
Policías de la Caminera recuperan en la noche a tres niñas que habían escapado de la Residencia de Menores de San Francisco.
Situación sensible
La joven madre había sido imputada por lesiones dolosas graves. El juez consideró que no hubo peligro de fuga ni intención de ocultarse. El defensor desarmó punto por punto los argumentos de la fiscalía.
POLICIALES - JUDICIALES 21/07/2025En una extensa audiencia realizada en los tribunales de Rafaela, el juez Nicolás Stegmayer resolvió conceder la libertad a Nerea A. F. de 19 años, imputada por causar lesiones graves a su ex pareja. La decisión se tomó tras valorar los hechos en su contexto y, especialmente, tras una sólida y argumentada defensa encabezada por su abogado, el Dr. Carlos Farías Demalde, quien logró desactivar los principales puntos esgrimidos por la fiscal Fabiana Bertero.
La audiencia, que se llevó este viernes 18 de julio, giró en torno a un violento episodio ocurrido en una vivienda de Plaza Clucellas, donde Kevin G. —la presunta víctima— sufrió una lesión con arma blanca. La fiscal sostuvo que existía un vínculo de pareja y solicitó la prisión preventiva de Nerea F., al considerar que podía haber riesgo de fuga y entorpecimiento probatorio.
Sin embargo, el defensor Farías Demalde aportó un enfoque completamente diferente. Desde el inicio, remarcó que la joven madre no tenía antecedentes penales y que nunca intentó profugarse, incluso cuando fue citada por la policía. Además, planteó que Nerea F. vive en Plaza Clucellas, junto a su hija y su componente familiar, y que su sustento depende de una asignación universal y una cuota alimentaria.
Uno de los ejes de su alegato fue desacreditar la existencia de una relación de pareja y de convivencia entre la imputada y Kevin G. Para ello, citó múltiples testimonios y documentos que ubicaban a Nerea en otro domicilio y que evidenciaban una situación de violencia previa. También resaltó la intervención de familiares y personal de salud que asistieron a la joven, quienes dieron cuenta de lesiones visibles en su cuerpo, además del miedo que manifestaba.
Farías Demalde puso el foco en la defensa propia como elemento central. Explicó que Kevin G. había irrumpido en la casa de Nerea, que la hostigaba frecuentemente, y que la reacción de la joven fue producto de una necesidad racional de repeler un ataque. “Es necesario analizar este caso en su contexto”, sostuvo, señalando que la víctima tenía lesiones, pero también había ejercido violencia y que no se halló el arma que supuestamente causó la herida.
El defensor también subrayó el rol de Nerea como madre de una niña de dos años, lo cual refuerza la necesidad de valorar el interés superior del niño. “No hay lógica en sostener una prisión preventiva cuando existen alternativas menos gravosas”, planteó, proponiendo medidas como la fijación de domicilio, custodia por parte de su madre y prohibición de contacto con la presunta víctima.
Luego de escuchar a todas las partes, el juez Stegmayer reconoció que si bien la relación afectiva entre Nerea y Kevin estaba acreditada, también era clara la complejidad del contexto. Valoró los testimonios que daban cuenta de episodios anteriores de violencia, el rol de la joven como madre y la falta de elementos que justificaran una prisión preventiva.
Finalmente, ordenó la libertad de Nerea bajo condiciones: fijar domicilio en Plaza Clucellas, quedar bajo cuidado de su madre, no ingresar a la ciudad de San Vicente, prohibición de contacto con Kevin G. y los testigos, y presentarse semanalmente a firmar en la comisaría.
La actuación del defensor Carlos Farías Demalde fue determinante para lograr esta resolución. Con argumentos técnicos y una mirada humana sobre la situación de su defendida, logró instalar la idea de que el hecho debía leerse como parte de una situación más amplia de vulnerabilidad y no como un acto de violencia aislado. Su intervención fue, sin dudas, decisiva.
Situación sensible
Había sido acusado por tres trabajadoras de la obra social por haberles tocado los glúteos en su lugar de trabajo.
El 30 de septiembre se incendió una vivienda en el barrio Alberdi de la ciudad del sur provincial. El fiscal Daniel Miralles imputó de homicidio calificado por el vínculo a Mónica Rigotti, quien atraviesa una prisión domiciliaria.
A lo largo de casi dos años, distintos organismos intervinieron con denuncias, medidas de protección y alertas migratorias, pero la coordinación entre ellos fue limitada. Las advertencias sobre el riesgo que representaba Pablo Laurta nunca lograron transformarse en una protección efectiva para las víctimas.
Sería imputado por homicidio agravado "criminis causa". Posteriormente, se espera que esta misma semana sea trasladado a Córdoba para ser indagado por el doble femicidio de Luna Giardina y Mariel Zamudio.
Detenido en la prisión de San Francisco
Expansión
Una lucha casi perdida
Microtrafico
Situación sensible