Frontera:Policías corruptos; jefes ‘dormilones’ y Ministro de Seguridad sin reacción…

Un crudo editorial de Castellanos

POLICIALES 10 de febrero de 2022 Pérez Darío Eduardo Pérez Darío Eduardo
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El gobernador no reacciona

 La investigación que llevó adelante la fiscal Gabriela Lema y los numerarios de la Agencia de Control Policial (exAsuntos internos) pone de manifiesto claramente la falta de conducción tanto en la Unidad Regional V como en el Ministerio de Seguridad que comanda Jorge Lagna. El descontrol que se observa en el ámbito de jurisdicción de Frontera y Josefina hace pensar que como mínimo, hay falencias notables en la conducción de la Agrupación de Unidades de Orden Público ya qué, evidentemente, su conductor ha viajado poco o nada a Frontera para enterarse de lo que estaba sucediendo. Los Eletti, Asís, Villafañe y probablemente algunos otros son solo los eslabones de una cadena que comienza mucho más arriba y que debieran dar explicaciones a la sociedad.

Lo de Frontera y Josefina, se sabe desde hace mucho tiempo y lo señalaban los vecinos de esas localidades, era una zona absolutamente abandonada a su suerte y dejada al libre albedrío de funcionarios policiales inescrupulosos qué, ante la falta de control de sus superiores jerárquicos y la evidente zona liberada en la que se movían, permitía que cometieran todos los excesos y quizás otros, que fueron imputados por la fiscal Gabriela Lema el pasado domingo y que desembocara en el dictado de una prisión preventiva sin plazos por parte de la Jueza Cristina Fortunato en la jornada de este martes.

¿Y los jefes? ¿Duermen?
Si bien lo de la corrupción del Subcomisario Gastón Exequiel Eletti (exJefe de la Zona de Inspección Nº 5); de la Subcomisario María Silvina Asís (exjefa de la Comisaría Sexta de Frontera): y de Juan Manuel Villafañe (exnumerario de la Brigada Motorizada de aquella ciudad) está por verse más allá que inicialmente se les haya decretado una prisión preventiva sin plazos, lo otro que indica el título de esta nota está bastante cercano a la realidad. Cuando uno toma contacto con la imputación de la fiscal (fueron 19 páginas las utilizadas para repasar cada uno de los trece ilícitos que les endilgó a los acusados) puede observar claramente de qué manera se manejaban los funcionarios policiales ante la evidente (y sospechosa) ausencia de sus jefes más inmediatos, léase Baudilio Ponce, jefe de Agrupación Unidades de Órden Público (quien tiene a su cargo todas las comisarías, subcomisarías y Destacamentos policiales del departamento Castellanos); o incluso de los titulares de la Unidad Regional V, el Director de Policía Ricardo Arnodo Suárez y la Subdirectora Marcela Fernández.

 
Lo de Ponce es francamente indefendible y su situación en el cargo debería estar seriamente cuestionada por estas horas. Pero también existe una inexplicable inacción de los jefes de la Departamental. Por lo pronto apenas se desató el escándalo y en medio del mismo, el jefe Suárez tomó su licencia y se fue. Mientras que su segunda, viajó a Frontera junto a Ponce para reunirse -uno no sabe para qué aunque lo que se comenta en voz baja no los ayudaría demasiado- con los policías que luego fueron privados de su libertad y llevados a audiencia.

Ministro sin reacción…
Ante todo lo que sucede y sucedió, llama poderosamente la atención también la falta de reacción de un Ministro de Seguridad que sigue por la provincia y por su cargo como si todo fuera un lecho de rosa en el territorio. Indudablemente que todas estas preguntas que nosotros hacemos, sería lógico que se las hiciera el ¿responsable? de la Seguridad en territorio santafesino. Pero lejos de ello pareciera que para Jorge Lagna sigue siendo mucho más importante lo que pasa en Rosario con los homicidios y la cocaína supuestamente trucha, que lo que ocurre en territorio del Departamento Castellanos (los dominios del Senador Alcides Calvo una de las manos derecha del gobernador) y cuya cabecera es precisamente el ‘lugar en el mundo’ de Omar Perotti.

 
La zona de terror…
Como para que los lectores puedan cuantificar el grado de corrupción y de falta de control que existía sobre los policías de Frontera, repasamos algunos hechos que cometieron. El tercero en orden endilgado por Gabriela Lema hace referencia a que el 28 de octubre de 2021 a las 21.50 el Subcomisario Gastón Eletti llamó por teléfono a la presidenta comunal de Josefina, Jorgelina Sicardi solicitándole que hable con la prensa para que reconozca la labor que según él venía desempeñando tras haber recuperado chapas del techo de la Capilla Vottero que habían sido sustraídas días antes. Además le pidió el envío de carne para hacer un asado para catorce personas en la Comisaría de Frontera.

 
El cuarto hecho se concretó el 29 de octubre de 2021 cuando Eletti recibió un llamado telefónico de una mujer preguntando cómo tenía que hacer para recuperar una moto que le habían sustraído días pasados y que la policía había recuperado. Ante ello de manera insistente el Jefe de la Zona de Inspección que le pidió reiteradamente la entrega de carne para hacer un asado para diez personas. Además Eletti omitió efectuar toda registración del procedimiento realizado para el recupero y devolución del vehículo en cuestión en los libros del a comisaría, no inició legajo de investigación ni comunicó le hecho al fiscal en turno incumpliendo de este modo los deberes inherentes a su cargo.

