Desesperado pedido de ayuda de merendero en Frontera:Jubilados y embarazadas se suman a la demanda

La mujer, con una determinación inquebrantable, había organizado un merendero en su barrio Santa Teresita de Frontera para ayudar a aquellos que más lo necesitaban. Con el tiempo, el merendero se había convertido en un refugio para muchos, un lugar donde podían encontrar comida caliente y un poco de calor en medio de la adversidad.Mari Soria trabaja en tares de limpieza y junto a otras mujures salieron a pelear contra el hambre  de  Frontera y  los sanfrancisqueños que cruzan el Interprovincial.

Sin embargo, la crisis económica que azotaba la región comenzó a pasar factura. Las donaciones de comida y abrigos que antes fluían con generosidad comenzaron a disminuir hasta que finalmente se detuvieron por completo. La mujer se encontró frente a un desafío monumental: satisfacer las necesidades de una comunidad cada vez más necesitada con recursos cada vez más escasos.El Club de Oyentes de FM90.7  entregó los alimentos con  abrigos, también nos dejaron de entrar donaciones.

A medida que la situación empeora, nuevos rostros se sumaron al merendero. Jubilados que no podían cubrir sus necesidades básicas con sus pensiones magras, mujeres embarazadas que temían por la salud de sus bebés, y niños que simplemente tenían hambre. La mujer se desvivía por encontrar soluciones, pero parecía que cada puerta que tocaba se cerraba en su cara.

A pesar de la adversidad, la mujer no se rindió. Convocó a la comunidad, organizó eventos para recaudar fondos, y se dirigió a instituciones locales en busca de apoyo. Poco a poco, la solidaridad de la gente comenzó a manifestarse. Algunos aportaron lo que pudieron, otros ofrecieron su tiempo y habilidades, pero ahora la situación es límite.

El merendero, aunque con dificultades, sigu adelante. La mujer y su equipo de voluntarios trabajaron incansablemente para asegurarse de que nadie se quedara sin una comida caliente o un abrazo cálido. En medio de la crisis, el merendero se convirtió en un faro de esperanza, un recordatorio de que incluso en los momentos más oscuros, la humanidad y la solidaridad pueden iluminar el camino.

Ver a Mari Soria llorar por no poder preparar las viandas para su merendero Corazón de Niño, duele en el alma . Decenas de personas van a buscar comida  los lunes ,martes o jueves, según la pocas donaciones  de harina, verdura o menudos, a veces leche .

PARA AYUDAR COMUNICARSE CON MARI AL 15619544

El dato mas impactante de 2025 es la demanda de jubilados  que van con taper a buscar algo , lo que sea . Otro grupo que creció  son las embarazas, los más chicos esperan el dia de la merienda y  hacen fila un par de horas antes que abra  el merendero.

Mari hablo con FM90.7 " Por primera vez la gente no dona ropa , ni frazadas, hay gente que no tiene con que taparse " .Muy preocupada  imploró " Vengan al Santa Tereseita a ver como  trabajamos, por favor necistamos ayuda, hay  hambre y en invierno es muy cruel.