Rafaela: Liberaron al homicida de Javier "Patón" Ortiz, sigue imputado en la causa.

 Novedades en una de las causas abiertas por asesinato en Frontera, un giro importante en el caso que involuaa el homicido de  Javier Ortiz a manos de otro hombre con lo cual tenían una profunda enemistad.

Ariel Gorosito, de 34 años, acusado de haber causado la muerte de Javier “Patán” Ortiz, de 53, fue liberado en las últimas horas por orden de la Justicia de Rafaela. El hombre permanecía detenido bajo prisión preventiva desde hacía pocos días, imputado por homicidio simple por exceso en la legítima defensa.

 La medida había sido dispuesta originalmente por el juez rafaelino  Gustavo Bumaguin, pero una nueva resolución judicial dejó sin efecto la prisión preventiva y permitió que Gorosito continúe el proceso en libertad.

 El hecho que derivó en la muerte de Ortiz ocurrió el 15 de septiembre pasado en la ciudad de Frontera. De acuerdo con la investigación del fiscal Pedro Ignacio Machado, la víctima habría esperado a Gorosito en su camioneta y lo atacó con una barra de hierro de unos 60 centímetros. Durante el forcejeo, Gorosito respondió con un golpe que terminó provocándole una grave herida. Ortiz murió tres días después en el Hospital “J. B. Iturraspe” de San Francisco.El origen del conflicto es una cuestión de relaciones afectivas.

 
 La defensora pública Georgina Alassia argumentó que su defendido actuó en legítima defensa. “Fue Ortiz quien buscó el enfrentamiento y llegó armado al lugar”

 Pese a la liberación, la causa sigue su curso judicial bajo la misma imputación y continúa a cargo del Ministerio Público Fiscal de Santa Fe, que prevé nuevas medidas probatorias en los próximos días para definir la situación procesal de Gorosito que de esta manera se ve alivianada en la acusación.

El exceso en legítima defensa en el código argentino ocurre cuando la persona que se defiende utiliza un medio desproporcionado o innecesario para repeler una agresión, superando los límites de lo estrictamente necesario para la defensa. Esto sucede incluso cuando existe una agresión ilegítima y falta de provocación por parte del defensor, pero la respuesta del defensor excede lo que sería una defensa razonable. Por ejemplo, si alguien agrede con un golpe y la respuesta es un ataque letal que podría haberse evitado.