Dolor y enojo con PAMI por la muerte de un familiar

Hoy a una semana del fallecimiento de mi madre “María Catalina Baggio”, nosotros sus hijos queremos contarles la odisea que tuvimos que padecer al transitar su enfermedad. Así comienza doligo mensaje  recibido  en nuestra redacción ,  que  se  hace  dolor  compartido. 

Primeramente, por la burocracia de la obra social PAMI; cada estudio que necesitábamos nos argumentaba incoherencias; nos obligaban a gestionar nuevas recetas que, por supuesto se las entregábamos con fundamentos, PERO NOS QUEDO MUY CLARO QUE LOS TIEMPOS DE ELLOS NO ERAN LOS MISMOS QUE MI MADRE NECESITABA.

Primera etapa el diagnostico de cáncer de esófago, hasta llegar a eso tuvimos que hacer una serie de estudios. Yo Claudia Villarreal su hija mayor al trabajar dentro del sistema de salud con ayuda de excelentes profesionales pude acortar y obviar pasos y protocolos que pueden llevar meses.

Segunda etapa presentar formularios, recetas, historias clínicas para poder acceder a la medicación, debíamos empezar cuanto antes con la quimioterapia como era de esperarse PAMI no nos enviaba la medicación, demás esta decir que ya estaba aprobada. Como familia estábamos angustiados y nos sentíamos con las manos atadas, dicen que siempre hay una luz al final del camino y efectivamente así fue; nos facilitaron un celular de una institución en Córdoba sin fines de lucro llamada “APROADOC”, nos pusimos en contacto inmediatamente y ellos nos ayudaron desinteresadamente otorgándonos la medicación a un precio menor de lo que costaba realmente, esta institución trabaja con donaciones, ayudan a personas que necesitan no importa si tenes o no obra social. Quiero destacar que las donaciones son de pacientes o familiares que ya no utilizan la medicación o por alguna razón tuvieron que cambiarla. Si tienen la medicación que vos necesitas en stock te la dan sin cobrarte un centavo, si no la tienen te la consiguen a un menor costo como ya lo dije antes. Gracias a ellos y al LALCEC pudimos comenzar con las quimioterapias.

Mi madre se internaba 48 hs cada 15 días para administrar las drogas correspondientes a su ciclo, al mes de haber empezado su tratamiento PAMI se digna a enviarnos la medicación que habíamos solicitado, hasta ese momento parecía que estaba respondiendo favorablemente a dicho tratamiento; ya finalizando el mismo se solicita una nueva droga (nivolumab) para su inmunoterapia. Como era de esperarse PAMI la rechaza, nuevamente presentamos una y otra vez su historia clínica con el fundamento del porque se solicitaban, su respuesta fue contundente “NO YA QUE EL PAMI NO LE DABA COBERTURA A LA MISMA YA QUE ERA UN CANCER DE ESOFAGO Y NO UN CANCER DE COLON”, hasta el día de hoy no podemos entender cual es la diferencia porque al fin y al cabo era cáncer, no entendemos su argumento porque ellos se creen con la capacidad de negarla

 Supimos entonces que PAMI no iba a cambiar de opinión y ahí decidimos presentar un recurso de amparo, nos comunicamos con la defensoría del pueblo, le explicamos nuestro caso y ellos nos brindaron sus servicios gratuitamente, ese maravilloso equipo nos asesoro, nos brindo la contencion que estabamos necesitando, constantemente estaban en contacto con nosotros y nuestra madre, el 6 de mayo nos comunican que PAMI no cumplió con la cautelar el 7 de mayo los abogados presentaron un escrito solicitando que se intime al PAMI para darnos una respuesta, el jueves 9 de mayo se comunican con nosotros solicitándonos una receta actualizada para por fin darnos la droga que tanto le pedimos, parecía que nos estaban tomando el pelo, mi madre ya estaba agonizando. 10 meses estuvimos pidiéndoselas y miren su ironía, llegan cuando ella ya se estaba apagando, teníamos ganas de insultarlos y desearles lo peor pero no lo hicimos porque ahora nuestra única preocupación era que mi madre no sufriera y estar unidos como familia para que se pueda ir en paz. Finalmente, el 11 de mayo a las 3:45 hs mi madre deja de existir.

La finalidad de este escrito es para aconsejarlos que reclamen lo que les pertenece, yo no sé si la inmunoterapia le hubiese salvado la vida, pero si estoy segura de que le hubiera brindado una mejor calidad de vida sin tanto sufrimiento.

Mi consejo es que no tengan miedo, hagan publicas este tipo de situaciones, recuerden que hay instituciones, abogados, doctores, que pueden ayudarlos, No tienen por qué transitar esta enfermedad solos. En este momento nuestro dolor se va a alivianar sintiéndonos útiles. Ojalá podamos lograr que no haya tanta burocracia a la hora de salvar una vida. DESEAMOS DE CORAZON QUE HAYA MENOS MARIA CATALINA, y ojalá otra familia no tenga que vivir lo que nosotros sí.

Estamos a disposición de lo que necesiten para orientarlos y ayudarlos en esta lucha tan larga y a su vez tan corta.

Gracias a todos y ojalá puedan leer nuestro descargo.

Saludan atentamente sus hijos: Claudia, Julio, Valeria y Nahuel Villarreal