" DARÍO , ESTÁS SENTADO EN LA SILLA QUE USABA LA SOLE". La conmovedora experiencia en la casa de los Morales

La  mañana  catamarqueña  era  muy  clara  con  aromas  de  azahar por  todas  partes,  la  calle  de Valle  Viejo tenía  un  aire  al camino  interprovincial  que divide  San  Francisco  y  Frontera,  en  realidad  es un  suburbio  de  San  Fernando  del Valle  , con  casas bajas  y  repleta  de  nogales  que  crecen  en  los patios. En  aquel  2003  no existían  los  GPS, Wasap , los  celulares eran muy primitivos,  asi  llegar a  la casa  de  MARÍA  SOLEDAD fue  por  las  confusas  indicaciones  que  dieron  los  vecinos del lugar  donde  se  levanta un  recordatorio ,  justo  en el sitio donde  la  dejaron  tirada  después  de asesinarla ,  esconderla   en un  freezer. Cuando  llegamos  al hogar  de los Morales , teníamos dudas si  era  las que buscábamos y  como  no rrespindia

 nadie  al  golpear  la  puerta, nos metimos  por el patio  y allí estaba  ADA,  lavando la ropa bajo  un  árbol. Apagó  el  lavarropas  y con  ese  tono tan dulce  de  los norteños  empezó   una  charla  que  nos llevó al comedor,  un lugar repleto  de  fotos  de María  Soledad. incluso el  vestido  de los 15  blanco,  ese  que todo  el  país  vio  en  la fotos  de  Ella.

Al rato  de  tomar  unos  mates dulzones, Ada  trajo unas medialunas   que un  rató antes  había  dejado  en su paso  el  Chaqueño  Palavecino, incondicional de  la  familia. Puse  en  marcha  el  grabador  Sony   y  comenzó el relato  de las traiciones, desprecios  y las maniobras  de Telefé  para  ensuciar  a  la  Sole . Despúes de  un rato de la  entrevista, puse pausa  y  volvimos a la mateada, el  relato en off  se  hizo  más intenso  y   la  mujer no  dejó de sacar   su  bronca  por la  traición  de  la   mujer  de  uno  de los  jueces  del  primer escandaloso juicio y compañera  de trabao  en  el  mismo colegio, ni  hablar de los vecinos  que saludaban  como un  héroe  a  Guillermo Luque  uno  de los asesinos  que gozaba de salidas temporarias otorgadas  por  el corrupto poder  judicial.  Pero  de  repente  ocurrió lo  impensado...ADA ME CLAVÓ  SUS  PROFUNDOS CLAROS  Y  DIJO  EN VOZ  MUY  PROFUNDA..."  DARÍO  ESTÁS  SENTADO  EN  LA  SILLA  QUE  OCUPABA  LA  SOLE PARA  COMER, ESE LUGAR NUNCA  NADIE  EN TODOS  AÑOS  LO HABÍA  OCUPADO". Lo  único  que  recuerdo fue  que  empecé  a llorar  y la mujer que  me  acompañaba  también. Ella  se  levantó  de  la  silla  y  susurró " NO LLOREN , LA VIDA  CONTINÚA, LOS QUIERO MUCHO" , nos  abrazamos los  tres  y   ahí terminó  todo,  el reportaje no tenía  sentido  seguirlo, ya era una cuestión personal.

Otros  encuentros  por teléfono en la  radio , una segunda  visita  años más  tarde,  esa sensación  extraña para la que nunca pude econtrar  palabras, aquella primavera de  2003  queda muy  lejos  o  muy  cerca , porque  no  se hizo  justicia .como tantas veces pasa  en Argentina .