La costurera cordobesa que tenía cocaína por 480 millones

Dijo que vivía d e changas

POLICIALES 06 de marzo de 2024 Pérez Darío Eduardo Pérez Darío Eduardo
COCA

Fue una “changa” que terminó siendo tan costosa como la cocaína. Salomé Quispe Huanca (26) quedó envuelta en una trama de narcotráfico cuando la Justicia descubrió que habría “movido” 24 kilos de droga en encomiendas en el corredor Salta-Córdoba-Buenos Aires. En esta última provincia, le encontraron otros 24 kilos. Allí estaba en compañía de su hija.

Se calcula que el valor del estupefaciente decomisado asciende a los $ 480 millones.

 
El juez federal N° 1 de Córdoba capital, Alejandro Sánchez Freytes, procesó con prisión preventiva a Quispe Huanca, de nacionalidad boliviana, como coautora de transporte de estupefacientes, y a una de sus hijas, Edith Giuliana Mamani Quispe, por la facilitación del lugar para almacenar la droga.

“NARCOENCOMIENDAS”
La noche del 31 de agosto de 2023, la Gendarmería realizó un control rutinario en el kilómetro 758,5 de la ruta nacional 9, en jurisdicción de la localidad de Sinsacate. A los efectivos les pareció sospechosa la carga del camión de Buspack-Transporte La Veloz del Norte proveniente de Aguas Blancas (Salta) y con destino a Buenos Aires.

A primera vista, trasladaba un gran volumen de mercadería presuntamente contrabandeada. Pero cuando pasaron las encomiendas por el escáner, detectaron dos cajas sospechosas, con el remitente a nombre de una mujer y como destinataria Kela Mamani Flores. En cada caja hallaron 12 paquetes que, en total, contenían 24 kilos de cocaína.

 
 
 
Por pedido del fiscal federal N° 3 de Córdoba capital, Maximiliano Hairabedian, el juez ordenó la entrega vigilada de la droga para llegar hasta la destinataria, en el partido bonaerense de La Matanza. Los efectivos reemplazaron la cocaína con ladrillos para simular el peso original del estupefaciente.

Casi una semana después, Quispe Huanca se presentó en el local de Encomiendas Zacarías a bordo de un Renault Fluence y reclamó los paquetes a nombre de su cuñada, Kela Mamani Flores. Los paquetes habían sido despachados en Salta por personas hasta ahora no identificadas. En ocasiones, los diferentes eslabones de una cadena de narcotráfico dejan “enfriar” la droga en el correo o lugar de retención para asegurarse de que no está siendo vigilada por las autoridades.

 
Tras retirar las encomiendas, los efectivos montaron un seguimiento hasta la calle 4 y 9 de Villa Celina, en la provincia de Buenos Aires. Cerca de las 20 del 5 de septiembre, observaron a una mujer (Edith Mamani Quispe, una de las hijas de Salomé) que salía del domicilio con dos bolsas de residuos. Cuando revisaron los desechos, encontraron vestigios de etiquetas con características similares a las vinculadas a la causa.

Una hora después, el juez ordenó el allanamiento. En la habitación de Érica (la otra hija de Salomé) hallaron 14 “panes” de cocaína por algo más de 16 kilos con distintas fracciones de distintas formas y tamaños compactadas.

 
Sorpresivamente, encontraron también un boleto de compraventa de un inmueble por un valor de U$S 85 mil dólares, un cuaderno con anotaciones de importes de préstamos de dinero y un talonario de pagarés.

 
Salomé dijo que en el domicilio de su hija Edith habría más droga, por lo que a pocos metros allanaron la vivienda e incautaron ocho “panes” con ocho kilos de cocaína. Sospechosamente, había una boleta de envío de encomienda con el nombre de un hombre como destinatario (fechada unos días antes del envío descubierto en Sinsacate) y otro boleto de encomienda proveniente de Aguas Blancas.

Edith quedó imputada por facilitación de lugar para almacenar estupefacientes.

UNA COSTURERA MILLONARIA
Salomé declaró que ella sólo había accedido a realizar una “changa” que le había encargado por teléfono un hombre, presuntamente de nombre “Emerson”. Mencionó que otros tres hombres le dejaron una caja y le solicitaron que la guardara, pero que como no tenía mucho espacio, se ofrecía a trasladarla a la casa de una de las hijas.

Tras cerrar el acuerdo, la mujer indicó que le pidieron que fuera a retirar una encomienda y que, cuando pasaran a buscar todo, le pagarían U$S 300. Siempre según su versión, aceptó hacerlo porque necesitaba el dinero, ya que, además de ser costurera, vendía ropa y en total percibía entre U$S 200 mil y U$S 300 mil mensuales.

La imputada afirmó que cuando la llamó la supuesta madre de “Emerson” para buscar las cajas, no pudo hacerlo porque estaban las autoridades en la puerta. Y que como se asustó, les pidió a las hijas que se encargaran de desprenderse de las cosas tirándolas a la basura.

Para el juez, el hallazgo de los pagarés en dólares y el boleto de compraventa por U$S 85 mil dólares son “indicios de prosperidad económica no compatibles con su situación socioeconómica” que declaró en la indagatoria. “Mas sí con la actividad ilícita de narcotráfico que desarrollaría”, indicó, y recalcó que Salomé “es un eslabón de esta cadena de tráfico de drogas”.

“Utilizó la identidad de su cuñada para que en las encomiendas no figurara su nombre, además de utilizar copia del documento de Kela Mamani para retirar los paquetes. Vale decir que desde el despacho de la mercadería (inicio del trasporte), ya se habría encontrado de acuerdo con el despachante de las encomiendas desde la ciudad de Aguas Blancas a los fines de enviar los paquetes con el material estupefaciente, poniendo a resguardo su identidad y posteriormente utilizando una que no era la propia”, remarcó.

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