
La inflación invisible
La municipalidad de San Francisco implantó operativos de control vehicular en las calles de toda la ciudad , las prueba de olfato para detectar posibles casos de coronavirus son las utilizadas desde hoy , entre los síntomas de esa enfermedad es la pérdida total o parcial de ese sentido. Las fragancias a " olfatear" son tres inconfundibles y distintas entre sí, en caso de no ser correcta la respuesta, se activa un protocolo, se hace le otorga un barbijo para cuidado. Otras medidas son el seguimiento vía teléfono y de ser necesario,un hisopado.
Los motivos de las nuevas medidas son el resultado del aflojamiento de la cuarentena y una mayor circulación de personas, algunas sin motivo y con el sólo sentido de romper el aislamiento. También, en los accesos de San Francisco se hace más complicado ingresar a la ciudad, el control se amplió por los contagios masivos del Hospital Italiano de la ciudad de Córdoba .
Se estima que el ser humano tiene entre 10 y 20 millones de neuronas o células olfatorias. Estas células proyectan una dendrita a la superficie del neuroepitelio, y cada una tiene entre 8 y 20 cilios que se sumergen en la capa de moco. La capa de moco protege al epitelio olfatorio de temperaturas extremas, de contaminantes y de partículas irritantes. Es, además, el primer sitio de contacto de las partículas odoríferas con las células olfatorias.
Las células de sostén rodean las neuronas receptoras y regulan el medio iónico para la transducción olfatoria, mientras que las células basales son las únicas que no se proyectan a la superficie epitelial y tienen capacidad de regeneración.
La primera encuesta sobre alteraciones olfatorias y del gusto en pacientes con COVID-19 fue realizada en pacientes hospitalizados en Milán durante los primeros tres meses del año en curso
De acuerdo con diversos reportes en Asia y Europa, las manifestaciones clínicas más prevalentes eran fiebre, tos, disnea, mialgias, odinofagia, cefalea, diarrea y rinorrea. Sin embargo, durante la expansión de la enfermedad en Europa, se detectó anosmia (acompañada por ageusia) como único síntoma en presencia de pruebas confirmatorias para COVID-19. La anosmia fue documentada como síntoma inicial antes de la aparición de otras manifestaciones como tos o fiebre; sin embargo, en otros pacientes ha permanecido como único síntoma durante el curso de la enfermedad.
La primera encuesta sobre alteraciones olfatorias y del gusto en pacientes con COVID-19 fue realizada en pacientes hospitalizados en Milán durante los primeros tres meses del año en curso. Los resultados de la encuesta mostraron que aproximadamente el 34% de los pacientes con COVID-19 había presentado alteraciones del gusto o del olfato, y 18,6% refierió ambos síntomas. Se realizaron encuestas sobre la falta de gusto y olfato en otros países como Alemania, Estados Unidos, Gran Bretaña e Irán, donde los porcentajes para pérdidas olfatorias oscilan entre 34% a 68% en pacientes con pruebas positivas para COVID-19.
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