Emergencia Ni Una Menos: “Nos mata el machismo, nos golpea la pobreza”

Por tercera vez, se presentará en el Congreso el proyecto de ley para declarar la emergencia en violencia de género en el país. Entre el 2015 y 2022 hubo más de 1.800 víctimas.

EL PAIS10 de marzo de 2023
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Durante enero y febrero de este año, en Argentina hubo 68 muertes violentas de mujeres, travestis y trans, de las cuales 39 fueron femicidios y hubo un total de 93 intentos. Todavía no se reportaron datos de lo que sucede en marzo, pero hasta el momento, en nuestro país hay una muerte violenta de mujeres, lesbianas, travestis y trans cada 21 horas. 

“Tenemos un movimiento feminista tan fuerte que ha impulsado tantas cosas, se conquistaron derechos, pero los femicidios no se han reducido ostensiblemente desde el 2015 hasta la fecha, y ponemos el 2015 como el hito de Ni Una Menos, cuando empezamos a tener otra mirada de estos temas”, dice Betiana Cabrera Fasolis, coordinadora de la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLá), que difundió la semana pasada un informe con el registro nacional de femicidios, que vienen realizando todos los meses. 

“Qué pasa que aún no podemos prevenir los femicidios”

“En MuMaLá hace cuatro años empezamos a registrar también los intentos de femicidios porque creíamos que ahí había algo que nadie estaba hablando. Los ‘casi, casi’ que son tal porque interceden terceras personas: conocidos, vecinas, vecinos, compañeras o compañeros de trabajo y en algunos casos también logra interceder la fuerza policial y eso es una re buena noticia. Es decir, hemos ido avanzando, pero qué pasa que no podemos llegar antes, qué pasa que todavía no podemos prevenir los femicidios”, dice Cabrera Fasolis.

El proyecto “Emergencia Ni Una Menos” es impulsado por la organización feminista, tiene una adhesión de 150.000 firmas y entre los reclamos se enumeran, el fortalecimiento de equipos profesionales, territoriales, interdisciplinarios descentralizados; el patrocinio jurídico gratuito; el apoyo económico a las redes de organizaciones sociales; políticas para el abordaje y re-educación de agresores por motivos de género, dispositivos electrónicos para los mismos; protocolos de actuación, el control de armas al interior de las fuerzas de seguridad; aplicación de la Ley Micaela y de la Educación Sexual Integral; entre otras.

- Es la tercera vez que se presentará el proyecto desde 2018, ¿qué lo impulsa?

-Creemos que si bien ya tenemos un piso que hemos conquistado las feministas en este país, como tener ministerio, tener políticas particulares, seguimos viendo algunas ausencias que tienen mucho que ver con la coyuntura que estamos atravesando. Vinculado mucho a la crisis económica y por ende a la crisis social, por eso también la consigna “nos mata el machismo, nos golpea la pobreza”. Entonces este pedido de emergencia también tiene que ver justamente con pensar algunas cosas que ya existen e implementar otras.

- ¿Cuáles, por ejemplo?

-La exigencia de dispositivos de abordaje de las masculinidades, hay muy pocas en el país, solo una en Córdoba, centralizada en Córdoba capital y algo hay que hacer como Gobierno. Durante años nos hemos dedicado a decir qué tienen que hacer las mujeres, cómo tienen que denunciar, cómo tienen que entender que están atravesando una situación de violencia, hemos dicho durante años qué es lo que tienen que hacer las mujeres y en la otra parte de la ecuación, no hemos avanzado absolutamente nada. 

- De alguna manera, ¿la carga es solo de la víctima?

-La víctima es la que tiene que activar el botón antipánico, la víctima tiene que hacer la denuncia, la víctima es la que tiene que renovar la orden de restricción, la víctima es la que empieza a litigar por cuota alimentaria, por régimen de visitas en ese marco de violencia. Nosotras lo que estamos exigiendo es justamente -desde la perspectiva de las experiencias que sí han funcionado en el mundo- son los dispositivos interdisciplinarios de abordaje de las masculinidades violentas, que tiene que ver con una estrategia para reducir la reincidencia. Esto está comprobado que sí ha funcionado, sobre todo en España, un dispositivo que también se da en las instituciones carcelarias, a personas que ya están cumpliendo condena.

- ¿Cómo se puede abordar el tema de las masculinidades violentas?

-La pregunta es qué hace el Estado con los varones que ya están denunciados. A algunos sí se los deriva a algunos de estos dispositivos, por ejemplo, acá en Córdoba sí ocurre. El problema es que si sucede en el interior de la provincia esto nunca va a llegar. Por otro lado, es importante que estos dispositivos también estén disponibles para quienes quieran acceder, es decir que alguno que esté notando indicadores vinculados a violencia de género, tenga dónde ir. Hay muchísimos espacios que abordan y acompañan de alguna forma a las mujeres en situación de violencia, no hay casi nada del abordaje de masculinidades violentas. Que es un abordaje que se hace desde la mirada de la reeducación. Nosotras las MuMaLá adherimos a la mirada que la violencia de género, sobre todo el machismo y el patriarcado es un problema sistémico, que no se acaba con un enfoque individual. 

- El presupuesto estatal destinado siempre es determinante, ¿qué ayudaría a mejorar?

-Por ejemplo, un mayor presupuesto suma para incorporar los dispositivos electrónicos duales, algo que reclamamos porque es una tecnología más avanzada que la que tiene el botón antipánico, son los que suenan de forma automática. Estamos también pidiendo reasignación presupuestaria justamente para los planes de asistencia a mujeres en situación de violencia. Hoy el programa Acompañar dura solamente seis meses, es una beca, suele ser incompatible con otras becas de programas sociales. Nosotras lo que decimos es que necesitamos llevar al menos, a superar la línea de pobreza y necesitamos extenderlo.

- La situación actual de crisis económica, ¿expone mucho más a las mujeres?

-Algo que ocurre con la vulnerabilidad económica son las muertes violentas vinculadas a la condición de violencia de género. Es decir, no lo que el código penal entiende como femicidio en nuestro país, sino lo que el feminismo llama “feminicidio”. Es decir, aquellas muertes de mujeres por ausencia del Estado o por falta de políticas públicas, y ahí se engloban, por ejemplo, las muertes en situación de vulnerabilidad de las mujeres en las economías delictivas, por ejemplo, las mujeres que trabajan en los bunkers narcos, las mujeres asesinadas por ajuste de cuentas en venganza del narco que está en prisión. Todo esto nos puede llevar a pensar en lo que está pasando en Rosario, tan en agenda ahora y por lo cual también pedimos el desarme de armas. Ahí también se cuentan aquellas muertes vinculadas a la delincuencia común, porque muchas veces es más fácil robarle a una mujer de 70 años que está sola, torturarla y sacarle todo, antes que un varón. Ahí hay también una condición de género que el feminismo hace mucho viene visibilizando. Acá en Argentina hacemos esa disquisición para no prestar a confusión.

¿Qué falta impulsar con urgencia?

-Ni Una Menos trascendió fronteras y hemos logrado un montón de cosas, pero seguimos mirando y reclamando más políticas públicas porque necesitamos una profundidad en las mismas y más que nada una integralidad, un abordaje integral.

  

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