Villarruel contra la ESI y la perspectiva de género: "Nuestro gobierno los va a combatir hasta que no nos quede sangre en el cuerpo"

La vicepresidenta tomó un caso de abuso sexual ocurrido en una cárcel de Córdoba como argumento para defenestrar la perspectiva de género, la inclusión y la aplicación de la ley de Educación Sexual Integral.

POLÍTICA12 de noviembre de 2024
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En las últimas horas la vicepresidenta Victoria Villarruel tomó un caso de abuso sexual ocurrido dentro de la cárcel de mujeres en Bouwer, en Córdoba, como excusa para invalidar la aplicación de la ley de Educación Sexual Integral y la importancia de la perspectiva de género en la lucha por la igualdad, la incusión, y contra las violencias hacia las mujeres y la diversidad.

En sintonía con la línea de Javier Milei, que desde su llegada al poder se ensañó con el feminismo y el colectivo  LGBTIQ+, llegando a prohibir el uso del lenguaje inclusivo y “todo lo referente a la perspectiva de género” en la Administración pública, este lunes Villarruel realizó gravísimas acusaciones utilizando la terminología habitual de la ultraderecha para descalificar la perspectiva de género, que consiste en llamarla "ideología de género". 

En ese marco, la vicepresidenta remarcó que el gobierno de Javier Milei va a "combatir" la ideología de género y la sexualización de los niños. "Esto es claro y simple, el que esté a favor de la ideología de género es un degenerado/a, y el que esté a favor de sexualizar a los niños es un pedófilo en potencia. Nuestro gobierno los va a combatir hasta que no nos quede sangre en el cuerpo", escribió Villarruel en la red social X. 

El comentario de la vicepresidenta estuvo acompañado de una noticia acerca de una persona estaba presa y que cambió de género, tras lo cual la trasladaron a un pabellón femenino y allí violó y embarazó a otra reclusa. El hecho ocurrió en Córdoba y, según un nuevo fallo, "para brindar completitud a los derechos de la aquí imputada, se vulneraron o se pusieron en riesgo los derechos de 481 mujeres internas".

El acusado dejó el género masculino y pasó a llamarse Gabriela Nahir Fernández y con su nueva identidad fue trasladada de pabellón en la cárcel de Bouwer, donde ejerció violencia contra otras mujeres presas y dejó embarazada a una compañera.

Las acusaciones de la Vicepresidenta, sus dichos, se dan semanas después que el presidente Milei se burlara y defendiera públicamente a Germán Kiczka, ex diputado provincial de Misiones, que enfrenta graves acusaciones de pedofilia tras el hallazgo de material explícito en sus computadoras y teléfonos. 

Además, en reiteradas oportunidades Milei ha utilizado términos de violencia sexual explícita con metáforas que hacen alusión a la sodomización, violación y el abuso sexual contra las infancias. Sin embargo, en ninguna de esas oportunidades la Vicepresidenta ha manifestado su repudio o siquiera se ha expresado.

Gracias a la ESI, se detectan los abusos

Los dichos de Villarroel criminalizan y estigmatizan a quienes defienden la ESI y la perspectiva de género,  que justamente son dos pilares de la lucha contra el abuso sexual. De hecho,  un estudio del Ministerio Público Tutelar (MPT) de la Ciudad de Buenos Aires reveló que gracias a la Ley de Educación Sexual Integral, entre el 70 y el 80 por ciento de los niños, niñas y adolescentes de entre 12 y 14 años que pasaron por la Sala de Entrevistas Especializada del organismo pudieron comprender que fueron abusados después de recibir clases de ESI.

La avalancha de entrevistas realizadas están vinculadas en un 99 por ciento a casos de abuso sexual. “La población que viene a declarar tiene entre 3 y 4 años, y entre 12 y 14 años. En la franja de 3 y 4 años no hay diferencia por género. En cambio, en la de 12 a 14, casi el 70 por ciento son niñas”, detalló la titular del MPT.

“Entendieron los cuidados hacia ellos mismos, sobre su cuerpo, que hay conductas y tocamientos que no son normales y que constituyen abusos”, detalló, y remarcó que “otro punto importante es que la mayoría logró contarlo en la escuela. Es decir, la ESI abrió un espacio de diálogo sobre estos delitos que les permitió, por un lado, entender qué les pasó, y, por otro, generar un espacio de confianza que les posibilitó contarlo”.

De acuerdo a las estadísticas oficiales sobre abuso sexual infantil en el país, el 53 por ciento de los abusos sucede en el hogar de la víctima, el 18 por ciento en la vivienda del agresor y el 10 por ciento en la casa de un familiar; el 47 por ciento de las víctimas tienen entre 6 y 12 años, el 28 por ciento hasta 5 años y el 25 por ciento entre 13 y 17 años.

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