Hijos que maltratan a sus padres: los motivos y que hacer con un delito que crece en la región

La adicción a la drogas y el maltrato infantil, los agresores son en su gran mayoría varones menores de 30 años

LOCALES 12 de junio de 2022 Pérez Darío Eduardo Pérez Darío Eduardo
ABUELOS FANTASMAS

No  pasa un semana  que  en las  noticias  policiales de  San Francisco  y la  región, no  aparezcan  ataques  de hijos  a padres, a tal  punto  que  tienen  que ser  detenidos , algunos  rompen la orden de no acercarse a sus  progenitores.Una  alta  fuente  policial dijo  a  FMR90.7  que  los  agresores  son  en su mayoría varones menores  de 30  años  y  con problemas de  adicción a la drogas, muchas  veces  roban  elementos en su  casa paterna  para  venderlos  y adquirir  marihuana  o  cocaína.También el maltrato infatil sufrido figura  en las  causas de esta dolorosa conducta.

Comienzan con un insulto, siguen con amenazas y acaban con agresiones físicas. El que actúa con violencia es un niño, niña, adolescente o joven, y el que la recibe, su padre, su madre, su abuelo, su hermano o su educador. Este tipo de violencia doméstica, llamada violencia filio-parental, va en aumento,  pero sobre todo en nuestra región. En las siguientes líneas analizamos el perfil de los hijos que ejercen este maltrato y el de los padres y las madres que lo sufren, detallamos el tipo de violencia que realizan y explicamos qué hacer en estos casos Un informe  de María  H. Gonzales para Erosky  nos  ayuda  entender  este doloroso delito..
Por desgracia, cada vez son más frecuentes los casos de violencia filio-parental. «Lamentablemente somos líderes en la prevalencia del problema, en la cantidad de casos que hay, como en los estudios, recursos y profesionales que se dedican a ello». 

Además, son los «delitos que más dificultades presentan, por los que más medidas cautelares se solicitan y más detenidos pasan a disposición del Fiscal»,  

Tipos de maltrato de hijos a padres

Y es que la violencia filio-parental no solo son golpes. Los expertos  la definen como el conjunto de conductas violentas reiteradas dirigidas hacia los padres, madres o adultos que ocupan su lugar. Pueden ser físicas, psicológicas tanto verbal o como no verbal y económicas y se manifiesta de diversas maneras, como detalla la ‘Guía básica de actuación en situaciones de Violencia Filio-Parental‘ 

Maltrato físico: escupir, empujar, golpear, pegar patadas, dar mordiscos, lanzar objetos, pegar puñetazos en puertas y/o paredes.
Maltrato psicológico: intimidación verbal (gritos, amenazas, insultos repetidos, humillaciones, etc.); gestos amenazadores; manipulación; amenazar con matarse y/o huir de casa como forma de obtener lo que quiere o para controlar a su familia; rotura de objetos apreciados por los padres.
Maltrato económico: robar dinero o pertenencias de la familia o amigos, así como contraer deudas cuyo pago recae en los progenitores.
Pero también se considera violencia filio-parental cualquier otra acción o conducta que amenace el sentido de bienestar y seguridad de una persona.


Cómo reconocer al hijo que maltrata a sus padres
Antes, este maltrato de hijos a padres se asociaba con trastornos psiquiátricos graves, familias desestructuradas, maltratos infantiles, violencia de género o problemas con las drogas, recuerdan desde la Sociedad Española para el Estudio de la Violencia Filio-Parental.

Ahora también, pero,  cada vez son más los chicos y chicas de cualquier clase social (consumidores de cocaína  y marihuana, como muchos de su edad) que ejercen este tipo de violencia porque se han acostumbrado a hacer lo que quieren en casa, donde se han convertido en los reyes, en los tiranos que han encontrado un vacío de poder, lo han ocupado y utilizan la violencia para mantenerse en él.

Vicente Garrido, criminólogo y profesor de la Universidad de Valencia, considera en su libro ‘Los hijos tiranos. El síndrome del emperador’ que la clave está en «la naturaleza de la personalidad de estos chicos, que son muy pobres en su capacidad de sentir emociones morales como el cariño o apego a los otros, la empatía, la compasión o el sentimiento de culpa. Desarrollan —prosigue— creencias que les hace verse por encima de las reglas y del derecho de los padres a corregirles».

Este perfil de maltratador, sin embargo, no se mantiene más allá del hogar: inseguros y de autoestima baja, fuera de casa son aparentemente normales, niños modelo y hasta sumisos. Muchas veces han sufrido acoso escolar, y maltratan por ello a los progenitores por no haberles sabido proteger, o han sido excesivamente protegidos y, al no saber enfrentarse a los problemas por inseguridad, les culpan de eso.

➡️ Los progenitores maltratados, por su parte, son padres tardíos, con menos hijos o con uno muy deseado. Por lo general, son sus madres. Tienen miedo a perder su afecto si se muestran severos o duros, al ponerles límites o al negarles cosas. Sobreprotectores, inseguros y sin saber ponerse de acuerdo en la educación de su hijo, se avergüenzan de tener que confesar que su niño les pega y no saben cómo afrontar esa situación.

Dónde acudir si mi hijo me maltrata
Saber decir «no» puede ayudar a prevenir esta violencia. No tolerar faltas de respeto es vital, como se recomienda  ni un insulto ni un empujón.En San Francisco  el  área  de  violencia  familiar  de la  justicia es la encargada de asesorar  a  las víctimas

Pero si con frecuencia, no de manera aislada o puntual, tu hijo te descalifica, te quita dinero sin permiso o te agrede, estás sufriendo violencia filio-parental; también si sientes miedo a molestarle y evitas hacerlo. Su actitud no es normal, propia de la edad ni de la adolescencia. Y menos si es un hijo adulto mayor de edad. Madre, padre, abuelo, tutor, educador… no sos culpable.Los expertos consultados recomiendan hablar con alguien de confianza y contactar con los servicios sanitarios o sociales  para pedir orientación y buscar apoyo.En los  tribunales de San Francisco las  fiscalías  reciben a  los denunciantes  y los orientan.

👉​ Denunciar a tu hijo
Pero si la conducta agresiva puede poner en riesgo tu integridad o la del resto de la familia ¿qué hacer? Habrá que contactar con la policía  y poner una denuncia en la unida fiscal  de la UR6. Y aunque resulte difícil, en caso extremo, podés pedir que tu hijo abandone la casa  y  no se acerque.

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