Salud recuerda medidas de prevención ante nuevos casos de Síndrome Urémico Hemolítico

Afecta principalmente a niños y niñas. Se puede prevenir con la adopción de hábitos como la higiene de manos, la adecuada cocción y el lavado apropiado de los alimentos.

SOCIALES13 de septiembre de 2022
Síndrome-Urémico-Hemolítico

El Ministerio de Salud de Córdoba, a través de la División de Zoonosis del Área de Epidemiología, informa que se registraron cinco casos de Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) y recuerda a la comunidad la necesidad de sostener las medidas de prevención: prestar atención a la manipulación y conservación de alimentos, lavado frecuente de manos y utilización de agua segura para el consumo.

En lo que va del 2022, se contabilizaron en la provincia 17 casos de SUH. Este valor es mayor a lo notificado en el mismo período de 2021, cuando se registraron 13 casos; pero inferior a los tres años anteriores: 25 casos en 2018, 24 en 2019 y 21 en 2020.

Por otro lado, la mayor incidencia se verifica en los más pequeños. De los casos notificados hasta el momento, 16 corresponden a menores de 5 años; de los cuales 11 pertenecen al grupo de entre 2 y 3 años. Respecto al sexo biológico de quienes contrajeron la enfermedad, el 73 por ciento corresponde al sexo masculino.

Cabe señalar que todos los casos requirieron internación y presentaron buena evolución. Actualmente, dos personas están internadas y se mantienen estables.  

En cuanto al lugar de residencia, nueve de las personas con diagnóstico confirmado viven en la ciudad de Córdoba, y el resto en otras localidades de la Provincia. Los casos notificados en el interior corresponden a seis departamentos, presentando un mayor registro Colón (Mendiolaza y Salsipuedes) y Río Cuarto, con dos casos cada uno; mientras que Tulumba (San José de la Dormida), San Justo (Las Varillas) y Tercero Arriba (Almafuerte) presentaron un caso cada uno. El caso restante pertenece a la provincia de San Luis.

Prevención y síntomas de alerta

El SUH es una enfermedad causada por un grupo de bacterias (escherichia coli), que afecta principalmente a niños y niñas, pero también puede ocurrir en personas adultas mayores y en quienes tienen bajas las defensas debido a otras enfermedades. En algunos casos, puede dejar secuelas permanentes o incluso provocar la muerte.

La enfermedad comienza con diarrea, con o sin sangre, dolor abdominal y vómitos. Otros síntomas de alarma son palidez, disminución en la eliminación de orina, decaimiento o irritabilidad y, en bebés, niños y niñas, el rechazo al alimento. Ante cualquiera de estos signos, es fundamental realizar inmediatamente una consulta médica.

Para disminuir las posibilidades de contraer el SUH, es fundamental el acceso al agua segura, para beber, higienizarse o preparar alimentos. Si existe alguna duda sobre la potabilidad del agua, agregar dos gotas de lavandina por cada litro y dejarla reposar por media hora antes de consumir. Otra opción es hervirla durante 3 minutos.

El buen lavado de manos es también una de las medidas fundamentales para prevenir esta enfermedad. Hay que lavarlas antes de comer, cocinar o manipular alimentos, después de tocar alimentos crudos, de ir al baño o cambiar pañales, y de acariciar o jugar con mascotas.

Se recomienda usar jabón y agua segura; secarse con toallas limpias o descartables; quitarse anillos y pulseras de las manos; frotar palmas, dorso y el espacio entre los dedos, por al menos veinte segundos.

Por otra parte, para prevenir esta enfermedad, es esencial prestar atención al momento de comprar, manipular, ingerir y guardar los alimentos. El tiempo que transcurre desde que se compran los alimentos hasta que se los coloca en la heladera debe ser el mínimo posible para no cortar la cadena de frío. Para ello, es útil organizar las compras, dejando para el final la adquisición de alimentos frescos y congelados.

Además, se recomienda no adquirir leche o jugos sin pasteurizar, huevos que tengan la cáscara rota, ni productos exhibidos a temperatura ambiente. Tampoco alimentos sin fecha, marca o números de registro, ni aquellos cuyo envase se encuentre en malas condiciones (latas o tetrapack abollados o hinchados, o bolsas plásticas rotas).

La carne picada debe ser procesada en el momento de la compra y a la vista, y no hay que comprar pan o alimentos a granel que sean manipulados sin guantes.

También se deben tomar recaudos al cocinar, manipular o conservar los alimentos, así como mantener la higiene de nuestra cocina:

  • Lavar con agua y detergente los utensilios, con lavandina la mesada, y limpiar periódicamente la heladera.
  • Evitar que los utensilios utilizados en la carne cruda toquen otros alimentos.
  • Cocinar completamente la carne, sobre todo la molida, sin que queden zonas rojas.
  • Lavar bien frutas y verduras, aun las que vienen en bandejas, usando agua potable.
  • No dejar enfriar los alimentos cocidos a temperatura ambiente. Guardarlos directamente en la heladera.
  • No descongelar alimentos sobre la mesada de la cocina. Colocarlos en una bandeja en la heladera o usar el microondas. Una vez descongelados, no deben volver a congelarse.

Si se tienen síntomas como diarrea, vómitos o dolor abdominal, no se debe manipular ni preparar alimentos. Además, hay que evitar asistir a balnearios o piletas cuando se presenten signos gastrointestinales.

Por consultas o mayor información, las personas interesadas pueden contactarse con la División Zoonosis al correo [email protected].

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