Entre la Tierra y el Cielo : La varillense que después de 30 años de ejercer como dentista pasó a ser medium

En conversación con El Heraldo la varillense Mariel Barredo explica la mediumnidad desde el punto de vista espiritual, pero también tiene en claro que no tiene una patología cerebral “sino que áreas del cerebro se ponen en marcha que a otras personas no les ocurre, pero que no es una patología simplemente es una capacidad que lo que hoy permite es la manifestación del espíritu. Si tuviera que definirte la mediumnidad con mis palabras es la posibilidad de traer mensajes del cielo a la tierra”.

¿Cómo descubriste que tenías esta capacidad?

Realmente los médium, todos, decimos que vemos desde los seis o siete años, por lo general o casi siempre diría yo, familiares, seres que ya han trascendido porque son sanguíneos. Siempre decimos desde los seis o siete años porque básicamente el tiempo anterior no lo recordamos y no lo recordamos porque, volviendo a la ciencia, hay una poda neural o neuronal que ocurre entre los cuatro y cinco años que nos hace olvidar los recuerdos. Entonces decimos todos desde los seis o siete años que veo porque es lo que puedo recordar. Desde lo religioso nos acusaron de que invocamos al diablo para ver, una criatura de seis o siete años no tiene conciencia del diablo creo que ama a papá y mamá, y a papá Noel y, no se le cruzaría el invocar al diablo para ver seres o familiares que han trascendido que ni siquiera conoció porque en mi caso, mi amiga invisible era mi abuela paterna que no conocí y ella falleció mucho antes de mi nacimiento, pero por fotos yo mucho después supe que era ella
¿Cómo llegaste al libro “Nacer Medium” y, que es lo que transmitís en él?

Ahí prácticamente me doy a conocer y cuento sobre mis primeras experiencias. El segundo libro está escrito solo que tengo una energía muy alta en la vida, el otro libro creo que lo escribí en tres meses y medio y este también y me provoco un estrés impresionante y el médico me dijo que factor estresor podía sacar de mi vida, y decidí sacar el libro que necesita pasar por varios filtros antes. Hoy sabemos que el cerebro no produce los pensamientos, sino que el cerebro hoy, de acuerdo a la neurociencia filtra y tenemos una antena receptora de información y traductora que sería la glándula pineal que junto con el hipocampo que es la base de recuerdos, que nos muestra nuestras imágenes, así funcionaría nuestra vida, nuestra vida material, nuestra vida 3D, con esa antena que va a ir a una frecuencia, que es la frecuencia que vos puedas captar, que información vas a captar vos y cual voy a captar yo, de acuerdo a donde vamos a dirigir esa antena, que es un dial que vamos a ir moviendo de acuerdo a la frecuencia que vos vas manejando, cual es la vibración, cuál es tu estado de conciencia de hoy, y de ahí vamos a captar la información que te corresponde a esa vibración, a ese estado de conciencia.

 
¿En qué lugar está la ciencia acá?

La ciencia y la espiritualidad hoy comulgan, hoy ya no están separadas, inclusive los psiquiatras Hablo mucho con personas muy religiosas, católicas, de hecho son las conversaciones más interesantes que yo puedo tener con esta gente y hablamos de Dios no como una deidad sino como en la definición de Einstein, como una energía creadora infinita. Entonces desde ese lugar que yo planteo a Dios.

“Cuando volvés a este tiempo lineal, no lo sabes medir porque es imposible, no sabes si fueron segundos, minutos”

¿Cómo es tu actividad en la actualidad?

Hay un camino que si yo lo quiero ver como espiritualista, no soy espiritista de la rama espirita de Allan Kardec, son dos cosas distintas, la gente lo puede googlear, yo soy espiritualista. Desde un punto de vista espiritualista si yo miro para atrás, había un camino para mí, que era este, que en el momento que yo ejercí mi profesión como odontóloga, la gente no estaba preparada para lo que yo podía hacer, creo que en el momento justo esto se presentó y se presentó de una manera casi obligatoria. Yo desarrolle Fibromialgia, una colección de hernias de disco lo que me dificultó mucho mi profesión, entraba a mi consultorio había algo, una voz que me decía no podes hacer más esto, porque no estás dando calidad ni excelencia, a lo que yo estaba acostumbrada, en este tiempo estaba con muchos dolores, meditaba mucho y creo que ahí la puerta que estaba entreabierta se abrió de golpe. Lo que me hizo tener el concepto bien acabado de lo que yo traía era un amigo que murió en un accidente volviendo de Alicia, de un baile, él se presentó, imagínate que en ese entonces teníamos 16 años, iba conmigo al colegio, se presentó en mi living donde yo estaba meditando una siesta, contándome como había sido su accidente, yo ahí me di cuenta todos los dones que traía y bueno ahí pude ver por primera vez a color y de cuerpo completo, porque se ve en partes, o sea yo a mi abuela siempre la vi sin piernas

¿Cómo es tu vida actualmente?

Mi vida actualmente no es fácil, sé que hay mucha gente que me dice ojala yo pudiera. No es fácil, yo no veo el otro lado, no veo el mas allá, Entonces yo hoy no me animo a decirte que te va a pasar, si alguna vez hago alguna conferencia voy a hablar sobre estrictamente lo que yo veo que es nada, el más allá no lo veo. Veo lo que esa persona o ese familiar hizo en la tierra, acá, me cuentan cosas que hizo en la tierra y me cuentan cosas tuyas , lo que les da a los familiares cierta paz de que los está viendo, que te acompaña.

 
¿Atendés gente, haces talleres de espiritualidad?

Mis dos primeros años los hice sin cobrar y no fue una experiencia tan gratificante, por que no decirlo. Lo hacía antes de subir al consultorio, antes de hacer una cirugía. Daba mi turno a las cuatro de la tarde, a las tres tenía un consultante para una sesión y la gente no me respetaba, eran las cuatro, tenía mi chaquetilla colgada y la persona me decía “yo todavía no hablé con mi abuelita Catalina”, no soy una persona que podría poner los límites, entonces la gente me avasalló. Era todos los días el timbre. Entonces me di cuenta que estaba repitiendo la historia y que no había aprendido nada con mi agenda del consultorio tan apretada, había desarrollado tantas patologías y tantas cosas que dije “no aprendí nada”. Voy a improvisar y hoy el que me está viendo si quiere una sesión, lo único que tiene que hacer es llamarme, tengo una agenda muy flexible.

¿Alguna vez tuviste miedo?

No, yo sé que hay personas que vieron y les dio miedo. No, siempre es como un flash, cuando yo era chica eran pocos los momentos donde vos no sabes precisar qué tiempo, porque es como un salto hablando de energía, como un salto cuántico, como que estas en otra dimensión donde no hay tiempo, entonces cuando volvés a este tiempo lineal, no lo sabes medir porque es imposible, no sabes si fueron segundos, minutos o qué. Pero si monitorear la sensación, yo cuando estaba con mi abuela que nunca me habló, yo siempre me sentía protegida, siempre me sentía bien, yo le hablaba, nunca me inspiró miedo.