Las Varillas:Su hijo murió en Malvinas: 37 años después recibió la carta que le había escrito en la guerra

Un hermoso chico de 18 enviado a la muerte por el borracho de Galtieri y sus cómplices.

REGIONALES 02 de abril de 2021 Pérez Darío Eduardo Pérez Darío Eduardo
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En 2019, después de 37 años  de la muerte de su hijo Jorge Ludueña, Manuela Roldan recibió una carta que Jorge escribió para ella en plena guerra de Malvinas,donde falleció por mala alimentación. Se la entregaron  los familiares de otro soldado que sobrevivió a la guerra y murió hace 6 años en Santo Tomé, La descubrieron en una mudanza.

Jorge Ludueña es un héroe de la Guerra de Malvinas. Nació en 1963 en Las Varillas, Córdoba. Y murió el 20 de mayo de 1982 tras enfermarse producto de la mala alimentación y el frío extremo al que estaban sometidos los soldados argentinos. INFO EL HERALDO LAS  VARILLAS

Pasaron 37 años y Manuela Roldán recibió en su casa algo que jamás hubiese esperado: una carta que su hijo escribió a mano en la isla. Se la entregaron los hijos del suboficial principal Miguel Ángel Gaete, fallecido hace cuatro años. La hallaron durante una mudanza en Santo Tomé, Santa Fe. El excombatiente la tenía entre sus pertenencias porque nunca había logrado encontrar a la familia de su compañero Jorge.

La crueldad en el sur del continente, sigue emanando dolor como un río inagotable. Una generación de argentinos rindió lealtad a la Patria con su sangre. No retrocedieron, aún en inferioridad de condiciones. Sólo ellos y Dios, son testigos de lo vivido en esos largos 74 días de frío y soledad, entre pozos de zorros cavados a mano y el agua helada hasta los tobillos, como único refugio bajo el cielo encendido por el fuego de las bombas.

El miedo al voraz enemigo  y la falta de alimentos fueron los peores aliados para los jóvenes conscriptos desembarcados un 2 de abril de 1982. Era una lucha día a día por sobrevivir. Lejos de las comodidades y la falta de medios de comunicación, nuestros soldados hacían lo imposible por comunicarse desde las Islas con sus familiares. Algunas cartas llegaron a destino y a tiempo, pero otras no, nunca llegaron.

Jorge Ludueña, nació un 4 de noviembre de 1963 en Las Varillas. Un pibe callado, bueno,  de esos chicos que no le hacen mal a nadie, cándido. Le gustaba el fútbol y lo practicaba en el equipo de su barrio, “El Catarro” el barrio de los “Chispas”, el “Cari” y el “Quicha”, con algunas participaciones en la segunda de Huracán, allí salieron campeones. El mundo de Jorge era muy pequeño, su vida pasaba por el perímetro del querido terruño, tuvo la suerte también de vivir cerca de su escuela: la José María Paz. Todo lo tenía a dos o tres cuadras de su casa: el Club, la escuela, sus amigos inseparables, esos que son de fierro, como José Castillo, que lo acompañó hasta Malvinas. Vivían al frente.

Manuela Roldán, su madre, lo recuerda como un chico dócil, trabajador. Él trabajaba en lo de Cardetti y Vuagnoux, antes de ser soldado de la Patria. El bolillero dio el número de sorteo y un destino. Con 18 años, Jorge junto a su amigo Daniel Sosa, fueron incorporados al Regimiento 8 de Infantería en Comodoro Rivadavia (Chubut) a 1.815 Km de nuestra ciudad, muy lejos para hacer la colimba, lejos de todo en aquellos tiempos. La guerra estaba próxima, y junto a sus compañeros fueron llevados a las Islas del Atlántico Sur, sin experiencia alguna en acontecimientos bélicos.

