Muerte de Maxi : luego de la absolución de los agentes los familiares apuntan al comisario Ludueña

Los familiares esperan se rompa el pacto de silencio entre los policías. El comisario Ludueña en la mira la adulteración del libro d e actas.

POLICIALES - JUDICIALES 30 de noviembre de 2019 Pérez Darío Eduardo Pérez Darío Eduardo
Marcha por justicia

La muerte de Maximiliano Acosta sigue impune al quedar absueltos el personal policial que se encontraba imputado. El Tribunal remite a la fiscalía de Morteros el expediente para la investigación de distintas derivaciones generadas en el juicio pero no se pide la investigación para determinar que ocurrió con el joven de 18 años en el interior de la comisaria. Los familiares aseguran que seguirán luchando por justicia y apuntan a la cúpula policial, esperando que algunos de los 13 efectivos que se encontraban esa jornada de servicios se anime a hablar. Por Miguel Peiretti.

Carina del Valle Ludueña (42) y Darío Alejandro Romano (37) fueron absueltos por unanimidad tanto por los jurados populares como por el tribunal de los delitos de "omisión de los deberes de funcionario público y homicidio culposo".
En la misma resolución, los jueces decidieron remitir las actuaciones a la fiscalía de Morteros de los antecedentes del comisario inspector Luis Guillermo Ludueña y de la sargento Lorena Soledad Ludueña por la presunta comisión del delito de falsificación de instrumento público; también del cabo Fernando Mariano Rivero por el supuesto delito de falso testimonio y del sargento retirado Clemente Sánchez, por encubrimiento.
Ambos imputados hoy durante el juicio
La fiscal de cámara Consuelo Aliaga Díaz tras alegar solicitó que a Ludueña se la condenara a la pena de seis meses de prisión de ejecución condicional y se la inhabilitara por el término de cinco años para ejercer como policía. Y para Romano, un año de prisión de ejecución condicional e inhabilitación por el término de cinco años para ejercer cargos públicos.
El representante de la familia de Acosta constituida en querellante, Gustavo Utrera Ramos, pidió el sobreseimiento de Romano pero adhirió al pedido de pena de la fiscal de cámara en el caso de Ludueña.
Los defensores, Lucio Sarnago por la mujer policía y Norberto Vaca por Romano, coincidieron a la hora de pedir la absolución de sus defendidos y cuestionar la investigación que se llevó adelante desde la fiscalía de Morteros en aquel año, calificándola de deficiente y sosteniendo que se dejaron pasar pruebas de vital importancia para esclarecer el hecho.
El asesor letrado Lucio Sarnago utilizó el término de "dos perejiles" al referirse a los imputados, en tanto que Vaca volvió a insistir con su teoría "de que el hilo se corta por lo más delgado y en este caso Ludueña y Romano eran los 'candidatos' ideales".
Si bien se debe esperar los fundamentos de la sentencia que serán leídos el 18 de diciembre en horas del mediodía, no se remite a la fiscalía el pedido de prosecución de la investigación para determinar que ocurrió en el interior de la comisaria, el 2 de diciembre de 2011, donde apareció sin vida en el interior de la celda Maximiliano Acosta.
Los familiares del joven dijeron que van a continuar luchando hasta lograr que se conozca la verdad, “Nosotros esperábamos este final, está bien porque absolvieran a dos perejiles, ahora vamos por los más grandes que es el comisario Ludueña y los que están detrás del él. Nos vamos con la sensación de que la muerte de nuestro hermano está impune por eso ahora vamos a continuar luchando para que se reabra la investigación".
Los hermanos sostienen que Maximiliano “Boty” Acosta fue matado dentro de la comisaria, el quiebre de uno de los testigos en que contó como adulteraron el libro de guardia, es una prueba más de lo que vienen sosteniendo desde hace ocho años. Si se hubiese quitado la vida como ellos quisieron hacer creer, para que, van a cambiar lo que escribieron en el libro. No vamos a parar hasta que vayan a la cárcel quienes mataron a nuestro hermano dijeron
Por otra parte sospechan que hay otros policías que conocen lo ocurrido con “Boty”, alimentando la esperanza que dejen de callar, que empiecen a dejar de ser cómplices y cuenten lo que paso y al mismo tiempo piden el apoyo de la comunidad para que se esclarezca.


El hecho
Maximiliano “Boty” Acosta (18) habría sido detenido el 2 de diciembre de 2011 por la tarde, cuando venia circulando en bicicleta fue interceptado por un móvil policial, en el lugar en aquel momento algunos vecinos señalaban que el joven no habría venido haciendo nada y que habría sido golpeado para su detención, bajo el pretexto de producir escándalos en la vía pública, siendo alojado por un contravecional al Código de Faltas, alrededor de las 18 en la comisaría local.
La información brindada por la policía en aquel momento es que fue encontrado colgado de la puerta de rejas; ahorcado con el cordón de un pantalón tipo jogging que vestía entre las 20 y las 20.30.
Los familiares desde un primer momento manifestaron que era continuamente hostigado por la policía, además de no tener una conducta suicida dijeron no creer en la hipótesis del suicidio, porque habría tenido golpes en el cuerpo.
En aquel momento la autopsia, realizada por el Dr. Garnero, “confirma que la muerte fue por desnucamiento”, por otra parte dijo que “no surge ninguna circunstancia que haga pensar que la causa de la muerte haya sido otra que el desnucamiento”, pero no aseveró que el joven haya sufrido apremios ilegales
En aquel momento la entonces Fiscal Betina Croppi a pesar que aseguraba la inocencia policial, manifestó que registró "dos pequeñas escoriaciones en la frente, que podían ser de un golpe contra la reja o podía ser fruto de otra cosa, yo le pedí al medico forense que extrajera muestras para realizar un estudio anatomo patológico para saber el tiempo de coagulación, para determinar de que época eran esos golpes”.
Para pedir justicia por Maximiliano Acosta y por Juan Carlos Medina que había aparecido muerto un año antes de la misma manera en una celda de la Comisaría Morteros, realizaron una marcha con la participación de alrededor de 300 personas con la participación de representantes del Movimineto Lucha y Dignidad y de la Coordinadora Antirrepresiva por los Derechos Humanos de Córdoba. Esa marcha fue atacada por la policía al ser embestida por un vehículo no identificado conducido por un policía.
El Observatorio de Derechos Humanos de la UNC denuncio a la comisaria de Morteros por violencia institucional por la muerte por ahorcamiento de Maximiliano Acosta, encuadrándolo en Código: B. La investigación realizada determino que en la detención el joven fue golpeado por la policía, pero a pesar de ello cerraron la causa e imputaron a dos policías por abandono de persona. Nunca se logró que la causa hablara de asesinato, aun cuando se realizaría un pedido explicito al Observatorio de Derechos Humanos de la Nación para que se hiciera parte en el hecho investigado.
A ochos años de que apareciera sin vida Maximiliano Acosta, aún sigue impune, sin que la familia pueda dar su descanso en paz, como consecuencia de los cómplices silencios que en el desarrollo del juicio comenzaron a quebrarse. Eran alrededor de 13 efectivos los que habrían estado en funciones es día, pero la casualidad hizo que en el momento de los hechos la mayoría salió a realizar diligencias y otros se fueron a descansar sin que vieran lo que ocurrió. Esperan los familiares se corte la cadena de complicidad para que se haga justicia.

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