Martín Guzmán prepara una ley para redistribuir la renta extraordinaria generada por la guerra

El ministro reapareció en público. Dijo que tiene el respaldo del Presidente y que los funcionarios "se tienen que alinear". Cuál es su receta frente a la inflación, la necesidad de subir ingresos y las revisiones del FMI.

POLÍTICA - ECONOMIA12 de abril de 2022
guzman

El factor de la guerra en Europa genera una renta extraordinaria (por la suba de los precios de las materias primas). El objetivo es obtener parte de esa renta para generar una distribución más equitativa sobre los sectores más vulnerables”. Así lo planteó este lunes el ministro de Economía, Martín Guzmán, en su reaparición pública tras los rumores sobre su continuidad. Sostuvo que es "una obviedad" que tiene el respaldo del Presidente, protestó contra sectores políticos internos que "generan incertidumbre" y remarcó que los funcionarios "se tienen que alinear". 

También sostuvo que la inflación “no bajará de prepo” y que una clave es ordenar las expectativas para reducir la incertidumbre del frente interno. Todo esto en el contexto de un dato que también reveló: dijo que en marzo el índice de precios minoristas superará el 6 por ciento pero aseguró que esa medición será la más alta del año. 


El titular del Palacio de Hacienda adelantó que trabaja en mecanismos que permitan que las ganancias extraordinarias generadas en el complejo agropecuario por efecto de la fuerte suba de los precios de los commodities puedan redistribuirse en favor de segmentos vulnerables de la población. También afirmó en la entrevista por C5N que la propuesta irá al Congreso, buscará absorber “ganancias que no sean fruto de inversión y esfuerzo humano”, y no estará relacionada a las retenciones.

Inflación y política

“Hoy la principal ocupación de la política económica es el problema de la inflación y asegurar que haya una recuperación de los ingresos reales. Es muy importante dar certezas del rumbo en lugar de generar dudas”, aseguró.

El funcionario agregó que “la definición del presidente es que acá hay un programa económico y ese es el rumbo. Gestionaremos con la gente que se encuentre alineada con este programa económico independientemente de los nombres”. Dijo que son parte de las instrucciones que le dio Alberto Fernández en su encuentro del fin de semana y que “es una obviedad” que se encuentra ratificado en su cargo.

“¿Qué explica la inflación en la Argentina? Son dos factores. Uno es externo y es muy fuerte (vinculado a la guerra en Europa). Y otro es interno, y es grande, es importante y hay que atacarlo”, dijo Guzmán.

Detalló que “la inflación se ataca con política macroeconómica, y aquí se necesitan dos cuestiones: una es un programa económico. Eso hoy ya existe. Pero por otro lado, se necesita el apoyo político, porque la economía no funciona en un vacío. La economía funciona en un contexto de relaciones de poder. Si la política está desordenada, es mucho más difícil lograr cualquier cosa”.

“Hace unos días, el secretario de Comercio (Roberto Feletti) dio una definición muy importante y muy cierta cuando dijo que la inflación no se va a reducir con políticas de precios. No es que decís acuerdo de precios y se acabó la inflación. No funciona así”, indicó Guzmán. Al mismo tiempo advirtió que “la inflación de marzo va a ser la más alta del año, superando el 6 por ciento mensual”.

Retenciones y expectativas

“Hay una definición política tomada y es que no se van a aumentar los derechos de exportación (retenciones al campo). Cuando se toma esta decisión, los funcionarios deben estar alineados y no decir cosas que pueden alterar las expectativas. Si hay rumores que pueden subir genera incertidumbre y no opera el efecto de la decisión tomada”, consideró el titular de Hacienda.

El funcionario agregó que “hoy está bajando la brecha cambiaria. Pasó de 120 a 70 por ciento en el último mes. Está bajando la emisión monetaria. Pero dado el contexto internacional la inflación sube. Por esto es importante intentar controlar las expectativas internas”. Reiteró que “el principal factor doméstico de la inflación son las expectativas. Por eso si logramos calmarlas, permitirá balancear los desequilibrios que generan los factores externos. Y cuando se calme la situación de la guerra va a bajar la inflación”.

Puso el ejemplo de la brecha entre el dólar oficial y el financiero, que llegó al 150 por ciento en octubre de 2020. “En ese momento decían que el dólar oficial iba a saltar. Decíamos que no porque teníamos con qué sostenerlo. Y efectivamente no hubo devaluación. Logramos medidas ordenadas y que tenían el completo apoyo. Si ahora podemos continuar el programa económico que se aprobó en marzo con el mismo apoyo va a bajar la inflación”.

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