Desclasifican documentos sobre los empleados sanfrancisqueños de EPEC teletransportados por un OVNI en 1978

El caso había conmovido San Francisco y nunca tuvo una explicación lógica

LOCALES17/03/2025Pérez Darío EduardoPérez Darío Eduardo
images

La madrugada del 27 de diciembre de 1978 comenzó como cualquier otra para Severino Brunetto, su hijo Daniel Brunetto y Orlando Carrizo. Eran trabajadores de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) y debían trasladar un rastrojero desde la delegación de San Francisco hasta Córdoba capital. Un recorrido habitual, sin sorpresas aparentes, pero que les cambiaría su percepción de la realidad.

 
La Comisión de Estudio del Fenómeno OVNI de la República Argentina (CEFORA) accedió a los documentos y compartió con Infobae las declaraciones de los protagonistas del hecho que, hasta este momento, permanecían en reserva.

 
A las 4:20 de la madrugada de aquel 27 de diciembre, al salir de la localidad de Arroyito por la ruta 19, los tres hombres vieron acercarse un auto de frente con las luces altas. Carrizo, quien conducía, respondió con un cambio de luces, un gesto común entre conductores. Sin embargo, cuando elevó la intensidad de sus propios faros, sucedió algo inusual: en lugar de iluminar el camino, de repente se encontraron frente al cartel de ingreso a la localidad de Tránsito.

ovni

“Al cruzar ese vehículo con el nuestro, coloqué las luces altas y al hacerlo comprobamos que nos encontrábamos en la localidad de Tránsito, lo cual nos sorprendió ya que en ningún momento recorrimos ese trayecto”, escribiría Carrizo unos días después, el 8 de enero de 1979, en una presentación ante el Contramaestre de Central.

       La declaración de Orlando Carrizo, el conductor del camión
 
La sorpresa fue inmediata. Apenas habían salido de Arroyito y, sin haber notado ningún tramo intermedio de la ruta, parecía que habían avanzado kilómetros en un instante. Como conductores experimentados, conocían cada detalle del trayecto: sabían que debían cruzar el río Segundo y pasar por un puente característico, además de una referencia habitual, el frigorífico Rivarola. Pero ninguno de estos puntos había sido registrado en su recorrido. Algo extraño estaba ocurriendo.

 

Mientras discutían lo sucedido, los hombres siguieron avanzando por la ruta y pasaron por la localidad de Santiago Temple. A unos ocho kilómetros de allí, casi tres kilómetros antes de llegar a Pedro Vivas, una intensa luminosidad captó su atención. La luz, extrañamente difusa y rodeada por una bruma, parecía flotar en el aire. Intrigados, decidieron detener el vehículo para observar mejor.

Cuando bajaron, los tres testigos pudieron ver con claridad un objeto de que nunca antes habían visto. Emitía destellos a través de lo que parecían ser ventanillas giratorias, como si rotara en torno a un eje invisible. Desde su parte inferior se desprendía una tenue bruma rojiza, mientras que en la parte superior un potente reflector de luz blanca barría el cielo de un lado a otro.

“Su parte superior se dirigía de a ratos hacia un lugar a otro como si fuera un reflector que emitía una luz blanca y fuerte. La sorpresa anterior más este espectáculo que estábamos visualizando y que compartimos con otros ocasionales camioneros que pasaron cerca nuestra para apreciar que seguía como meciéndose sobre el mar nos impulsó a subir en la parte superior del camión para poder ver mejor ese OVNI”, relató Carrizo.

Ya no estaban solos en la ruta. Al parecer, no era un rapto de locura. Otros camioneros se agolparon en la banquina a observar el fenómeno. En un momento, el objeto pareció desplazarse lentamente unos 200 metros hacia la derecha, se acercó a los camioneros. El patrón de movimiento del objeto, que parecía

Uno de los camioneros que estaba en la zona sacó una linterna y enfocó directo hacia el objeto, que les devolvió una luz brillante que los encegueció durante unos segundos. Cuando pudieron recuperar la visión, el objeto ya no estaba. Se había esfumado sin dejar rastro, sin que nadie pudiera ver a dónde se dirigía.

“Su potente reflector nos encegueció momentáneamente y, al apagarse, comprobamos con sorpresa que el objeto no se encontraba más, había desaparecido”, dice la declaración que firmaron en conjunto los Brunetto, casi calcada a la de su compañero de camión.

A día de hoy, el caso EPEC sigue siendo un misterio. La aparición de los documentos oficiales, con los testimonios y registros de la época arrojan algo de luz sobre lo ocurrido aquella noche en la ruta cordobesa. Pero las preguntas sobrevuelan el caso: ¿Qué fue lo que experimentaron Severino Brunetto, Daniel Brunetto y Orlando Carrizo? ¿Qué fue lo que vieron los otros camioneros? ¿Hay alguna explicación racional para el episodio?


      

Te puede interesar
Lo más visto