Caso Los Prestamistas: un supuesto móvil económico, un arma y una remera roja desaparecidas

En la mañana de hoy comenzó con jurados populares el juicio contra Gerardo Gette como el único imputado por el asesinato de Daniel Casermeiro.  El acusado se negó a declarar en la primera audiencia, pero no descarta que lo haga más adelante si su defensa lo amerita. 

Nueve testigos pasaron por el estrado, entre ellos la pareja y el hijo de Casermeiro que recordaron el último contacto que tuvieron  con Daniel, y confirmaron que había una relación  económica entre él y el imputado. 

De a cuerdo a lo presentado por la fiscal de Cámara Consuelo Aliaga Díaz  el 19 de diciembre del 2019 Gette y Casermeiro  se encontraron en el Sanatorio Argentino donde este último trabajaba. Era una mañana calurosa las cámaras de seguridad pasillo captarían por última vez al Doctor saliendo del edificio con su impecable bata blanca. 

La reunión tuvo lugar en la esquina de Iturraspe y Vélez Sárfield (apenas duró unos minutos),  el ginecólogo fue hasta su  automóvil del que sustrajo una caja de cartón color marrón. De acuerdo a lo reconstruido por las cámaras de seguridad de la zona, Casermiero caminó hasta la calle Vélez Sárfield  y a metros de la Avenida 25 de mayo  donde Gette los esperaba en su camioneta Amarok y le entrega la caja por la ventanilla.

Seguidamente rodea el vehículo y se sube en el asiento del pasajero, donde mantienen un corta charla, y baja. Camina hasta su BMW  y vuelve a la calle Vélez Sárfield y recoge a Gette. El trabajo del personal policial de investigaciones se pudo acreditar con una cámara domo policial que ambos se condujeron en el auto por la Avenida Maipú hacia la zona de Luxardo. Misma zona donde se registró por última vez el impacto del celular de Casermeiro en una antena de telefonía celular. 

Para la fiscal fue allí donde luego de una discusión motivada por cuestiones financieras, y ocultado sus supuestas intenciones homicidas, Gette sorprendió a Casermeiro por la espalda sin darle lugar a la defensa y le disparó en la cabeza con un arma  de fuego calibre 22. 

Luego del terrible desenlace la fiscalía cree que el imputado se subió al auto del fallecido y condujo hasta un maizal ubicado a 5 kilómetros donde abandonó el vehículo. Desde allí volvió a la ciudad caminando bajo el sol, a la zona del Sanatorio donde estaba estacionada su camioneta y se fue a su casa. 

Sobre esto último una vez más lo acreditaron con cámaras de seguridad, se puedo ver a Gette en la zona del Hotel Dunhill caminando hacia donde se encontraba el automóvil. Allí también observan que traía en una de sus manos algo envuelto en una bolsa ( se piensa que podría tratarse del arma)

Al llegar a su casa ingresa a la misma y vuelve a salir enseguida, da una pequeña vuelta con la camioneta y vuelve a estacionarse frente a su hogar, donde permanece casi 20 minutos. Al salir el imputado se había cambiado de ropa, ya no llevaba la misma remera  roja  Nike que había llevado todo el día, si no lucía una remera verde. Un detalle importante es que durante el allanamiento realizado durante la detención no se encontraron ni el arma calibre 22, ni la remera roja. 

Fiscalía vs Defensa. 

Para la fiscal de cámara los elementos técnicos reunidos en la etapa de instrucción del hecho y las filmaciones de múltiples cámaras dan indicios suficientes para dilucidar el hecho.  "Hay indicios tan fuertes que excluyen a una tercera persona". Explicó

Y continuó explicando que las evidencias nos dejan sumergidos en un mundo de actividades financieras, "un mundo de deseo, codicia y adrenalina por el dinero" donde una persona que era amiga de otra decide terminar un conflicto de esta manera. 

Como contrapartida Héctor Flores, abogado defensor de Gette,  sostuvo que nadie mata sin motivo, y que no existe prueba alguna que pruebe el supuesto móvil económico de su cliente. Para el letrado el caso de la fiscalía se basa en puras conjeturas, y que nunca buscaron responsables fuera de su cliente. "Le cierra el circulo, le cae como anillo al dedo.", afirmó.