La increíble historia de los 12 amortiguadores que recibió la Policía de San Francisco para una marca de patrulleros que no tiene

EN REDACCIÓN y los amortiguadores enviados por Sachs

POLICIALES 17 de diciembre de 2020 Pérez Darío Eduardo Pérez Darío Eduardo
Amortiguadores SACHS

Dejo estas cajas acá?, pregunta el transportista en la entrada del taller de la Policía de San Francisco, en el Noreste de la provincia de Córdoba.

-Bueno, responde el policía que estaba en la entrada. -¿Sabés quién los pidió o para quiénes son?

-No, ni idea, le dijo el muchacho que los transportaba.

 
Las cajas en cuestión contenían doce amortiguadores marca Sachs, para equipar al modelo Focus de Ford.

La pregunta que se hizo el jefe del taller cuando le dijeron del pedido que habría sido traído por Sachs y que estaban en la entrada del taller, era qué hacían allí doce amortiguadores para un auto que la policía no usa. El segundo inconveniente y el principal, era que nadie parecía haber hecho el pedido. Al menos, no había rastro administrativo.

A partir de ese momento se desencadenaría una rocanbolesca historia que fue reconstruida por ENREDACCIÓN a partir del relato de dos fuentes policiales que pidieron reserva de identidad. Lo sucedido habría buscado ocultar un pedido irregular del jefe de Recursos Humanos de la Unidad Regional San Justo, el comisario Ariel Figueroa. Cabe recordar que Figueroa es uno de los dos oficiales superiores denunciados por hostigamiento laboral y discriminación por la sargento ayudante, Mariela Chávez, en septiembre de este año. El otro, es el trasladado Rubén Caporali.

 
Según el testimonio en off que pudo recabar este medio sobre lo sucedido, el jefe de taller comienza a preguntar quién había hecho el pedido, dado que no aparecía constancia y la policía no tenía flota de Focus. Un llamado acá, otro llamado allá, hasta que alguien establece que el responsable del pedido era el comisario Figueroa. Y que se trataba de un pedido verbal.

El responsable del taller parte entonces a la Jefatura de la URD para denunciar ante el comisario Mauricio Rantica la aparición irregular de los amortiguadores. Como Rantica no estaba, un oficial se comunica por teléfono con el jefe de la departamental para comunicarle lo que había sucedido y pidiendo instrucciones para resolver el problema que se había presentado. Al parecer, el jefe policial le habría respondido que lo llamara más tarde, que se iba a correr. “Ya vemos como lo solucionamos”, habría sido la respuesta. 

Con el jefe de taller en la jefatura pidiendo instrucciones, el oficial habría buscado infructuosamente hablar con Rantica. Una fuente habla de 15 llamados y otra de 12. Lo cierto, es que el oficial, sin respuestas de su jefe, se presenta en la unidad judicial y denuncia “la aparición” de doce amortiguadores nuevos para autos que no formaban parte de la flota policial. Está claro, que el oficial denuncia porque podría tratarse de un delito.

A partir de la denuncia, primero se habría hecho una nota dirigida al tribunal de conducta donde se detalla lo sucedido y se responsabiliza a Figueroa por el pedido. Este medio no pudo establecer quien firmó ese documento. Sin embargo, horas después, se habría enviado una segunda nota al Tribunal, donde se deja constancia que había desde tiempo atrás un pedido de colaboración a la firma Sachs para que proveyera amortiguadores para donar… “a la Policía Federal”, que utiliza patrulleros Ford Focus. El pedido de colaboración a la fábrica de amortiguadores llevaba la firma del comisario Rantica.
 

El hecho es investigado por la policía provincial y en el informe se declara que “no hay ilícito”, que “existe una nota solicitando la colaboración” y que “seis amortiguadores fueron donados a la Policía Federal”. El trabajo adjunta la nota de Rantica y dispone dar por finalizada la pesquisa interna.

¿Qué pasó con los otros seis amortiguadores que no se entregaron a la Policía Federal? Fueron devueltos a la fábrica, según explicaron las mismas fuentes consultadas.

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