CORDOBA: FALLECEN DOS NIÑOS POR COVID , DR ATIENZA CALIFICÓ DE "VERGUENZA NACIONAL" EL MANEJO DE LA ´PANDEMIA EN LA PROVINCIA.

Se complica con el comienzo de las clases presenciales masivas.

CÓRDOBA 03 de septiembre de 2021 Pérez Darío Eduardo Pérez Darío Eduardo
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Aunque los  medios de  Córdoba disimularon  la  información , no  se  puede ocultar  la  gravedad  sobre LA MUERTE  DE  DOS  NIÑOS DE 11  Y  13 AÑOS  A  CAUSA  DEL COVD. El magister en medicina Oscar Atienza , fue el único  médico  que  advirtió  sobre  este  gravísimo hecho  en  la  previa  de  la  vuelta  masiva  a las   clases presenciales  y calificó de " verguenza  nacional  el manejo  de  la  Pandemia  en Córdoba" -

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Investigadores del Hospital General de Massachusetts y del Hospital General de Massachusetts para Niños (Estados Unidos) han proporcionado datos críticos que muestran que los niños juegan un papel más importante en la propagación de COVID-19 en la comunidad de lo que se pensaba anteriormente.

En un estudio ha contado con 192 niños de entre 0 y 22 años. De ellos, 49 niños dieron positivo en la prueba del SARS-CoV-2, y otros 18 tuvieron una enfermedad de inicio tardío relacionada con COVID-19.

En este sentido, se demostró que los niños infectados tenían un nivel significativamente más alto de virus en sus vías respiratorias que los adultos hospitalizados en las UCI para el tratamiento de COVID-19.

“Me sorprendieron los altos niveles de virus que encontramos en niños de todas las edades, especialmente en los dos primeros días de la infección”. Así lo explica Lael Yonker, líder del estudio, que se ha publicado en la revista ‘Journal of Pediatrics’.

“No esperaba que la carga viral fuera tan alta”

Lael Yonker, líder del estudio
“Piensas en un hospital, y en todas las precauciones tomadas para tratar adultos gravemente enfermos, pero las cargas virales de estos pacientes hospitalizados son significativamente más bajas que las de un ‘niño sano’ que anda por ahí con una alta carga viral de SARS-CoV-2”, ha manifestado Yonker.

Propagación silenciosa del virus
La transmisibilidad o el riesgo de contagio es mayor con una carga viral alta. E incluso cuando los niños presentan los síntomas típicos del COVID-19, como fiebre, secreción nasal y tos, a menudo se superponen con enfermedades infantiles comunes, como la gripe y el resfriado común. Esto confunde un diagnóstico preciso de COVID-19.

Junto con la carga viral, los investigadores examinaron la expresión del receptor viral y la respuesta de los anticuerpos en niños sanos, niños con infección aguda de SARS-CoV-2 y un número menor de niños con Síndrome Inflamatorio Multisistémico en Niños (MIS-C).

Los hallazgos de los hisopos de nariz y garganta y las muestras de sangre del biorreceptor pediátrico COVID-19 tienen implicaciones para la reapertura de escuelas, guarderías y otros lugares con una alta densidad de niños y una estrecha interacción con los maestros y el personal.

“Los niños no son inmunes a esta infección y sus síntomas no se correlacionan con la exposición y la infección”. Así lo destaca otro de los autores, Alessio Fasano.

Los investigadores señalan que aunque los niños con COVID-19 no son tan propensos a enfermarse tan gravemente como los adultos, como portadores asintomáticos o portadores con pocos síntomas que asisten a la escuela, pueden propagar la infección y llevar el virus a sus hogares.

Esto es motivo de especial preocupación para las familias de ciertos grupos socioeconómicos, que han sido los más afectados por la pandemia, y para las familias multigeneracionales con adultos mayores vulnerables en el mismo hogar. En este estudio, el 51 por ciento de los niños con infección aguda de SARS-CoV-2 procedían de comunidades de bajos ingresos, en comparación con el 2 por ciento de las comunidades de altos ingresos.

