LOS CANDIDATOS K DE CÓRDOBA HUYEN DE NOVIEMBRE HACIA 2023 Y FAVORECEN A SCHIARETTI

Una maniobra que favorece al Schiaretismo.

POLÍTICA 14 de octubre de 2021 Pérez Darío Eduardo Pérez Darío Eduardo
MGILLLLLLLLLLLLL
MARTÍN GIL

Cualesquiera  de los candidatos  K  en  Córdoba  son  desconocidos  para  la  mayoría  del  electorado  cordobés, la  consecuencia  de  un  discurso  aguachento   que  favorece  al Schiaretismo . De  manera  elegante  huyen  a 2023  ,  asi  lo  refleja  ALFIL : 

El objetivo que el Frente de Todos supo trazarse, tiempo antes de las primarias, empieza a quedar demasiado lejos en el espejo retrovisor.
La idea de adicionar una pata PJ a Córdoba Ciudadana, que empezó a amasarse con el Frente de Todos en 2019 y que debía consolidarse este año, no cuajó. Y el panorama nacional no permite hacer pronósticos demasiado optimistas, del mismo modo que los errores no forzados del presidente en el primer tramo de la campaña lastraron las expectativas del espacio en las semanas previas al 12-S.
Ante esta composición de lugar, los dirigentes más cautos del Frente de Todos empiezan a ver en el tercer puesto alcanzado en las PASO un resultado que cuidar, mientras el resto no apostaría, en privado, que el armado vaya a superar los 12 puntos en noviembre.
Pero como el combustible en cualquier carrera electoral es el entusiasmo, hay que encontrarlo a como dé lugar. Y si no es posible ilusionarse con el futuro cercano, habrá que estirar los plazos de la promesa.
De ahí surgen, probablemente, las versiones que sitúan a Martín Gill lanzándose como candidato a Gobernador en 2023.
Es claro que el kirchnerismo no puede plantearse como una hipótesis razonable gobernar Córdoba. Pero sí puede, en cambio, constituirse como un obstáculo a que Hacemos por Córdoba consiga atravesar su sucesión reteniendo el control de la provincia. Y quien puede hacer tal cosa, tiene un capital que negociar.
El renovado objetivo del Frente de Todos, que no consiguió en las Primarias cosechar votos por fuera del núcleo duro del kirchnerismo, es ahora conservar ese capital más allá del 14 de noviembre. Atravesar la tormenta y negociar con el peronismo de Córdoba la unidad en el 2023, pero no ya habiéndole dado volumen a las tribus K, sino simplemente habiéndose hecho de su control.
Ahora bien, conservar un capital político con la masa crítica necesaria para negociar con Hacemos por Córdoba ejercer o no su capacidad de “veto” no resultará sencillo al Frente de Todos.
Para conseguirlo, Martín Gill necesita refrendar en noviembre la victoria que consiguió sobre el oficialismo provincial en la ciudad de Villa María y, casi por añadidura, en el departamento General San Martín; y mantener un grupo de intendentes fieles al oficialismo nacional a pesar del modestísimo resultado electoral de las primarias.
En el primer caso, el resultado es determinante para cerrar la suerte de “interna” impropia que lo enfrenta con Eduardo Accastello, el campeón del Centro Cívico en el sureste provincial.
En el segundo, la dificultad estará dada por la presión que el Centro Cívico ejerce y ejercerá sobre los jefes comunales que no regresen a sus filas antes del 14 de noviembre.
En efecto, puertas adentro del peronismo aún resuenan las palabras del gobernador en su último encuentro con los intendentes, cuando sin rodeos alertó que quienes no jueguen dentro del esquema de Hacemos por Córdoba en las Generales difícilmente vayan a encontrar un lugar en sus filas en el 2023.
Para sostener al grupo de intendentes que logró arrimar a las huestes del Frente de Todos en las semanas previas a las PASO, el villamariense no solo cuenta con el control de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación, sino que además estaría organizando una reunión entre los jefes comunales y el novel Jefe de Gabinete, Juan Manzur. La expectativa, desde luego, será llevar el anuncio de nuevas obras a sus municipios.

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