Desde el día de la fundación de San Francisco¿Porqué esta zona se inunda cuando llueve?

Un pasaje recuerda a la lagurna pérdida.

LOCALES08/09/2025Pérez Darío EduardoPérez Darío Eduardo
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Cada vez que  llueve con intensidad, se inunda la zona de Libertador (sur) deste Ituraspe hasta Cabrera y aledaños entre Alberdi y Champagnat ,  no es casualidad. Tiene origen anterior a la fundación de nuestra ciudad, así lo explicó el profesor Juan Navarro con absoluta claridad. 
 Existía desde mucho tiempo antes de la fundación de San Francisco. En un artículo rememorativo publicado por La Voz de San Justo del 29 de febrero de 1920, al referirse a este lugar decía: “La laguna del Potro Bayo, nombre con el que se conocía antiguamente a estos parajes, y en donde un núcleo numeroso de “piooners” de trabajo, en su casi totalidad extranjeros, habían sentado ya sus reales y emprendido la ardua tarea de asentar los cimientos de la actual San Francisco”.
 Don Blas Casalis señala en sus Memorias Inéditas, página 169, que más de 50 años antes de que le pusieran el nombre de Colonia San Francisco a estas tierras, se las conocía como Pozo de la Laguna del Monte Bayo. Era el paradero de las carretas santiagueñas y tucumanas en su camino hacia la capital. Y agrega, que al lugar actualmente lo llaman la Laguna, y está frente a la usina eléctrica, en la manzana 52.
 La laguna –que en un primer tiempo sirvió de aguada en el campo de los hermanos Casalis– fue ampliada artificialmente en 1889 y se alimentaba del agua de lluvia, a través de los desagües pluviales. Se la utilizó para uso industrial, ya que surtía de agua –transportada por carros, primero, y cañerías, después– al Molino Iturraspe, ubicado en el bulevar 25 de Mayo y pasaje Champagnat. En un tiempo, la laguna estuvo bordeada por sauces llorones.
 Raúl G.Villafañe en Nuevas Charlas de Aldea, escribe sobre este legendario lugar lo siguiente: “A la laguna Iturraspe, laguna de los indios, porque se decía que a ella bajaban a abrevar los nativos en hipotéticas y lejanas épocas, nos acercábamos poco. Cenagosa, cubierta de lianas, ocultaba el misterio de sus pozos profundos. Ruidos y gritos extraños ponían en su medrosa penumbra una nota de antipatía. Su maraña escondía todo aquello que la exaltada fantasía infantil era capaz de concebir. Apenas si recelosamente merodeábamos por sus alrededores, de día y a pleno sol …Es que algo habíamos oído en las trasnochadas tertulias familiares. Había cundido la leyenda de la viuda y el degollado…Aquel hombre sin cabeza que salía por las noches de su boscosa espesura, cometiendo toda clase de vandálicas fechorías, nos robó para siempre la laguna de los indios, impidiéndonos realizar el secreto anhelo de una exploración a fondo”.
 En octubre de 1921, el Concejo Deliberante resolvió construir en el lugar una plaza pública, por considerarlo “céntrico y alto”. El intendente Trigueros de Godoy confirmó esta decisión poco después. En 1924 la Cámara de Diputados de la provincia aprobó la expropiación de la manzana conocida “como la laguna, frente a la usina”, a fin de posibilitar su urbanización.
 Por esos años, la municipalidad dispuso rellenarla con tierra y residuos domiciliarios, y en 1932 el Concejo Deliberante resolvió destinar el lugar para la instalación de un “jardín de niños”, lo que, finalmente, no aconteció. En 1934 hubo un intento del Concejo Deliberante de construir allí el Palacio Municipal, pero ello quedó en proyecto.
 En setiembre de ese mismo año se vendieron algunos lotes de la manzana y, años después, se hizo lugar a la construcción de viviendas privadas. En la laguna se produjeron varios accidentes como consecuencia de la existencia de pozos, y hasta se habla de dos muchachos ahogados. En un tiempo, en ese terreno funcionó el Club Municipal, y en algunas oportunidades sirvió como escenario de almuerzos populares, en oportunidad de festividades patrias.
 En 1943, la esquina de Belgrano y Alberdi, asentamiento de la laguna, fue destinada para la construcción del futuro edificio de Correos y Telecomunicaciones (hoy Correo Argentino), inaugurado el 13 de abril de 1947.
 En el barrio Sáenz Peña existe un pasaje peatonal que lleva el nombre de Laguna del Bayo.
Prof J.A. NAVARRO

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