Receptores del virus y carga viral
En otro hallazgo innovador del estudio, los investigadores cuestionan la hipótesis actual. Esto se debe a que los niños tienen un número menor de receptores inmunes para el SARS-CoV2. Al tener un menor número, los hace menos propensos a infectarse o enfermarse gravemente.

Los datos del grupo muestran que aunque los niños más pequeños tienen un número menor de receptores del virus que los niños mayores y los adultos, esto no se correlaciona con una disminución de la carga viral. Según los autores, este hallazgo sugiere que los niños pueden tener una carga viral alta. Esto significa que son más contagiosos, independientemente de su susceptibilidad a desarrollar la infección por COVID-19.

Los investigadores también estudiaron la respuesta inmunológica en el MIS-C, una infección sistémica multiorgánica que puede desarrollarse en niños con COVID-19 varias semanas después de la infección. Las complicaciones de la respuesta inmunológica acelerada observada en el CMI-C pueden incluir problemas cardíacos graves, shock e insuficiencia cardíaca aguda.

La  Pandemia  en  la  niñez 

El 57% de los chicos y chicas que manifestaron la infección conocida como “síndrome inflamatorio post covid” requirieron internación en unidades de terapia intensiva. El dato surge de la investigación sobre el comportamiento del coronavirus en niños, niñas y adolescentes que lleva adelante el Instituto de Investigaciones en Retrovirus y Sida (INBIRS), dependiente de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Conicet. “Con lo poco que aún sabemos del virus, y mucho menos en niños, todo avance es alentador para entender cómo se comporta”, reflexionó en diálogo con Página/12 Lourdes Arruvito, a cargo de la investigación que trabajó con más de mil pacientes pediátricos de ocho hospitales del AMBA. La investigación revela, por un lado, por qué el sistema inmunológico de los niños, niñas y adolescentes combate mejor el virus que el de los adultos. Y además advierte sobre el riesgo del síndrome inflamatorio multisistémico o “síndrome inflamatorio post covid”.

La investigación, que inició a fines de abril del año pasado, se había planteado en un primer momento analizar el nivel de contagios en niños, niñas y adolescentes. En ese entonces se registraban sólo 152 casos de coronavirus en menores de 15 años. “Fuimos cambiando la mirada y sumando hipótesis a medida que avanzábamos. Hoy está claro que los chicos se contagian y si bien suelen atravesar la enfermedad de forma leve, no están exentos de complicaciones”, señaló Arruvito y advirtió que “si algo que cambió con la segunda ola, es que están ingresando con más frecuencia casos severos en distintas instituciones. Por eso no hay que dejar de poner atención en cómo evoluciona el covid-19 en niñes”. 

El estudio, que contó con el financiamiento del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y cuyos resultados se publicaron en la revista EBioMedicine del grupo The Lancet, se llevó a cabo con 1.037 pacientes pediátricos con covid-19 del Hospital de Niños Pedro de Elizalde, el Hospital Universitario Austral, el Hospital Eva Perón, el Hospital Posadas, el Hospital Naval, la Clínica del Niño de Quilmes, el Hospital Thompson y el Hospital Fernández. Del total de casos positivos, diez fueron casos severos, que derivaron en neumonía y requirieron de asistencia respiratoria. 

“Hay un subgrupo de pacientes con patologías previas que manifestó una producción de anticuerpos débil y retardada en el tiempo. De estos pacientes hubo dos fallecidos, aunque no podemos precisar si fue estrictamente por el virus o por una conjunción de factores”, detalló Arruvito. En cuanto al resto de los pacientes analizados -asintomáticos, leves y moderados-, “las chicas y chicos que no presentaron síntomas o fueron muy leves generaron anticuerpos de forma temprana”, es decir, dentro del primer mes luego del diagnóstico de la enfermedad. En un grupo al cual se le hizo seguimiento, aún los conservaban tres meses después.

Un glóbulo particular
Uno de los principales hallazgos del estudio es una respuesta atípica por parte de los neutrófilos -un tipo de glóbulo blanco que ayuda a combatir la infección- que presentaron los niños y niñas con covid-19. La pregunta acerca de por qué los chicos y chicas presentan síntomas más leves o nulos fue uno de los interrogantes de la investigación ya que, de los 552 casos analizados en etapa aguda, 84 fueron asintomáticos, 358 fueron pacientes leves y 100 moderados.

