Mafia de la prostitución en nuestra región: 5 tumbas, una sobreviviente y el rastro de Marita Verón en Frontera

. Corrupción y sangre de las inocentes. Conmovedores audios de la chia que logró huir, un caso sin resoilver con décadas de dolor,

POLICIALES04 de diciembre de 2019Pérez Darío EduardoPérez Darío Eduardo
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Marita en familia

Asesinatos; castigos y torturas; complicidad policial y política; una justicia ciega y que lejos de colaborar infunde temor a las víctimas; una vida arruinada; una hija que nunca más pudo volver a ver; es el reflejo de lo que vivió una mujer que fue obligada a prostituirse por la misma familia que asesinó a Carina González en la Whisquería de Santa Rosa de Río Primero y por donde también habría pasado Marita Verón. 30 años después de toda esta tragedia, María se animó a hablar a pesar de que el miedo y las lágrimas todavía forman parte de su presente.FMR90.7  reprodujo al aire  los  audios  de la  única sobreviviente  de un  horroroso  hecho  que  aun  sigue  impune.

María, quien prefirió mantener el anonimato por temor a sufrir represalias, contó sin tapujos como ya en la década del 90  "pipi" González, "ñono" Frócil y el medio hermano de este último -entre otras personas- prostituían, comparaban y vendían mujeres, torturaban y hasta mataban con total impunidad.
Casualmente, los proxenetas son la misma familia dueña de la Whiskería donde aparecieron los restos de  Carina González, luego de una denuncia realizada por EL TIEMPO.
Como si esto fuera poco, en ese mismo lugar podría haber estado la propia Marita Verón, y hay que destacar que la mujer asesinada, cuyos huesos fueron encontrados en un pozo de basura luego de haber sido cortados con una motosierra, es la hija del dueño de la whisquería y el asesino sería su tío.
En medio de toda esta crueldad y de la impunidad que rodea al caso, apareció una nueva víctima que brindó detalles estremecedores de esta familia ligada a la trata de personas y a  acciones tan macabras que cuestan imaginar.
María leyó la última nota publicada por EL TIEMPO, se sintió identificada y no dudó en ponerse en contacto para brindar información tan valiosa como dolorosa. Ella conoce a todos a quienes nombramos, como actúan, y quiere se sepa la verdad, sobre todo porque algunas chicas siguen desaparecidas y no muy lejos estarían sus cuerpos y también sus asesinos.
"Yo me casé a los 16 años con Fabián Martínez, que es sobrino de "pipi" González. Quedé embarazada, tuve una nena, y cuando mi hija nació mi marido de ese momento me dijo que tenía un tío que tenía un bar, que él Iba a trabajar y nos íbamos a mudar todos a Calchín -localidad ubicada a 135 Km. de nuestra ciudad en el Departamento Río Segundo-" comenzó contando María, quien es oriunda de San Francisco. 
"Yo estaba en una iglesia evangélica y no sabía un montón de cosas, y de pronto me encontré en un bar donde trabajaban chicas. Así, un día me dio una ropa y me dijo 'ponete esto': era un top y un short 'y sentáte con las chicas, yo de acá te miro'... de a poco, como quien dice, me fue incluyendo en eso. Como yo no quería acostarme con ningún hombre, he recibido muchas veces mucho golpes con culatas de pistolas, armas recortadas como la llamaban ellos, con las cuales me amenazaban y golpeaban" detalló.
"En ese bar estaban ñoño,  un tío del padre de mi hija, estaba "pipi" González con su mujer y una señora  chaqueña. Una noche hicieron racia y me llevó la policía, pero al estar casada era emancipada, no pudieron sacarme de ahí, me entregaron a mi marido de nuevo. Aparte González había pagado un dinero para que las cosas quedaran en la nada" siguió relatando.
"Después de eso me pasaron a la whisqueria de Santiago Temple, ahí estaba Adriana, la otra mujer de "pipi" González, porque González tenía varias mujeres, la oficial y las otras que trabajaban para él. También estaba Gustavo, que era medio hermano de ñoño. Ahí estuve más de un año, y a los meses que me pasaron a esa whisqueria el padre mi hija me vendió. Hablando de plata de ahora creo que serían 7000 pesos que necesitaba para pagar una moto".
"En Calchín estuve pocos meses, había mujeres grandes y no hablaba con ninguna casi, pero en Temple que estuve mucho tiempo, vi pasar muchas chicas" explicó ya con la voz entrecortada.
"A la mayoría de las chicas jóvenes las había conquistado un tipo que le prometía una mejor vida, las sacaban de su Pueblo, las llevaban lejos y las vendían.  Vendían muchas chicas al exterior, a España, y no me acuerdo a que otro país. A otras se la vendían a los gitanos, todo dependía de tu comportamiento. Si eras sumisa  no te vendían, pero si te revelabas había chicas que desaparecían, las escuchabas gritar pero no te dejaban salir de la habitación. Yo sabía que las golpeaban, tenían un Campo Grande atrás de la whisquería donde muchas veces veíamos lo que parecían ser tumbas, pero no nos dejaban acercar al lugar porque teníamos un perímetro del cual no podíamos pasar" narró María.
"Cuando intentábamos escapar nos golpeaban y no podíamos ir a un médico, el médico nos venía a ver a la whisqueria y también estaba pago para que no diera datos de ninguna de nosotras" explicó y agregó para demostrar que todos sabían de lo que allí ocurría pero nadie hacía nada que "en el tiempo que yo estuve iba hasta el intendente y su  hijo a buscar sus servicios gratis a cambio de no clausurarla" a la whisquería.
"Ahí adentro mucha veces no sabías el nombre verdadero de las chicas, estaba prohibido, no podías decir tu nombre ni tu apellido, todas teníamos lo que ellos llamaban un nombre artístico. No nos dejaban ni siquiera cuchichear entre nosotras para consolarnos, eso también estaba prohibido".
"Yo me fui de ahí por que llegué a un arreglo con el hermano de pipi González, él fue el que me compró. Como quien dice, tuve la suerte de que se enamorara de mi, por así decirlo, y llegué a un arreglo con él.  Trabajé hasta pagar tres veces el valor de lo que él pagó por mi.  Y el día que pagué el último peso que tenía que pagarle me fui sin ropa, sin documento, sin Plata, sin nada, con la condición de que nunca podía hablar con nadie lo que había visto, lo que había vivido ahí adentro. Por eso es que pedí que no dieran mi nombre ni mi apellido en esta nota".
Al ser consultada sobre las tumbas presentes en la Whisquería de Santiago Temple, María explicó que "el frente la whisqueria da a la ruta,  y que no hay nada hacia los costados, el predio solo va hacia atrás. Ellos iban con las palas en línea recta hacía atrás de lo que era la whisquería".
Del mismo modo detalló que "tenían otra propiedad, también en Santiago Temple, que era la casa de la que nosotros le decíamos 'la chaqueña', a la casa de ellas no íbamos nosotras, pero se sabían llevar a las chicas que se ponían difíciles, que mayormente eran las chicas que traían del norte engañadas".
Ya quebrada emocionalmente y entre lágrimas, María detalló lo que habría sido un homicidio, cuya víctima habría sido menor de edad "el caso que más me marcó fue el de una chica en Santiago Temple, que en ese tiempo habrá tenido mi edad, 17 años. Lloró tres días seguidos, no trabajaba, la encerraban con clientes en la pieza y ella los golpeaba los mordía... así que una noche la golpearon mucho,  la llevaron al patio, y obvio que no nos dejaron salir, pero se escuchó un tiro y uno de los mozos entró a buscar una pala y nunca más la vimos, esa fue la primer tumba que nosotras descubrimos, que yo personalmente vi. Estuve prácticamente dos años ahí y en total conté cinco tumbas" describió.
"Adriana, que era del Trébol, y era una de las mujeres González, decía que si había chicas ahí enterradas pero que no teníamos que decir nada, porque si no íbamos a correr la misma suerte que ellas".


