7 de cada 10 hogares monomarentales se endeuda para llegar a fin de mes

A familiares, a fin tech o al banco, pero las madres sostén de hogar no subsisten sin crear deuda

22/07/2025
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Un trabajo conjunto entre la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) reveló la preocupante situación de familias encabezadas por mujeres con niños, niñas y adolescentes en Argentina. 

A nivel regional, las mujeres enfrentan más obstáculos que los varones para insertarse en el mercado laboral. En particular, están más expuestas al desempleo por la informalidad y a la precariedad laboral, reciben menores ingresos y tienen menos posibilidades de alcanzar puestos de decisión. En América Latina y el Caribe, por cada dólar de ingreso laboral de los hombres, las mujeres percibieron 58 centavos. 

En el caso de Argentina, la desigual distribución de los cuidados se refleja en quienes encabezan los hogares. De acuerdo con la Encuesta Permanente de Hogares, la cantidad de hogares con niños, niñas y/o adolescentes encabezados por mujeres sin cónyugue asciende a más 1,2 millones a diferencia de los encabezados por varones que no superan los 520.000. En el primer caso,se trata del 61% del total de los hogares encabezados por mujeres con niños, niñas y/o adolescen-tes y en el segundo del 23% de los hogares encabezados por varones.

 En Argentina la desigualdad de ingresos impacta en las mujeres, más aun en los hogares monomarentales que tienen hijos/as a cargo, donde la pobreza es del 53%, un porcentaje superior al total de hogares que es del 27%. Este es un factor importante para explicar por qué, en Argentina, 7 de cada 10 niños, niñas y adolescentes (8,6 millones) son pobres.

De este modo, la vulnerabilidad y menor autonomía económica a la que se ven expuestas las mujeres las lleva a endeudarse más que los varones y a recurrir a fuentes de financiamiento informales con mayores costos monetarios y no monetarios. 

 Los hogares suelen recurrir al financiamiento como una estrategia para sostener consumos relacionados con el cuidado (alquiler, educación, salud o alimentación). El 65% de los que solicitaron créditos o préstamos para comprar alimentos y medicamentos, un porcentaje que ascien- de al 72% en el caso de los hogares monomarentales.

FUENTES DE FINANCIAMIENTO

Según datos del Banco Central de la República Argentina (BCRA), el 56% de la población adulta contaba con algún crédito en el Sistema Financiero Ampliado (SFA1) formal. Sin embargo, los hogares también acceden a fuentes de financiamiento informal que no quedan completamente registradas en las estadísticas oficiales, por lo que su dinámica y el rol que tienen para sostener el consumo de los hogares se encuentra invisibilizado 

El nivel de ingreso de los hogares está relacionado con sus necesidades de financiamiento. Más del 60% de los hogares de menores recursos reportan haber recurrido al financiamiento en el último mes. Esta situación es independiente del sexo del principal sostén del hogar (64% en el caso de que encabece un varón y un 66% cuando lo hace una mujer)

El 70% de los hogares monomarentales solicitó algún tipo de préstamo o crédito, una proporción mayor respecto a los otros hogares con niños/as y adolescentes (NNyA) a cargo (59%) y de menos de la mitad de los hogares sin NNyA (el 43%). Estos datos evidencian que las responsabilidades de cuidado demandan recursos adicionales que obligan a recurrir a distintas estrategias de financiamiento 

El 58% de los hogares monomarentales pidió préstamos a familiares o amistades. Esta práctica tiene efectos particulares sobre las mujeres, ya que al mantener un vínculo frecuente y cercano con quienes les prestan dinero, la deuda no solo tiene impactos financieros, sino que también afecta a sus vínculos, su salud mental y su estado emocional. Por otro lado, entre las fuentes formales ganan peso las fintech, donde el 35% de los hogares monomarentales solicitó dinero a través de estas aplicaciones, mientras que solo el 27% de los otros hogares con responsabilidades de cuidado lo hizo.

¿PARA QUÉ USAN LOS HOGARES EL DINERO PRESTADO?

En general, el financiamiento no se solicita para gastos asociados a la adquisición de bienes de capital ni durables (inversión) sino, a la inversa, están orientados a los consumos habituales de primera necesidad: (gastos corrientes) el 65% de los hogares utiliza créditos y préstamos para cubrir gastos de comida y medicamentos.

Otro importante destino del financiamiento es el pago de deudas previas. En este sentido, la mitad delos hogares –sobre todo los que tienen responsabilidades de cuidado- recurren a esa práctica para préstamos, fiado, cuotas en comercios o tarjetas de crédito. El 51% de los hogares monomarentales lo usan para devolver fiado a comercios y el 49% para préstamos previos.

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