-¿Con qué se relaciona este comportamiento?

-Tiene que ver con la respuesta inmune innata de esta franja etaria. Estas células -los neutrófilos- tienen un rol dual. Ayudan en la eliminación del virus aunque también pueden resultar dañinos si migran de forma masiva al foco inflamatorio, que en este caso es el pulmón. Lo que demostramos es que hay un fenotipo atípico en los neutrófilos circulantes en niños con covid-19 que difiere notablemente del fenotipo mostrado por los neutrófilos de pacientes adultos contagiados con el virus. Este patrón distintivo previene la infiltración, es decir, inhibe esta migración y preserva la función pulmonar, lo que explicaría por qué los chicos presentan menos síntomas respiratorios aunque no quiere decir que potencialmente no enfrenten ningún riesgo.

-¿Qué riesgos podrían presentarse?

-Todavía no hubo tiempo suficiente para evaluar todas las posibles consecuencias del virus en los chicos, pero el hecho de que se curse una enfermedad leve no asegura que posteriormente no aparezcan otras patologías o secuelas a largo plazo, como el asma en la infancia, fatiga o la hiperactividad bronquial, que suelen manifestarse después de cursar otras enfermedades respiratorias que circulan en la infancia. Hasta ahora, lo que sí sabemos es que hay una infección conocida como “síndrome post covid” o MIS-C por sus siglas en inglés que aparece en chicos sanos que cursaron la enfermedad de forma asintomática y afecta al sistema cardíaco, con una respuesta inflamatoria muy exacerbada.

-¿Cuáles son las características de esta infección?

-Es una respuesta inflamatoria severa a una infección previa. Se manifestó en chicos en edad escolar, que rondan los 6 años. Aparece entre uno a dos meses después de la infección por coronavirus y en general presenta lesiones en la piel, diarreas, síntomas cardíacos, aneurismas en las arterias coronarias, y una inflamación descontrolada. Si bien evolucionan favorablemente, la mayoría requiere internación en unidades de terapia intensiva. En la investigación evaluamos los principales órganos que se ven comprometidos: además del compromiso cardíaco, a nivel hematológico puede producir anemia, plaugtopenia o trastornos en la coagulación, y el tercer órgano más afectado es la piel. Respecto de la relación de esta infección con la covid-19, como en general los chicos que manifiestan el síndrome fueron asintomáticos, recién cuando aparece la inflamación podemos saber, por el nivel de anticuerpos, que previamente tuvieron coronavirus.

Hasta el 3 de mayo, según el último reporte de la cartera nacional de Salud, 128 pacientes pediátricos manifestaron esta infección. En el caso de los pacientes involucrados en el estudio, el 57% de los que manifestaron el MIS-C o síndrome inflamatorio multisistémico requirieron internación en unidades de terapia intensiva, y más del 90% tenía serología positiva para el IgG anti sars-cov-2, lo que significa que previamente habían cursado la enfermedad. En Estados Unidos, el síndrome afectó a más de 2 mil pacientes durante el año pasado y causó 30 fallecimientos. Allí, la media de edad fue de 9 años.

-Está claro que con la relajación social y la vuelta a las escuelas los contagios han crecido. Que los chicos se contagian y pueden contagiar es una realidad. Si bien hay que tener en cuenta el rol social de ciertas actividades, hay medidas como la restricción de la circulación que son transitorias pero importantes mientras avanzamos con la vacunación de la mayor cantidad de personas. Si pensamos en los riesgos, hay tres grupos de niñes vulnerables a los que habría que proteger: a los menores de dos años, que tienen el sistema inmunológico aún inmaduro, a los que poseen enfermedades previas, porque pueden desarrollar formas más severas de coronavirus, y a los chicos en edad escolar, en especial los de la franja etaria que manifestaron el síndrome inflamatorio post covid, que si bien es poco frecuente, pone en riesgo la vida y para quien lo tiene que atravesar no es para nada agradable.

 

Informe: Lorena Bermejo para  Página 12 
 
 

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