El 8 de noviembre será la 9° Marcha del Orgullo en San Francisco: ¿por qué es importante?

Será un momento crucial para visibilizar la lucha contra la discriminación y reafirmar nuestro compromiso con la igualdad y los derechos humanos.

LOCALES17/10/2025Pérez NataliaPérez Natalia
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Desde la Comisión Coordinadoran de la Marcha del Ogullo San Francisco se anunció que este  8 de nomviembre se realizará la 9° Marcha del Orgullo , es una oportunidad para reconocer y celebrar la diversidad de nuestra comunidad y para reafirmar nuestro compromiso de inclusión y no discriminación. Se trata de impulsar el trabajo conjunto para promover la igualdad, la justicia, los derechos humanos, la dignidad, la inclusión y el respeto mutuo fomentando el diálogo abierto para construir un entorno más seguro y acogedor para todos.

En las próxima semana se conocerán los detalles, mientras tanto te contamos catro razones por las que tienen importancia las marchas del Orgullo: 

  1.  Las personas siguen sufriendo agresiones por su orientación sexual o identidad de género, real o atribuida
      
    Activistas en la marcha del Orgullo de Kiev (Ucrania), junio de 2015. © GENYA SAVILOV/AFP/Getty Images
    Las amenazas, la violencia y el hostigamiento contra personas LGBTI son moneda corriente, incluso durante las marchas del Orgullo. Hay países en los que no es posible celebrar una marcha del Orgullo sin una fuerte presencia policial. reportó 102 crímenes en el primer semestre de 2025.
     
    Según el último informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT+, entre el 1 de enero y el 30 de junio de este año, en Argentina ocurrieron 102 crímenes de odio en los que la orientación sexual, la identidad  y/o la expresión de género de las víctimas fueron utilizadas como pretexto discriminatorio para la vulneración de derechos y la violencia hacia ellas. Esta cifra implica un alarmante incremento del 70% en comparación con el mismo período del año anterior, en el que se habían contabilizado 60 casos.
  2.  Los derechos nunca deben darse por supuestos
     
    No se deben dar las cosas por supuestas, ni siquiera en países en los que antes se permitía la celebración de marchas del Orgullo. El pasado 7 de noviembre de 2024, la vicepresidenta de la Nación y presidenta del Senado, Victoria Villarruel, convocó un evento titulado “Seminario II: Género e identidad: El problema de la sexualización infantil”, que buscaba “debatir” la Ley de Identidad de Género, una norma ya sancionada y consolidada.                         Esta ofensiva no se limita al ámbito legislativo. Grupos conservadores vinculados a confesiones religiosas, como sectores ultracatólicos cercanos al Opus Dei y comunidades evangélicas, han encontrado aliados en los medios masivos de comunicación hegemónicos, que amplifican narrativas estigmatizantes contra las identidades trans. 
  3. Las marchas del Orgullo empoderan a la gente
     
    Las marchas del Orgullo tienen que ver con los derechos humanos: empoderan a las personas LGBTI para reivindicar los derechos y las libertades que se les niegan, así como el espacio público del que a menudo se las excluye. Tener visibilidad es fundamental, sobre todo cuando el Estado y grupos de oposición hacen todo lo posible por marginar a las personas LGBTI. 

    Al combatir el sentimiento de vergüenza y el estigma social y al plantar cara a las amenazas y la violencia, las marchas del Orgullo no son sólo oportunidades inspiradoras para celebrar la diversidad, sino también una declaración de intenciones. A través de estos actos, las personas que se manifiestan declaran que no se dejarán intimidar, que seguirán reclamando igualdad y que los derechos LGBTI son derechos humanos.

  4. Visibilidad y normalización: 
    Ayudan a que la sociedad se familiarice con la diversidad sexual y de género, reduciendo estereotipos y estigmas a través de la presencia pública.  La cisheteronormatividad está presente por doquier, y aquella persona que se sale de esa norma, empieza a ser vista de mala manera por parte del mundo.En las grandes ciudades, el arcoíris flamea en escuelas y bancos, se vuelve logo, campaña, decoración. Pareciera que ya nadie se escandaliza. Pero basta alejarse unas horas del centro, basta cruzar la frontera invisible que separa el orgullo del prejuicio, para ver otra escena. En los pueblos, en las zonas rurales, en las comunidades pequeñas donde el machismo todavía es ley no escrita, mostrarse sigue siendo un riesgo. 
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