Paso a paso Saire recordó aquella violenta noche: "Yo les pedía que me dejen de golpear que no había hecho nada"

El abogado querellante Santiago Ruiz adelantó que pedirá un cambio de carátula a lesiones gravísimas, y espera lograr un condena efectiva para que sea un caso ejemplar,

POLICIALES - JUDICIALES 23 de noviembre de 2021 Pérez Natalia Pérez Natalia
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Después de una noche de ansiedad y desvelo Fernando Saire llegó hoy a las escalinatas de los Tribunales de San Francisco, acompañado de su pareja, para enfrentarse a los dos oficiales de la policía de Córdoba que lo golpearon aquella madrugada del de febrero del 2019. 

El abogado querellante Santiago Ruiz adelantó que pedirá un cambio de carátula a lesiones gravísimas, y espera lograr un condena efectiva para que sea un caso ejemplar, por este tipo de conductas que muchas veces son "toleradas" por lo bajo; y sean sancionadas de una vez por todas. 

Dentro de la sala en los acusados, el sargento Diego Lencinas (44) y el cabo primero Gerardo Stefani (35), aguardaban junto a sus abogados defensores el inicio del primer debate. Ambos imputados negaron el hecho, pero solo Stefani anunció que declararía y respondería preguntas. 

Saire reconstruyó paso a paso como fueron los hechos de esa noche.  Pasada las 5 de la madrugada Fernando llegó acompañado de sus amigos a radicar una denuncia por violencia contra el dueño del local bailable Ninna. Mientras hablaban con la sumariante otro joven, que hasta el momento no fue identificado, entro al recinto intoxicado y muy alterado para hacer una denuncia contra el mismo establecimiento nocturno. Este causa un desorden en la sala cuando comienza a golpear la puerta y los escritorios. 

En ese momento el sargento Lencinas ingresa al hall y comienza a discutir con el alborotado muchacho que insistía en hacer la denuncia, mientras el oficial le señalaba que en el estado en el que se encontraba no podían tomársela. El cabo Stafani ingresa y se suma a la discusión.

Mientras tanto Saire se encontraba a un costado observando lo que sucedía, en un intento de calmar el violento ambiente en el que habían quedado inmersos se dirige al joven alcoholizado y le sugiere que se retire y vuelva el lunes a realizar la denuncia, pero que la haga porque ellos iban por el mismo motivo.

El chico sale corriendo y se va de la comisaría, Lencinas voltea hacia Fernando lo golpea en el pecho y le dice que "las ordenes las da él", y se le abalanza encima provocando que se golpee con la mesa de entrada. Stafani vuelve a ingresar y ambos se abalanzan sobre él haciendo que se golpee contra la puerta de entrada mientras intentan sujetarlo y llevarlo hacia adentro. 

Alarmado Saire le pide a sus amigos que filmen lo que estaba pasando con sus celulares. Los policías no se detienen e intentan llevarlo hacia el patio, pero Saire logra sostenerse con una mano del escritorio que llaman el corralito por su forma. Stefani lo sujetaba desde atrás. Una de las chicas que lo acompañaba saca el celular el oficial Lencinas le golpea la mano para sacarle el teléfono celular. 

En medio de toda la locura la sumariante ingresa nuevamente y lo increpa ordenando que le devuelva el aparato. Mientras tanto el forcejeo continuaba al ver que no lograban que se suelte del escritorio Lencinas comienza a golpearlo en las costillas, y lo llevan hacia el patio.

Lo empujan y cae al suelo, el sargento le patea la cabeza, que sería la primera de una lluvia de golpes de todo tipo. "Yo les pedía que me dejen de golpear que no había hecho nada. Que si el problema era la denuncia no la hacia, pero que me dejen ir que no los iba a denunciar a ellos", recuerda Fernando. 

Cuando los golpes al fin cesan lo llevan a la alcaldía, al calabozo, donde una vez mas lo golpean. Stefani regresa para pedirle los datos personales, mientras tanto adolorido y asustado Fernando intentaba a averiguar los nombres de los oficiales. Comienzan a decirle que se hacía el "canchero" y lo golpean una vez más. 

Una oficial mujer entra y observa todo lo que estaba pasando y le pide a Saire que se quede tranquilo que al otro día le iban a dar la libertad.  Queda a solas con el cabo Stefani y le da sus datos personales. Fernando insiste una vez mas intentando averiguar los nombre de ambos oficiales cuando Gerardo se levanta y le da un golpe en el rostro que provoca que caiga, con silla incluida en el suelo. Stefani da la vuelta el escritorio y comienza a pegarle en el suelo, hasta que finalmente lo llevan a la celda. 

Los demás detenidos comenzaron a preguntarle que había pasado, los gritos de desesperación de Fernando se escuchaban desde allí. Incluso uno llegó a a gradecer que le hallan pegado a el, argumentando que si no los hubieran sacado a ellos para golpearlos. 

Comienza a sentir mucho dolor en la zona del testículo izquierdo, comienza a sentir que se le subía el testículo. Cuando el dolor se hizo insoportable comenzó a pedir por un médico golpeando la puerta. Otro oficial de policía atiende al llamado y luego de un considerable tiempo lo trasladan al hospital. 

La voz de Fernando se quiebra cuando recuerda su paso por el nosocomio local, donde fue atendido en la guardia,  le realizan un ecografía, y descubrieron que tenía un testículo reventado. Al mediodía un urólogo le realiza un procedimiento de urgencia, pero deben amputarlo. 

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