La caída del consumo: se vende % menos y hay 282 mil trabajadores registrados menos

. Las restricciones de consumo, reflejadas en el aumento de precios de productos esenciales, han sido un freno inflacionario en sí mismo.

POLÍTICA - ECONOMIA13/10/2025
almaceneros

Uno de los aspectos que evidencia las debilidades de la política económica del gobierno nacional es la situación del consumo masivo. La demanda de bienes esenciales se convierte en un punto clave donde se intersectan variables determinantes para la economía, como la capacidad de compra, el ingreso (y, por ende, el empleo) y la inflación.

En la actualidad, el único logro que exhibe la administración nacional es un aumento moderado en los precios, que, a pesar de la tensión cambiaria, se sostiene en torno al 2% mensual. Aunque esto está lejos de la promesa del presidente, quien anticipó que para mitades de año la inflación caería por debajo del 1%, es cierto que la proyección de inflación para este año, en el orden del 30%, representa una mejora respecto a las tres cifras que se registraron anteriormente. Sin embargo, esto no se traduce en un fortalecimiento de la demanda.

La Volatilidad del Dólar y su Impacto en la Inflación

Los datos recopilados de supermercados y comercios de cercanía indican que la contracción en las ventas es una tendencia persistente. De hecho, las cadenas nacionales reportaron en septiembre una disminución del 5% en unidades vendidas en comparación con el año anterior, según Víctor Palpacelli, presidente de la federación de supermercados nacionales.

Este descenso en las ventas es preocupante, especialmente considerando que la base de comparación es baja. Tanto las mediciones del Indec como las de consultoras privadas como Scentia y NielsenIQ coinciden en que la disminución de la demanda en 2023 fue de dos dígitos, marcando uno de los peores registros en dos décadas. Para Scentia, el deterioro en las ventas de supermercados y autoservicios fue del 14% en comparación con 2022. A pesar de una caída de tal magnitud, se esperaba una recuperación del consumo masivo, lo cual no ha sucedido.

“Hay restricción de consumo”, manifestó Palpacelli, quien también lidera la red de supermercados Almacor. Esta merma actúa como un freno inflacionario, indicando que “cada vez que se incrementa un precio, las ventas disminuyen”. Esto ha provocado un aumento moderado en la inflación, ya que en septiembre, debido al alza del dólar, los precios en los supermercados subieron un promedio del 2,5%, frente al crecimiento previo del 1,6%. En general, los aumentos dentro de la industria alimentaria han sido mesurados, excepto en productos vitales de la canasta básica, como yerbas y aceites, que experimentaron incrementos de entre el 5% y el 6%, según afirmó Palpacelli.

Septiembre: Un Mes Crítico para las Ventas Minoristas

En el segmento de los comercios de cercanía, la caída en el consumo es aún más pronunciada, característico de los periodos recesivos donde la capacidad de compra de los consumidores se reduce y migran hacia formatos que ofrecen precios más bajos. Según el último informe del Centro de Almaceneros de Córdoba, entre enero y septiembre, las ventas en estos negocios han disminuido en un 21,6% en comparación con el año pasado. Esta caída rompió la meseta previa del 20%, convirtiéndose en el peor registro de ventas minoristas del año.

La combinación de una inflación persistente, el deterioro social, la caída del consumo y la volatilidad financiera configura un escenario macroeconómico altamente frágil, que afecta las decisiones de consumo de las familias y la inversión empresarial. Un destacado empresario del sector alimentario mencionó que, aunque en términos de producción se mantienen alineados con el año anterior, el verdadero derrumbe se está sintiendo en la rentabilidad.

Aumento de Gastos Fijos y Efecto en el Ingreso Disponible

Una de las principales causas detrás de la depresión de la demanda es la destrucción del mercado laboral. Según datos oficiales, el último informe de empleo correspondiente a junio revela que durante este gobierno anarcolibertario se registraron 282,000 trabajadores menos, siendo cerca del 60% de ellos del sector privado. Además, el Ministerio de

Trabajo ha homologado acuerdos paritarios que proponen un incremento del 1%, en un contexto de inflación del 2%, lo que ha resultado en una reducción de la masa salarial y, por ende, en una caída de ingresos.
Otro factor que contribuye a la disminución de la demanda es la erosión del ingreso disponible. Este se refiere a la cantidad de dinero que queda disponible tras cubrir los gastos fijos, predominantemente en servicios como energía, agua, transporte y alquiler. En este sentido, estos costos han aumentado a un ritmo superior al de la inflación. Durante este año, los gastos han subido un 25%, mientras que los precios generales se han incrementado un promedio del 19% según el Indec.

Esto se debe en gran parte a la reducción de subsidios gubernamentales relacionados con el consumo de agua, gas y electricidad, algo que forma parte de su estrategia para ajustar sus erogaciones y lograr un superávit fiscal. Por lo tanto, en un contexto de reducción de masa salarial y disminución del poder adquisitivo, el aumento en los costos de servicios y alquiler se traduce en un mayor impacto sobre el ingreso, limitando así el poder de compra del consumidor y, en consecuencia, la demanda.

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