Andrés Vaca: La Voz sanfrancisqueña que conquistó a Miranda

Desde muy chico, Andrés Vaca supo que lo suyo era el arte. En las calles del barrio 20 de Junio, donde creció, ya se notaba esa sensibilidad especial que hoy lo convierte en un artista completo: intenso, talentoso y profundamente humano.

Este año, dio un paso enorme al presentarse en La Voz Argentina. Su interpretación de Azul conmovió al jurado y le valió el pase directo en las audiciones a ciegas. El dúo Miranda! giró su silla y lo eligió para su equipo, consolidando un momento inolvidable para él, para su ciudad y para quienes lo conocen desde siempre. El escenario nacional le abrió las puertas y Andrés se paró ahí con lo mejor que sabe hacer: cantar desde el alma.

Hace 15 años, Andrés se animó a dar un gran paso: dejar su ciudad natal para ir detrás de su sueño. Se instaló en Buenos Aires con una mochila llena de ilusiones, decidido a formarse en teatro musical y a seguir creciendo con la música, el canto, el piano y la guitarra. El objetivo era claro: vivir de su pasión. Y lo está logrando.

Con su voz clara, sensible y cargada de emoción, Andrés encontró su lugar natural en un estilo que mezcla lo romántico con lo pop. Ese equilibrio justo entre la intensidad de lo que se siente y la frescura de lo actual. Su manera de interpretar, de meterse en cada canción y hacerla suya, hizo que encaje como anillo al dedo en un equipo que valora la expresión, el riesgo y la sensibilidad artística. Porque Andrés no solo canta: cuenta, vibra, conecta.

Y como si el universo se alineara en una escena perfecta, coronó ese momento cantando “Livin’ on a Prayer”, con Miranda acompañándolo como coristas. Un instante mágico, de esos que no se ensayan: se sienten, se viven y quedan para siempre.