Chipión camino a ser el “segundo cielo” cordobés certificado para el astroturismo

Con la futura declaración de Parque Nacional Ansenuza, la región realiza una fuerte apuesta al turismo de naturaleza

REGIONALES 19 de julio de 2021
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Gestionan el reconocimiento internacional Starlight, fundación que certifica cielos que no tengan contaminación lumínica para desarrollar el turismo astronómico y la fotografía. El primero en lograrlo fue un alojamiento de Capilla del Monte. “Será una puerta para potenciar la llegada de extranjeros a la región”, dijo el biólogo Walter Cejas.
El primer Festival Internacional de Aves Playeras de Ansenuza que se llevó a cabo en Altos de Chipión en marzo, posicionó a Chipión como pionero de ecoturismo en la región pero también en materia de turismo astronómico.
Entre sus actividades tuvo dos noches en las que los participantes se deleitaron con el aprendizaje sobre las constelaciones observando el cielo y especialmente la Luna Llena, mientras experimentaban el inicio del viaje de aves migratorias.

Esto desencadenó en un paso más para potenciar el turismo astronómico y la fotografía. Gestionan la certificación para que los cielos de la zona del río Saladillo, las lagunas que forman los bañados en la desembocadura con Mar Chiquita en Altos de Chipión sean sitio internacional Starlight.

La propuesta surge del coordinador de Ecoturismo y Turismo Científico de la Agencia Córdoba Turismo, el biólogo Walter Cejas, quien además fue el precursor del festival de aves antes mencionado.

 
Según explicó Cejas “lo que hace la fundación Starlight es certificar, a través de pruebas técnicas con personal capacitado, cielos limpios de contaminación lumínica, entre otros factores, para poder desarrollar el turismo astronómico y la fotografía”.

En este sentido comentó que el primero en lograr esta certificación en la provincia y a nivel nacional es un alojamiento de la ciudad Capilla del Monte. Se trata de Puesto Pavón, al este del cerro Uritorco donde se pueden ver una gran cantidad de estrellas.

Ahora, la Agencia trabaja con pequeñas poblaciones como Altos de Chipión, y de conseguir la certificación, se transformaría en el “segundo cielo cordobés” en recibirla.

 Cejas explicó que la certificación Starlight tiene varios niveles y que a diferencia de Capilla del Monte, en Altos de Chipión el reconocimiento no se limitará a un alojamiento sino al destino en su totalidad, como región asociada.

Asimismo manifestó que esto se realiza por etapas, por lo que ahora, la localidad se someterá a una serie de pruebas técnicas en las que especialistas de la fundación evaluarán factores como claridad, intensidad lumínica, contaminación y visibilidad de estrellas, entre otros.

Con la futura declaración de Parque Nacional Ansenuza, la región realiza una fuerte apuesta al turismo de naturaleza, pero en particular Chipión busca diferenciarse con los astros.

“La localidad propone otra oferta que no se limita a actividades diurnas, sino también nocturna. Con los mismos telescopios terrestres que usamos de día para la observación de aves, de noche se pueden ver las estrellas”, dijo Cejas.

Para el biólogo, “el primer objetivo es que los vecinos del pueblo conozcan el potencial que tiene su localidad no sólo en cuanto al patrimonio natural, sino también cultural”. En este sentido mencionó existencia de elementos arqueológicos, fósiles, y bienes intangibles que tienen que ver con mitos y leyendas, también de uso turístico.

 “Eso es lo que tenemos que potenciar, buscando un nuevo perfil distintivo dentro del Parque Nacional Ansenuza que un gran llamador del turismo internacional”, destacó Cejas. Si bien reconoció que Miramar es la perla de Ansenuza, Cejas rescató que en pueblos pequeños como Altos de Chipión hay otras bondades para aquellos que no prefieren el turismo masivo.

“Esa demanda impulsa mayor inversión no sólo dentro del pueblo sino también en la zona rural, permitiendo que los turistas estén más en contacto con la laguna, el río. Cabañas ecológicas para que aquel turista que quiera ese producto Algo distinto a Miramar, donde no haya mucha luz, ni ruido, ni mucho movimiento”, puntualizó.

“Todo eso tiene Chipión. Es un pueblo chico, cerca del rio, de la laguna con valores especiales para conservar pero que también son bienes aprovechables para el turismo”, reflexionó.

Por otro lado, Cejas comentó que aún antes de la pandemia, dentro del turismo naturaleza lo que más estaba creciendo a nivel mundial era la observación de aves.

 Para el biólogo, esta visión abre puertas a las economías regionales de la mano de aquellos que a a través del ecoturismo se empiezan a interesar en comprar una cámara para los safaris fotográficos, una carpa o una bolsa de dormir para vivir nuevas experiencias en estos sitios de naturaleza viva”.

A su vez destacó el potencial en materia de generación de mano de obra. “La capacitación será clave. Mucho de los jóvenes que terminan el secundario y no saben que estudiar, pero que son altos conocedores del lugar, pueden transformarse en guías locales y a eso apuntamos desde la Agencia Córdoba Turismo”.

Fuente: Radio Del Mar

 

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