Sobre los integrantes de esta familia que la obligó a prostituirse por casi por casi dos años, manifestó que "volví a tener contacto con ellos porque quería recuperar a mi hija, pero no la recuperé nunca. Al estar encerrada casi 2 años en la Whisquería, la Jueza de Menores me quitó la patria potestad y yo como tenía miedo nunca le dije a la jueza donde estuve. Quedó como que la abandoné.  Una vez González se acercó a donde yo vivía para proponerme que él me recuperaba a mi hija si yo volvía a trabajar para él, pero no acepté" dijo.
También se refirió a Carina González, la mujer asesinada, descuartizada y encontrada en un pozo de basura de la Whisquería de Santa Rosa de Río Primero sobre la cual dijo que "si la conocí, era una niña cuando yo estaba ahí, la madre cuando venía a sacar cuentas de las ganancias y de lo que habíamos trabajado, traía a la nena y hacía los deberes con nosotros mientras tomábamos mate, era una nena muy simpática muy bonita".
De igual modo personificó a ñoño Frócil como "el peor de los tres, era de más sangre fría, mayormente era él quien nos golpeaba. Nos torturaba, nos encerraba, nos quemaba con cigarrillos, el encargado siempre de hacer esas cosa era él, otras veces el "pipi" se encargaba personalmente de esto" contó.
Sobre la situación que se vivía explicó que "a veces si le contabas a un cliente que te querías escapar o que te ayuden, eran los mismos clientes los que le avisaban al dueño, y hasta por eso las chicas de un día para el otro no estaban más y no volvías a saber de ellas nunca más".
Para finalizar habló de su hija, con la cual producto de toda esta historia perdió para siempre "quise tener contacto con mi hija muchas veces. De chica fue muy complicado porque la familia del padre no me dejaba acercarme a ella, y la justicia en ese tiempo no te ayudaba.  Cuando hablé con una jueza en Rafaela y le conté la verdad de donde estuve, cuando mi hija tenía más o menos 10 años, me dijo que nadie estaba en ese lugar porque no quería y que como madre tendría que haber hecho lo imposible para salir de ahí y recuperar a mi hija. Por eso la contacté ya de grande pero ella no quiere contacto conmigo, siente vergüenza y también toda la familia de él es González y no puedo acercarme mucho por miedo, mi hija tiene hijos, o sea que soy abuela pero tampoco los conozco" cerró maría casi sin poder hablar, en medios de lagrimas que marcaban un profundo dolor.
 
 

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