Sólo las cartas postales servían para poder tener alguna comunicación con el territorio argentino y los familiares enterarse a cuenta gotas por la suerte de sus hijos, esposos, hermanos. Jorge también escribió una carta para su madre y familiares en las frías jornadas en Bahía Zorro, Bahía Fox Este y Bahía Fox Oeste, ubicados a ambos lados de la bahía del mismo nombre en la costa sudeste de la isla Gran Malvina, del archipiélago de las islas Malvinas. Con una letra desprolija por el frío y la falta de fuerzas en su cuerpo, Daniel se acordó de su familia, de sus seres queridos, los extrañaba.

Pero esa carta, nunca llegó a las manos de su madre Manuela a quien estaba dirigida en el frente del sobre. Hasta este domingo 31 de marzo de 2019 en vísperas del 2 de abril, cuando se apersonaron los hijos del fallecido suboficial Principal Miguel Ángel Gaete, radicados en la ciudad de Santo Tomé. Ellos encontraron el sobre guardado en unas pertenencias, cuando realizaban una mudanza. Su padre buscó por mucho tiempo a los familiares de Jorge pero nunca dio con ellos. Pero por esas cosas que tiene la vida, luego de 37 años, la carta llegó a las manos de Manuela, trayendo un poco de alivio a tanto dolor.

Textual dice la carta: “Queridos Padres: Les escribo estas líneas, para decirles que estoy bien y espero que sepan dónde estoy y que no se hagan problemas porque no va pasar nada, rogándole a Dios. Estas líneas son para contarles que aquí hace mucho frío y que la comida es escasa y espero que esto termine pronto así estás más tranquila. Te cuento que el mes pasado nos pagaron el sueldo y cada uno sacó 20 millones y que pagan todos los fines de mes. Pero mándame el pulóver y un par de medias porque vamos a salir de licencia, todos los fin de semana si salimos de esta.

Querida hermana te escribo estas líneas para decirte que estoy bien y que no te asustes por lo que está pasando, espero se arregle pronto así están más tranquilos. Estela mándame una carta por lo menos, que escriba la mami que hace mucho que no escribe. Cada vez que hay cartas espero una de ustedes, y cuando no me mandan me pongo triste. Estela como andas con el “Beto”, se llevan bien o andan a las patadas y la Marita como esta grande, picuda no me extraña. Vos sabes como la extraño a la Marita hay soldados que extrañan a sus hermanitos y yo le dije que tengo una sobrina. Bueno estela sin más nada que contarte saludos al “Beto” y besos a la Marita y a vos chau hermana.

Queridos Tíos y abuela: Les escribo estas líneas para decirles que estoy bien y que estoy un poco preocupado porque aquí hace mucho frío  y la comida es muy poca, espero que no te enojes de no haberte escrito una carta, es que no tengo tanto tiempo, espero que ustedes se encuentren bien y que escriban una carta en vez en cuando para saber cómo andan. El Oscar si trabaja y el Hugo sigue trabajando de Valbo y consiguieron la casa del barrio que se hicieron anotar y la Ester como anda con el José, espero que me manden una encomienda con masitas y chocolatines. Bueno sin más nada que contarles le mando besos a todos Chau. Perdonen la letra”.

El Suboficial Principal Miguel Ángel Gaete, pertenecía a la Compañía Comando de Sanidad del Regimiento 8 de Infantería, y tal vez haya sido la última persona que vio con vida a Jorge en Malvinas, quien no murió en combate, si no por una dolencia física. Jorge se enfermó por la ingesta de alimentos en mal estado, el frío y el estrés de la guerra hicieron el resto. En las pocas pertenencias lo más destacado que se encontró, fue la carta, que nunca fue despachada.

Jorge estuvo muy poco tiempo en Malvinas, falleció el día 20 de mayo, tenía 18 años. Hoy Jorge descansa en paz en el cementerio de Darwin. Se fue de esta vida sin saber si la carta llegó a destino. Pero hoy, a 39 años, ya está en las manos de Manuela, su madre, que se siente orgullosa que su hijo sea custodio en nuestras Islas. Un héroe varillense.

Por: Rubén Darío Bonis.20_cartamalvinas

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