En los tres meses de Javier Milei, así se aceleró el derrumbe de los salarios

El plan económico de La Libertad Avanza impacta con dureza en el poder de compra de todos los asalariados, incluidos los formales. Los detalles.

EL PAIS 18 de marzo de 2024
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Los salarios están siendo, junto a las jubilaciones, los grandes perdedores en los primeros tres meses del presidente Javier Milei en la Casa Rosada.

En efecto, el impacto de la inflación no distingue afectados e impacta a todos los asalariados, tanto a los empleados registrados que trabajan para empresas privadas, como a los públicos y, muy especialmente, a los informales.

Los distintos datos oficiales que hay disponibles permiten ver que en diciembre y en enero ningún sector se salvó de la “licuadora” en la que los ingresos se están disolviendo por la vertiginosa aceleración de los precios.

Del mes de febrero no hay aún información disponible sobre la evolución de los salarios, pero todo indica que la tendencia de fuerte pérdida de poder de compra –aunque en menor medida– continuó.

MAYOR CAÍDA EN DÉCADAS

En diciembre, se produjo la mayor “derrota” mensual de los sueldos frente a la inflación de los últimos 20 años. Por goleada perdieron. Según Indec, el índice de salarios se incrementó en un 8,9%, muy por debajo de la inflación para dicho período (25,5%). Sólo en ese mes, se produjo un derrumbe del poder adquisitivo del 13,2% para el promedio de los trabajadores, según cálculos de Idesa.

 Aunque aporta al enfriamiento de la economía, la caída del salario real en forma de shock no es gratis. “Esta baja frente a la creciente inflación se ve reflejado principalmente en el deterioro de las condiciones de vida y en la probabilidad de que aquellos sectores que tradicionalmente eran considerados de clase media, como los asalariados registrados, se encuentren más cercanos a la línea de pobreza”, analiza Virginia Giordano, coordinadora del área de Investigaciones de Idesa.

Giordano lo asocia con “una fuerte degradación social”, incluso entre trabajadores con empleo formal que “no tienen asegurado que sus ingresos sean suficientes para cubrir las necesidades mínimas de un hogar”.

SIN FRENO

La caída del salario no es nueva. La tendencia se arrastra desde hace años, pero se profundizó en la “era Milei” hasta niveles no registrados desde las crisis de 1989 y 2001.

 Si se analiza lo ocurrido en 2023, se observa que los salarios crecieron un 152,7%, mientras que la inflación lo hizo en un 211,4%, una fenomenal pérdida de poder adquisitivo que impacta directamente en el consumo de bienes y servicios, que también caen en picada.

Lo mismo está pasando con la actividad industrial, que salvo honrosas excepciones, también se contrajo de manera inédita.

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