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REGIONALES01/09/2021Un hombre de 36 años, identificado como Jorge Alberto “El Tío” Romero, aceptó en el marco de un juicio abreviado la pena de prisión perpetua por la violación y asesinato de la comerciante Gabriela Degiorgio cometido en la ciudad de Esperanza el 8 de noviembre de 2019, tres meses después de que saliera de la cárcel tras purgar una condena de 6 años de prisión por una serie de delitos, entre ellos el intento de violación a la empleada de una panadería ubicada en el centro de Santa Fe.
Romero aceptó la pena acordada entre el fiscal Alejandro Benítez, quien le atribuyó los delitos de homicidio calificado críminis causa y por mediar violencia de género -femicidio-, abuso sexual con acceso carnal y robo; el querellante Federico Kiener y la defensa pública a cargo de Soledad Estrada. El acuerdo fue admitido por el tribunal conformado por Gustavo Urdiales, Pablo Busaniche y Pablo Ruiz Staiger quienes en los próximos días deberán emitir la resolución condenatoria, publicó La Capital.
El 8 de noviembre de 2019 Romero llevaba tres meses en libertad luego de cumplir en forma completa una pena de 6 años de cárcel por una sumatoria de delitos. A pesar de que a los cuatro años podría haber obtenido el beneficio de la libertad condicional los informes del Servicio Penitenciario provincial imposibilitaron su salida.
Entonces subió a un colectivo en la localidad de Recreo, y se dirigió a Esperanza, donde llegó cerca de las 20. Tras descender del micro caminó a lo largo de varias cuadras y merodeó por varios locales hasta entrar en un negocio ubicado en Rivadavia al 1900, en el centro de esa localidad, y simulando ser un cliente consultó precio en dos oportunidades. Cuando la víctima se dio vuelta la abordó y llevó por la fuerza hasta un probador que tenía el local de accesorios de su víctima, Gabriela Degiorgio, la mujer de 37 años oriunda de Franck, madre de dos pequeños y dueña del comercio.
De la misma manera que había actuado seis años antes en la panadería santafesina, Romero abusó sexualmente de ella y luego la mató a golpes en una secuencia que no duró más de cinco minutos. Tras lograr su cometido robó el dinero que había en la caja del local y fue con su ropa manchada de sangre hasta una panadería en donde compró una botella de agua y le dijo a una empleada que había tenía un “problema con un familiar”.
La misma coartada sostuvo, según medios de la capital provincial que accedieron al expediente, cuando se subió a un remís en la terminal de ómnibus de Esperanza para regresar a Recreo. Un día después, cuando policías e investigadores del caso trataban de establecer quién era el hombre que quedó grabado en las cámaras del local donde mataron a Degiorgio y los domos municipales que hay en la zona, Romero se dirigió hasta la comisaría 9ª de la Unidad Regional I y a viva voz confesó el hecho ante el sumariante. Ante ello los pesquisas allanaron la vivienda en la que residía el femicida, en Santiago de Chile y España de la localidad de Recreo y encontraron una bolsa en la cual había dejado la ropa que usó el día del femicidio.
Según fuentes periodísticas santafesinas, el acuerdo estableció además que el violador y asesino sea declarado reincidente y las partes decidieron que se lo inscriba en el Registro Nacional de Datos Genéticos Vinculados a Delitos Sexuales, un organismo que recopila la identidad y datos de quienes hayan cometido abusos sexuales a lo largo y ancho del país.
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