando están preparados anímicamente y desde lo físico para conocer los libros". "Las maestras narramos los cuentos, que tienen que ver con una época del año relativa a la naturaleza o a alguna fiesta cristiana. Un mismo cuento es sostenido durante 3 semanas, y este ejercicio de repetirlo hace que de una manera rítimica y saludable el niño lo incorpore. Al finalizar la tercera semana los chicos pueden teatralizarlo", expresó Josefina.

 El método Waldorf prioriza lo vivencial en el aprendizaje.
La influencia de la naturaleza y el mundo espiritual en la educación Waldorf
En Pedagogía Waldorf se utilizan figuras cristianas arquetípicas para la enseñaza, si bien no está vinculada a ninguna religión. "Para los niños pequeños se usa mucho la imagen de los ángeles, que nos acompañan en la vida del ser humano desde que nacemos hasta que uno va teniendo más de conciencia. Después aparecen las figuras de la mamá y el niño, que en otras partes se las toma como imágenes santas, pero no acá. Y también está mucho la imagen de la familia, que es la mamá y el papá con el niño. Además se venera mucho a la naturaleza", comentaron las docentes. Aclarando que no se les transmite a los niños "ninguna canción, rezos, ni nada religioso". "Sí esta pedagogía considera que hay un mundo espiritual, que todos venimos desde ese mundo y sobre todo los niños pequeñitos. Quienes en el primer septenio están conectados con ese mundo, por eso en los cuentos están presentes las hadas, duendecitos y todas figuras que representan y vienen del mundo espiritual. Lo mismo que en las canciones y en las rondas", afirmaron.

Un enfoque educativo que respeta la individualidad
Josefina y Vanesa coincidieron en que una de las principales diferencias con el sistema tradicional de educación es la forma en que se aborda el aprendizaje desde la pedagogía Waldorf. "Aquí no vemos a los niños como frasquitos que hay que llenar de contenidos. Cada niño es un ser único, con dones específicos que deben desplegar. Nuestro trabajo es acompañarlos en ese proceso, respetando su individualidad y ritmo de aprendizaje", enfatizó Josefina.

Los resultados de este enfoque se reflejan en la actitud de los niños hacia la escuela. "Aman la naturaleza, los cuentos, y prefieren leer o tejer antes que buscar pantallas. Aman venir a la escuela y sufren si faltan. Esto nos demuestra que la educación, cuando se hace de manera respetuosa y saludable, no sólo enseña, sino que sana al niño", expresaron. Agregando que "quizás los ritmos que se viven en el sistema educativo tradicional y la exigencia de que todos tengan que aprender al mismo tiempo para alcanzar una nota, hace que los niños lo registren como estres". Mientras que en la pedagogía Waldorf se busca que aprendan de una manera más saludable y respetuosa de acuerdo a su evolución.

 El amor por la naturaleza es uno de los aspectos claves de la enseñanza.
Falta de cerfificación ministerial
La dificultad que presenta Casa Luna es que no esta registrada como escuela en el Ministerio de Educación de Santa Fe, por lo que los niños que terminen séptimo grado en un futuro no van a recibir su certificación de primario completo. Pero desde la institución educativa aseguran que al momento de que esos alumnos se integren al sistema tradicional (por ejemplo a una secundaria), la Ley de Educación vigente exige que las escuelas puedan tomarlos en el grado que les corresponde de acuerdo a su edad biológica. De todas maneras, desde Casa Luna se encuentran trabajando para que en un futuro puedan obtener el correspondiente reconocimiento del Estado, como ocurre con otras escuelas Waldorf del país. "Cada familia evaluará qué es lo mejor para cada hijo, si tener la certificación o el contenido: qué es lo que el hijo recibe cada día en la escuela, cómo lo recibe, cuáles son los beneficios y perjuicios", afirmó Josefina.

Para aquellos interesados en conocer más sobre la educación Waldorf y sacarse las dudas al respecto, Casa Luna organizará una reunión informativa el próximo 3 de septiembre a las 14:30 horas, donde los padres y docentes que quieran podrán experimentar de primera mano cómo se vive el día a día en esta escuela. Para inscribirse a la jornada deben comunicarse con el teléfono de la institución (3492 284344) o bien a través de la cuenta de Instragram de Casa Luna.

 

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