El 15 de noviembre del año pasado la Subinspectora María Silvina Asís en su carácter de jefa interina de la Comisaría de Frontera, llamó por teléfono al oficial que se encontraba de guardia en la dependencia para que insertara falsamente en el libro de guardia que ella salía de recorrida Ospe con otro oficial a las 22 horas para de ese modo, poder intervenir en la investigación de un hecho de robo del que resultó víctima Pablo ángel G., hijo de la jefa de la dependencia. Asimismo, teniendo conocimiento de la identidad del autor del citado delito y con la finalidad de impedir su individualización, ordenó al oficial de Guardia omitir registrar dicha información en la comunicación al fiscal y consignar que dicho ilícito no poseía autor individualizado colocando que era «NN».

Y hay más…
En cuanto al primer hecho se puede ver a las claras la forma de pensar y de actuar de la exjefa de la Comisaría de Frontera. En fecha 21 de setiembre de 2020, aproximadamente a las 19.40 horas, Franco Martín Cervera se encontraba sobre la vereda del Nuevo Banco de Santa Fe ubicada en la esquina del Camino Interprovincial y calle 84 de Frontera, a 50 metros de la Comisaría Sexta, desempeñando sus funciones como periodista con la finalidad de registrar los disturbios que ese día estaban sucediendo fuera de la dependencia. En esa circunstancia se acercó al periodista el suboficial de policía Waldo Samuel Gómez, numerario del Destacamento Nº 6 de Bº Acapulco y lo increpó diciéndole: «y vos qué mierda (sic) hacés filmando» a lo que Cervera le responde que era periodista. En ese momento se le aproxima María Silvina Asís, Jefa de la Comisaría Sexta quien comienza también a insultarlo y ordena detenerlo sin contar con orden del fiscal para ello ni proceder a la aprehensión por flagrante delito, ni anoticiar causa alguna. Así le ordena a Gómez y otro oficial Damián Alejandro López que lo privaran ilegalmente de la libertad. Cuando la víctima se identificó como periodista y les indicó que estaba trabajando sin resistirse en ningún momento, Asís lo agredió verbalmente manifestándole «estoy re podrida de los negros de mierda (sic) de Frontera y de estos periodistas chupa p… (sic). Yo te voy a dar a vos venir acá a filmar para estos negros de mierda (sic), quién te pensás que sos. A vos te voy a clavar el DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia del gobierno nacional); a esa moto te la voy a secuestrar (refiriéndose al rodado de la víctima); y a vos te voy a dejar ‘guardado’.

 
Luego de privarlo ilegalmente de la libertad; de hacerlo quedar descalzo y de tenerlo contra una pared, Asís labró un acta de procedimiento insertando, a sabiendas, declaraciones falsas en relación al procedimiento policial con la deliberada intención de ocultar el delito cometido.

Eletti, el ‘sereno’
En fecha no precisa pero ubicable entre el 25 y 26 de octubre de 2021, el Subcomisario eletti tomó contacto con un matrimonio de la ciudad de Santa Fe quienes estaban a cargo de una obra en construcción ubicada en Av. Facundo Zuviría al 7800 de la ciudad capital y le manifestaron que tenían necesidad de contratar un servicio de custodia policial para dicha obra, en virtud de hechos delictivos que habían sufrido anteriormente. Aprovechándose de esa situación y con el objeto de obtener un rédito económico para la organización que dirigía, Eletti ofreció -extralimitándose en sus funciones- proveerle un servicio de custodias policiales el cuál administraba personalmente, recaudando y asignando el personal policia, sin cumplir con las reglamentaciones administrativas y legales establecidas para la contratación de dicho servicio, generando así un perjuicio económico al erario público. La prestación irregular del referido servicio se extendió, de manera ininterrumpida, desde finales de octubre de 2021 hasta el 01 de febrero de 2022 (día de la detención de María Silvina Asís). El precio acordado fue inicialmente de $350, disminuyéndose a $300 a partir del 31 de octubre, no suscribiéndose documentación alguna y los pagos fueron efectuados en efectivo al propio Eletti.

Aprender de la orden superior…
Tal como ocurre en los actos de asunción de jefes policiales en las diferentes unidades regionales de la provincia, todos los actores jerárquicos de esta historia que hasta aquí lamentablemente brillaron por su ausencia -Baudilio Ponce, Ricardo Suárez, Marcela Fernández, Jorge Lagna- deberían aprender de la orden del jefe cuando el superior dice textualmente: Baudilio Ponce ¡Hágase cargo!; Ricardo Suárez ¡Hágase cargo!; Marcela Fernández ¡Hágase cargo!; Jorge Lagna ¡Hágase cargo!

Y por si todos ellos no estuvieran capacitados para cumplir la tarea, la orden debería ser para el Gobernador Omar Perotti: Sr. ¡Hágase cargo!

CASTELLANOS

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