Esta vez hay que ir: este 8M habrá una ranchada feminista en la Plaza Cívica

Este viernes los pañuelos que estaban guardados en los cajones vuelven a la calle. Nos fortalecemos en nuestras redes, nos protegemos y juntas gritamos Ni Una Menos, en contra del ajuste y por salarios dignos. En defensa de la democracia, de nuestros territorios, con memoria y esperanza.

LOCALES07 de marzo de 2024Pérez NataliaPérez Natalia
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Este viernes 8 de marzo las mujeres y disidencias se movilizaran en un nuevo paro feminista en todo el territorio argentino. Este día de reivindicación instaló en la agenda mundial la necesidad de luchar por la igualdad, por el reconocimiento de la diversidad y el ejercicio efectivo de los derechos de mujeres y disidencias. En Argentina será el primer 8 de marzo bajo el mandato de Javier Milei y augura miles de personas movilizándose a lo largo y ancho del país. 

En San Francisco el Movimiento Feminista organizó una propuesta diferente, en vez de marchar por 25 de Mayo como se hace tradicionalmente se hará una ranchada ( como se conocen coloquialmente las reuniones informales)  a las 19:00 horas, donde quieres participen puede llevar mates o una picada para compartir mientras se debaten distintos temas en un círculo de la palabra. Además otras actividades colectivas y artistas. 

“Esta vez hay que ir”, una de las consignas que acompaña la convocatoria al primer Paro Internacional de Mujeres y Disidencias a la gestión de Javier Milei, sella una discusión que desde los feminismos puja hace tiempo para instalarse: el cuidado como esa dimensión que sostiene y hace posible el funcionamiento del sistema económico se hace presente desde aquello que se enuncia. Trabajadoras, madres, jubiladas: cuidadoras. Tomar conciencia del poder que tienen esos cuerpos que muchas veces no pudieron estar en la calle porque su trabajo, indispensable, no se los permite. Parar la rueda, dejar en pausa las tareas no remuneradas, movilizarse para exigir aquello que la política neoliberal flagela: el derecho a una vida digna. 

De acuerdo al "Primer informe sobre endeudamientos, géneros y cuidados", realizado por la CEPAL y el Ministerio de Economía, en 2023 el 59% de los hogares monomarentales destinó más de la mitad o casi todos sus ingresos al pago de deudas o atrasos. De ese universo, el 73% usó tarjetas de crédito para comprar comida o medicamentos. 

En un contexto donde las medidas de Javier Milei representan una amenaza clara a los derechos adquiridos en materia de género y diversidad, poner a la dimensión del cuidado en el centro es —cómo mínimo— una piedra en el zapato del sistema económico que se intenta instalar. No por nada los feminismos son el centro de los ataques de los gobiernos de ultraderecha. Porque sí, intentan distraer o desviar el foco de la crisis, pero también saben muy bien que sin el trabajo no remunerado que implican las tareas de cuidado, el plan no funciona. 

Karina Batthyány es socióloga y directora ejecutiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), autora del libro Políticas del Cuidado, repara en la importancia de reclamar por el derecho al cuidado, más aún en este contexto de “pulverización del Estado”. “Hay que mostrar que sin ese trabajo de base femenina, no remunerado, no reconocido, no valorado, es imposible la existencia de la vida en sociedad tal y como la conocemos. El cuidado debe ser una responsabilidad colectiva como los otros pilares del bienestar: como la educación, la salud y el trabajo. Y entre los actores en juego, el Estado es el central”. 

Sabemos que sin autonomía económica es imposible salir del círculo de la violencia. Lo decimos en aquel primer Ni Una Menos, en 2015, lo decíamos desde antes. No es posible dejar la casa e irse sin plata para poder alquilar, sin la posibilidad de tener algo aunque sea temporal. El gobierno cerró el programa Acompañar, que cubría por seis meses esas necesidades, además de dar un acompañamiento integral a quienes sufrían violencias machistas. Hoy no hay políticas para protegerlas. En 2023 hubo 334 femicidios y travesticidios, que dejaron a 416 hijes sin su mamá. En lo que va de este año, según el observatorio Ahora que sí nos ven, hubo 49 femicidios. El 63% fue cometido por la pareja o ex pareja de la víctima.

La concentración de mañana es una invitación a convertir, una vez más, la rabia en acción en la calle. Un llamado, sobre todo, a quienes fueron parte de los 8M más fervorosos, cuyos pañuelos reposan en el fondo de algún cajón. El recordatorio de que todo lo que entendíamos como un derecho o un destino deseable está bajo amenaza, y que fabricar nuevas utopías que discutan las de la ultra-derecha requiere organización, creatividad y audacia. Quizás, como nunca antes. 

 FUENTE: FEMINACIDA, LATFEM

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