Un policía de Frontera sospechoso de quedarse con un arma secuestrada a un delincuente

Diario CASTELLANOS informó  de fuentes altamente confiables, que los allanamientos que realizó ayer personal de la Dirección de Asuntos Internos de la Provincia de Santa Fe, en la Comisaría N° 6 de Frontera y en la vivienda particular de un efectivo policial que presta servicio en el Comando Radioeléctrico de ese medio ubicada en la localidad de Laguna Paiva, tuvo como objetivo reunir evidencias y poder hallar un arma de fuego que dicho policía habría encontrado durante un procedimiento efectuado en el mes de setiembre y que no entregó a sus superiores ni a la fiscal interviniente en el caso.

Preventiva
En la edición del pasado 13 de setiembre, bajo el título «Caracol» cambió de casa: ahora lo alojaron en la Alcaidía», dábamos cuenta que el juez Alejandro Mognaschi había decretado el día anterior la prisión preventiva por sesenta días de Cristian Ezequiel González (26), alias «Caracol», tras ser acusado por la fiscal Lorena Korakis de su presunta responsabilidad en varios hechos ilícitos. Los mismos -segun la fiscal- habían ocurrido los días 28 de agosto y 8 de setiembre en la ciudad de Frontera. Esos delitos fueron caratulados por la representante del MPA, como «Coacciones calificadas por el empleo de arma de fuego»; «Amenazas calificadas por el empleo de arma de fuego reiteradas»; «Robo calificado por el empleo de arma de fuego»; «Abuso de arma»; «Amenazas simples»; «Portación indebida de arma de fuego de uso civil»; «Amenazas calificadas por el empleo de arma de fuego agravada por intervención de un menor de edad reiterada en dos oportunidades»; y «Robo calificado por ser cometido en poblado y en banda en grado de tentativa en calidad de coautor».

Todo por un arma…
Segun contó Korakis en aquella oportunidad, el 8 de setiembre pasado a las 3 de la mañana, «Caracol» González llegó hasta una vivienda de Frontera junto a otros sujetos exigiendo allí la entrega de dinero portando un arma de fuego calibre 9 milímetros, la que luego escondió en el patio ante la llegada de la policía. Sin embargo más tarde -hasta las 18 aproximadamente de ese día- el sujeto volvió en reiteradas ocasiones a buscar la pistola que nunca encontró. A partir de esa situación se generaron las coacciones y amenazas, los abusos de armas y el robo calificado entre otros, algunos de los cuales los concretó con un hermano menor de edad.

Principio de objetividad…
Durante aquella audiencia, la defensora pública Dra. Mónica Ronchi, había indicado que todo comenzó por un reclamo de «Caracol» hacia las víctimas para que le dieran dinero consumándose así el delito de Amenazas; pero todo derivó luego en los otros hechos a raíz de no hallar la pistola 9 milímetros que había escondido en el patio.
Agregó Ronchi en ese momento que lo que la fiscal no mencionó -faltando así al principio de objetividad que debe tener- es que dicha arma fue hallada por un efectivo policial -de los tres que fueron al lugar- quien la desmontó y se la guardó en la cintura. En tres o cuatro oportunidades la defensora le requirió a Korakis si se estaba investigando ese hecho pero nunca obtuvo respuestas.
La representante del Servicio Provincial de la Defensa Penal solicitó entonces la aplicación de medidas alternativas ante la debilidad probatoria exhibida ó, en su defecto, la morigeración de la medida con un arresto domiciliario.
Finalmente tras escuchar a las partes el Juez decidió decretar una prisión preventiva por sesenta días para el encartado.