La tercera víctima fatal del coronavirus en Córdoba se habría contagiado cuando fue a buscar una receta

La tercera víctima fatal del coronavirus en la provincia, es un hombre de 80 años, que vivía en la localidad de La Cumbre. Murió el pasado 11 de abril, a las 19 horas, a causa de una descompensación en el Hospital Domingo Funes, de Santa María de Punilla. En total, en La Cumbre, hasta el momento, los casos son 7, y los decesos, 2.

A partir de la investigación epidemiológica, el Ministerio de Salud, pudo determinar que había asistido el 20 de marzo a la Clínica Privada La Cumbre para solicitar una receta. “Allí tuvo contacto con una médica, quien, a su vez, había asistido a un familiar de la señora de 89 años, fallecida el 31 de marzo pasado. Tanto la médica con la pariente de la mujer, tienen diagnóstico positivo para coronavirus”.

El hombre contagiaría luego de COVID-19 a su mujer, que también debió ser internada en el hospital Domingo Funes.

Todavía no se estableció cómo se produjo el primer contagio, pero además de la mujer fallecida, el virus del COVID-19 contagió a su hijo, a su nuera, a la empleada que la cuidaba y a la médica de la clínica de La Cumbre que la atendió. En un primer momento, se consideró que podría haber sido una hija de la víctima la que podría haberla contagiado, ya que llegó del Reino Unido el 13 de marzo, pero los dos análisis que se le hicieron dieron negativo.

Lo cierto, es que el 26 de marzo, el hombre de 80 años, comenzó con síntomas, que se agravaron el 3 de abril, momento en el que consulta en la Clínica Privada La Cumbre, donde se le realiza un hisopado y es derivado a la Clínica Punilla, de Cruz del Eje, por necesidad de una cama en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), explica el parte de prensa del área de Salud.

El 5 de abril, por la tarde, sigue diciendo la información, “el paciente desmejora y debido a la necesidad de una atención de mayor complejidad, es trasladado al Hospital Domingo Funes, donde se constata diagnóstico de neumonía. En dicha institución, es internado en terapia intensiva con Asistencia Respiratoria Mecánica (ARM)”.

Posteriormente, su estado se estabiliza e incluso presenta algunas mejorías hasta que el 11 de abril sufre una descompensación. Finalmente, “el fallecimiento se produce alrededor de las 19 horas, con diagnóstico de sepsis”.

La cadena de contagios muestra la capacidad del virus SARS-CoV2, que produce la enfermedad COVID-19, de saltar a un nuevo portador. En un punto, la historia de la receta en La Cumbre, se parece a la de los dos trabajadores alemanes que se contagiaron al pasarse un salero mientras almorzaban. Ambos trabajaban para el proveedor de piezas de automóviles Webasto Group de Stockdorf, una ciudad alemana de 4.000 habitantes cerca de Múnich. Los contagios que se produjeron allí, fueron el primer caso documentado del contagio fuera de China.

Una empleada de la empresa, de origen chino, dio positivo al regresar a China. Previamente, sus padres, oriundos de la provincia de Wuhan, la habían visitado y transmitido el virus. La empleada china sostuvo varias reuniones en la empresa luego de contagiarse. Así, los científicos establecieron que el caso número 1 se sentó junto a ella, en una reunión, el 20 de enero. Hasta que llegaron a la persona número 4 que había tenido varios encuentros con la paciente china. El hombre llegó a la cafetería de la empresa y se sentó junto a un compañero. Este le pidió la sal, el caso 4 se la pasó, y con ella, al virus.