Villa María: una ingeniera halló un pesticida cancerígeno en tambos de leche

Noelia Urseler, ingeniera Agrónoma del Conicet, informó sobre la presencia del herbicida atrazina, un veneno prohibido en Europa.

CÓRDOBA06 de enero de 2023
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Luego de realizar una investigación, la profesional halló un pesticida cancerígeno en tambos de leche en Villa María. Es la primera vez que se encuentra atrazina en la leche cruda en Argentina. A raíz de esta revelación, la experta se consagró como la primera doctora en Ciencias egresada de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM).

En diálogo con El Resaltador, la ingeniera Noelia Urseler contó que en el marco de un monitoreo realizado en establecimientos lecheros de la Llanura Pampeana de Córdoba detectaron la presencia del herbicida en el agua subterránea y en leche bovina cruda. 

¿Para qué se usa la atrazina?

Es un compuesto persistente en el ambiente y se aplica para controlar malezas principalmente en cultivo de maíz y sorgo. 

¿La sociedad debe alarmarse?

Urseler trajo calma ante su hallazgo, sostiene que no debe alarmar a la sociedad porque son estudios preliminares realizados en leche cruda que aún no ha sufrido un proceso de pasteurización, ya que se conoce que este herbicida es termolábi - se destruye al alcanzar una temperatura más o menos elevada-l y fotosensible. 

Y agregó: “En ésta investigación se calculó el índice de riesgo cancerígeno y no cancerígeno, según lo que propone la US EPA- Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos-, obteniéndose valores muy bajos para adultos y niños indicando que no resulta un riesgo para la salud de la población a corto y largo plazo que consuma el agua y leche con residuos de este compuesto. Sin embargo, futuros estudios son necesarios para evaluar el comportamiento y su bioacumulación en otros organismos”.

Dato para tener en cuenta: El pesticida se encontró en el 89% de los 18 tambos analizados. Las concentraciones oscilaron entre entre 2,51 y 20,97 microgramos por litro de leche (μg/L). Dos de los tambos tenían niveles superiores a 20 μg/L, el valor límite fijado por la US EPA.

Si bien, no hay que alarmarse, la ingeniera enfatizó que los resultados obtenidos son necesarios para mostrar el impacto de este herbicida en el ambiente y la necesidad de establecer normativas que regulen la presencia de este compuesto en agua y alimentos.

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