Volvieron a reprimir a los jubilados

El vocero presidencial le bajó el precio a la marcha convocada todos los miércoles en reclamo de una mayor jubilación, que esta vez contará con la presencia de las hinchadas del fútbol argentino. La manifestación comenzó en el barrio de Congreso. Aparecieron volquetes con piedras en las inmediaciones, de manera sugestiva. 

Hinchas de clubes, partidos políticos, organizaciones sociales, sindicatos y la CGT arribaron cerca de las 16 a las inmediaciones del Congreso para apoyar el reclamo de los jubilados por un aumento en sus haberes. Mientras la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, amenaza con "detener" a quienes violen el protocolo antipiquetes y hasta con impedirles su ingreso a las canchas, aumenta el respaldo a la protesta por parte de distintos sectores y personalidades. El vocero presidencial Manuel Adorni tildó la manifestación como de "barras kirchneristas y de izquierda". 

En las inmediaciones aparecieron volquetes con piedras, por lo que crecÍ el temor a incidentes armados. 

Entre una de las tantas lamentables situaciones que se dieron en los alrededores, la policía federal detuvo de forma violenta a una joven mujer, que reclamó que la estaban asfixiando. 

Más allá del reclamo de la mujer, los agentes continuaron zamarreando a la mujer durante varios segundos, mientras intentaba buscar respiro ante el tenso momento y en medio de la represión que se desató con el aval de la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrrich.

En un nuevo vergonzoso episodio de represión, la Policía Federal agredió brutalmente a una jubilada que participaba este miércoles de la movilización frente al Congreso para protestar contra el ajuste de Javier Milei.

En el video difundido por redes sociales puede verse cómo la mujer se acerca a uno de los uniformados, quien se da vuelta y, casi sin mediar palabra, la empuja violentamente. La jubilada cae desplomada al piso, y queda tendida sin poder moverse por un fuerte golpe en la cabeza.  

En tanto, el policía se escabulle entre sus compañeros, mientras algunos de los presentes asisten a la mujer y le reclaman al uniformado por su brutal accionar. "No, ¿qué haces?", se escucha gritar a los presentes.